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viernes, 16 de febrero de 2018

Cronopiando | Crónica de un Fracaso Anunciado

Les compartimos el comentario de nuestro amigo Koldo Campos con respecto a la matanza llevada a cabo por el joven supremacista blanco Nikolas Cruz:

Koldo Campos Sagaseta

Crónica de un fracaso anunciado

Otra matanza más en un centro universitario estadounidense. Solo en lo que va de año ya se han producido 18 tiroteos en centros escolares. El último, el pasado miércoles en Florida.

A pesar de lo reiterado de los casos en una sociedad que, entre otras muestras de enajenación, dispone de 90 armas por cada 100 habitantes y compra más de la mitad de las armas que se producen en el mundo, algunas de sus autoridades manifiestan no encontrar las respuestas ante el horror de esta sangrienta crónica que tiene en Estados Unidos tantos antecedentes que resultaría más fácil confeccionar la lista de ciudades que no han padecido tiroteos y matanzas en sus centros de educación que la de aquellas que ya han sido sacudidas por ellas y hasta en más de una ocasión.

Y tras cada matanza, como siempre, asistimos al estupor de una sociedad que, lejos de buscar explicaciones, improvisa pretextos que pongan a buen recaudo su responsabilidad. Se volverá a hablar de la proliferación de armas; de revistas que, además de venderte armas y explosivos, te buscan guerras en las que emplearte como mercenario; de violentos vídeo-juegos; de guerras retransmitidas como si fueran espectáculos deportivos... Lo que hay detrás, sin embargo, es mucho más grave y duro de aceptar, es el desmoronamiento moral de una sociedad enajenada que engendra y multiplica la razón de su ruina, que sepulta en el anonimato y la frustración a todos los derrotados, a quienes no pudieron comprar lo suficiente, aparentar lo debido, especular lo necesario y que nunca van a ser exaltados al salón de la fama, del dinero o del poder. Lo que hay de fondo es el fracaso de una sociedad que educa para que se acumule, no para que se reparta; que anima al recelo, no a la confianza; que busca la competencia, no la participación y que adiestra para el triunfo, no para la vida.






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