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domingo, 29 de enero de 2017

Social Democracia y Fascismo Mexicano

Empeñado en no aprender las lecciones que nos ha dejado la estela de errores cometidos por la Social Democracia europea, su máximo representante en México acaba de cometer un error fatal, molesto por el asunto de la candidata indígena propuesta por el CNI y el EZLN ha revivido a un auténtico fantasma del peor fascismo priista.

Lean ustedes esta nota publicada en La Jornada:


Gloria Muñoz Ramírez

“Te falló esta vez, Esteban M. Guajardo. Guadalupe Tepeyac no fue Chinameca. Más suerte, más soldados y más cosas de varón para la próxima”, le escribió el entonces subcomandante Marcos al entonces secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán. Era el 20 de febrero de 1995, 11 días después de la traición al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) del gobierno encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León.

Los zapatistas denunciaron que el 8 de febrero de 1995, en plena negociación con el gobierno federal, Esteban Moctezuma Barragán, como representante de Zedillo, envió un mensaje a la comandancia del EZLN fingiendo un diálogo, cuando en realidad se buscaba tener ubicada a la dirigencia para aprehenderla, propinando un golpe mortal a la organización.

No consiguieron detener a Marcos ni a nadie de la Comandancia, quienes lograron escapar de los helicópteros que el gobierno federal envió a la comunidad tojolabal de Guadalupe Tepeyac, lugar de la cita con el mensajero de Moctezuma. Pero sí entraron miles de soldados que, desde ese momento y hasta hoy, se asentaron en cientos de comunidades rebeldes que este febrero cumplen 22 años de sobrevivir a la ocupación militar.

La incursión castrense de 1995 expulsó a miles de tzeltales, tzotiles, tojolabales, mames y choles a las montañas, donde sobrevivieron comiendo hierbas a salto de mata. El ejército destruyó viviendas, quemó casas, hizo pedazos las tomas de agua, prendió hogueras con ropas y libros de las familias zapatistas. Se documentó la detención y tortura de decenas de indígenas y los atropellos que se cometieron contra ellos por el hecho de pertenecer a una organización con la que se estaba dialogando para alcanzar un acuerdo de paz.

Los saldos no se conjugan en pasado, 22 años después son ciudades militares las que habitan la Selva Lacandona, y la amenaza no acaba.

Esta semana Andrés Manuel López Obrador nombró a Moctezuma Barragán, recordado como traidor por las comunidades indígenas, responsable de desarrollo social en la elaboración del Proyecto de Nación 2018-2024 por el partido Morena.

Moctezuma ocupó 18 años para intentar deslindarse de la ofensiva militar de 1995. En un artículo periodístico, el expriísta y hombre de confianza del empresario Ricardo Salinas Pliego dijo que, “inexplicablemente, el presidente Zedillo tomó una serie de decisiones que rompían totalmente lo acordado con Marcos, al grado de enviar al Ejército a capturarlo con orden de aprehensión en mano”. Marcos, señaló, “me envió un nuevo mensaje: ‘Nos vemos en el infierno’”.

Hoy regresa de la mano de López Obrador.





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