Les compartimos este comunicado publicado en Naiz:
¡No apostamos! Por la libertad de Abetxuko, de todas y todos
A sus 66 años, Jose Ramon Lopez de Abetxuko acumula 26 de cárcel, además de otros diez refugiado. Más de media vida alejado de su casa y de sus seres queridos. Cuando comenzó su historia de persecución y cárcel, en la prisión de Carabanchel murió Joxe Arregi a consecuencia de las torturas padecidas a manos de la Policía. No era el primer torturado ni sería el último. El informe preliminar que la Secretaría General de Paz y Convivencia del Gobierno de Lakua acaba de presentar, en el que se constatan casi 5.000 casos de tortura –que a buen seguro no suponen sino una pequeña muestra de todos los existentes–, pone en su lugar, el de la trampa, el relato que el unionismo español más recalcitrante pretende imponer y viene utilizando para justificar lo injustificable; por ejemplo, las políticas de excepción como la aplicada a las presas y presos vascos
Gotzone Lopez de Luzuriaga, Xabier Izaga y Goizane Pinedo* | Expresas y expresos de Araba
El proceso iniciado a partir de la vía marcada por Zutik Euskal Herria y el consiguiente abandono de la lucha armada por parte de ETA no han conllevado la desactivación de la violencia por parte de los estados francés y español. Al contrario, estos han mantenido intactas las políticas de excepción, en cualquier situación y época inaceptables pero ahora más reveladoras que nunca de su carácter chantajista. La situación de las presas y presos políticos vascos, en especial la de quienes padecen graves enfermedades, es uno de los asuntos más acuciantes a los que se enfrenta nuestra sociedad.
Joxerra debería haber salido en libertad al menos hace dos años; sin embargo, una vez más la artimaña sustituyó a la ley por la que el Gobierno español dice guiarse. Sencillamente se niega a aplicar la directiva sobre cumplimiento de penas de prisión aprobada en 2008 por la Comisión Europea. Según esa directiva, de obligado cumplimiento, los estados miembros de la UE han de tener en cuenta el tiempo de prisión transcurrido en otro estado miembro a la hora de contabilizar el tiempo total de condena. Su no aplicación supone el doble cumplimiento de una misma condena. Pero dicho ardid no se trata de una excepción, ni mucho menos. Tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contraria a la doctrina 197/2006, cuya aplicación durante años no fue sino una argucia, el Gobierno español retiró el subsidio a los prisioneros vascos que recuperaban la libertad. Una treta que el nada sospechoso Tribunal Constitucional español ha anulado sin siquiera entrar al fondo del asunto por tratarse, precisamente, de una artimaña tan evidente como miserable.
En la situación de Jose Ramon Lopez de Abetxuko concurren además todas las vulneraciones de derechos como consecuencia de esa política penitenciaria sustentada en la venganza. Años y años alejado de su tierra, actualmente a 420 kilómetros de Gasteiz. Y aquejado de una cardiopatía. Una grave enfermedad que en prisión lo es mucho más. En un contexto de tensión habitual y difíciles condiciones de vida, su libertad se presenta como una necesidad perentoria.
Desde 2012 el Ayuntamiento de Gasteiz ha aprobado en dos ocasiones sendas mociones en las que pedía la excarcelación de Joxerra. También las Juntas Generales de Araba aprobaron la misma petición. El próximo sábado 9 de junio a las 12:30, una marcha convocada por la red ciudadana SARE recorrerá las calles de Gasteiz, desde la plaza Leizaola –junto al Hospital de Santiago– hasta la Plaza Nueva. Es preciso multiplicar la presión, también desde las instituciones, y nosotras y nosotros estaremos junto a ellas, pero también frente a ellas cuando se desentiendan de sus responsabilidades para con sus ciudadanos y ciudadanas, también con quienes se encuentran en prisión.
Desde los más elementales motivos humanitarios hasta las convicciones políticas más firmes concurren en la necesidad de solucionar la penosa situación de los presos y presas vascos, ya que también supondría un paso indispensable para lograr la normalización por la que la mayoría social de este pueblo se ha manifestado reiteradamente. Por nuestra parte, como militantes de la izquierda abertzale comprometidos con nuestro país en la dirección señalada por Zutik Euskal Herria, como manifestamos hace dos años y medio en Durango y hace unos meses en Usurbil, y a la vista del respaldo a nuestro llamamiento en favor del colectivo de presas y presos políticos que el 17 de abril la calle Autonomía de Bilbo repleta mostró, nos reafirmamos en ese compromiso en pos de su libertad. En ese camino, sus decisiones serán las nuestras.
El nuestro es un país tradicionalmente dado a las apuestas, pero que también da muestras de prudencia, al menos en su refranero: Jokoa ez da errenta. En el caso de Joxerra y el resto de compañeras y compañeros presos, no apostamos. Sus derechos y su libertad no son algo que se pueda dejar al azar de una partida. No apostamos pero estamos dispuestas a arriesgar algo más que dinero. El sábado, de momento, estaremos en la manifestación por la libertad de Joxerra y el resto de presas y presos enfermos. Y seguiremos estando: por la libertad de todas y todos.
*Firman también Patxi Cabello, Joxan Pagola, Agurtzane Izarza, Iñaki Pujana, Josu Diaz de Heredia, Oihana San Vicente, Arkaitz Martinez de Albeniz, Bittor Gonzalez, Maite Diaz de Heredia, Nestor Silva, Iker Zubia, Ailande Hernaez, Tito Martinez, Zumai Olalde, Gorka Lazkano, Oskar Garitano, Sergio Fernandez, Satur Lopez de Pariza, Jon Liguerzana, Maite Fernandez de Labastida y Asier Ortiz de Ginea.
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