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lunes, 19 de febrero de 2018

Madrid Premió a Pinochetistas

Cuando decimos que el gran bulo del franquismo es haber logrado que a ese periodo tras la muerte del Caudillo se le denominase Transición lo decimos con conocimiento de causa. Que aún hoy existan españoles "de izquierda" que afirmen que tras la Transición se restauró la democracia en el estado español es realmente preocupante.

Por si el asunto de la tortura sistemática e institucional en contra de ciudadanos vascos, más de 4 mil de ellos, no fuese suficiente para entender que no se puede calificar de democrático a un régimen que recurre al terrorismo de estado, por medio de Público les traemos esta otra perla, a ver si ya van entendiendo:


Los militares Fernando Matthei y Jorge Zincke, dos destacados integrantes del régimen de Augusto Pinochet, fueron premiados en 1981 y 1984 con la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. La medalla buscaba reconocer las “actuaciones distinguidas en tiempo de paz”.

Danilo Albin

Es la carta de una madre desesperada. “Mi hija María Isabel Beltrán Sánchez nació el 2 de mayo de 1952, en Santiago de Chile. Fue hija única durante 10 años, luego nacieron Roberto y Felipe. Creció en un hogar modesto, de gente trabajadora. Desde pequeña, María Isabel fue una niña inquieta y soñadora, pero muy responsable”. Algunos párrafos después, Oriana Sánchez revela el dramático final: su hija fue secuestrada, torturada y asesinada por la dictadura de Augusto Pinochet.

El horror cobra una dimensión especial en este caso: Oriana consiguió ver a su hija en la Escuela de Artillería de Linares, uno de los principales centros de detención de la dictadura chilena. “Mamita, me van a matar”, alcanzó a decirle la joven. Luego las separaron. Para siempre. “En silencio abandoné ese lugar. Tenía el corazón desgarrado. Desde esa fecha no vi nunca más a mi querida hija. No volví a saber más de ella”, escribió su madre varios años después.

Cuando María Isabel descendió a los infiernos, el responsable del “Departamento de Investigaciones” en aquel campo de torturas era el brigadier Jorge Zincke, uno de los tantos militares que siguió a rajatabla las instrucciones del régimen pinochetista tras el sangriento golpe de estado contra el gobierno legítimo de Salvador Allende. Once años después de que se instaurase la dictadura, cuando prácticamente todo el planeta conocía las gravísimas violaciones a los derechos humanos que se registraban en Chile, Zincke recibió un premio inesperado. No sería Pinochet quien lo condecorase, ni tampoco ningún otro dictador de la región. Esta vez la medalla vendría de lejos. De muy lejos.

Según ha podido comprobar Público, el 26 de abril de 1984 el gobierno de Felipe González entregó al militar chileno la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco. El decreto firmado por el Rey Juan Carlos y el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, no ahonda en los motivos que vio el Ejecutivo del PSOE para entregar tal distinción a tremendo personaje. El texto oficial solamente habla de los “méritos y circunstancias” de Zincke, quien llegó a ser vicecomandante en jefe del Ejército durante la dictadura de Pinochet.

Para encontrar sus razones hay que remontarse a la legislación que por entonces regulaba este tipo de distinciones. De acuerdo a lo establecido en la Ley 15/1970 que había impulsado el franquismo, este tipo de condecoraciones buscaba “premiar los méritos, trabajos, servicios o actuaciones distinguidas en tiempo de paz”. En esa categoría se encuadró, según la lógica del gobierno de González, la medalla otorgada al militar pinochetista.

Suárez también

Sin embargo, el Ejecutivo del PSOE no fue el primero en condecorar a un miembro de la salvaje dictadura chilena. Tres años antes, el 6 de octubre de 1981, el gobierno de Adolfo Suárez hizo lo propio con el general Fernando Matthei, un destacado miembro de la Junta Militar que regía los destinos de Chile a base de sangre y fuego. En su caso, el decreto mediante el cual obtuvo la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco fue firmado por el Rey Juan Carlos y por el ministro de Defensa, Alberto Oliart.

Varios años más tarde, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile llevó a Matthei ante los tribunales como presunto responsable de la muerte del general Alberto Bachelet -padre de la ex presidenta Michelle Bachelet- en 1984. Su fallecimiento se produjo a raíz de los tormentos sufridos durante el periodo en el que permaneció en manos de sus antiguos compañeros de las Fuerzas Armadas, quienes no le perdonaron su apego a la democracia. Bachelet fue torturado en la Academia de Guerra Aérea que por entonces dirigía Matthei. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Chile rechazó en dos ocasiones que fuese juzgado por ese crimen.

De acuerdo a otros testimonios, el general premiado por el gobierno de Suárez “dirigía y seleccionaba a los que tenían que ser torturados e interrogados”. Así lo declaró el cabo primero Sergio Lontano Trureo, quien incluso afirmó que lo había visto golpear junto a otro oficial “a dos prisioneros que estaban de pie y vendados”. Matthei murió el pasado 19 de noviembre de 2017 en el Hospital de la Fuerza Aérea de Chile. Tenía 92 años.

Más premios para el horror

Estas distinciones a militares pinochetistas se suman a los premios otorgados por los gobiernos de Suárez y González a varios integrantes del otro gran régimen del horror que sufrió América Latina: la dictadura argentina de Jorge Rafael Videla. Tal como reveló Público a través de distintos reportajes publicados en 2014, el Estado español entregó distinciones a medio centenar de militares y civiles que formaron parte de aquel régimen.

En ese contexto, el gobierno de González mantuvo incluso la política de “intercambio de apoyos diplomáticos” con la dictadura argentina, facilitando su acceso a distintos foros internacionales. Para entonces, sus jefes ya eran responsables de 30 mil desapariciones.






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