Iturriaga : Un Mexicano en el Athletic

Este texto acerca de un joven vasco nacido en México y jugando para el Athletic de Bilbao ha sido compartido en Vascos México:

Un joven en tránsito constante

Nacido en México, Iturriaga ha vivido en tres países, jugó en una selección británica de rugby y fue campeón de Euskadi de pádel antes de cumplir su sueño: hacer la pretemporada con el Athletic

J. ORTIZ DE LAZCANO

Llega a la cita con el examen de Estadística recién entregado. Javier Iturriaga no tiene el aire de un joven que se dispone a realizar la primera pretemporada de su vida con el Athletic, sino el de un muchacho concentrado en superar asignaturas del tercer curso de su carrera de Ingeniería Industrial.

En este sentido, es un jugador atípico. No parará de estudiar ni aunque la suerte le sonría y Javier Clemente decida que se quede en primer equipo. «Me he propuesto acabar la carrera porque quiero ser alguien al margen del fútbol. Es un esfuerzo, pero puedo y debo hacerlo».

La vida de Iturriaga es un tránsito continuo. Por países y por deportes. Sus padres, de Bedia y Zarautz, se instalaron en México DF junto a sus tres hijos cuando la empresa constructora trasladó allí al progenitor. Allí nació y vivió Javier hasta los doce años. El Athletic era para entonces una pasión. El mejor momento de la semana era ir a la Casa Vasca para ver en Televisión Española Internacional los resúmenes del Athletic en Estudio Estadio o los pocos partidos que se retransmitían en directo. «La distancia provoca que el amor sea más grande».

Sus primeros pasos en el fútbol son en la capital mexicana, en donde llega a formar parte de una selección de escuelas. Cuando tiene doce años, sus padres regresan para instalarse en Getxo. Javier tendrá que esperar doce meses más. Es internado en un colegio inglés del condado de Hertfordshire, del que guarda un magnífico recuerdo. Entre otras cosas, porque vio que era bueno en cricket y rugby, donde jugaba de centro. De hecho, fue uno de los dos muchachos de su colegio seleccionado para el combinado del condado. «Un día me llamó uno de mis hermanos. ¿Te acuerdas del otro chico que seleccionaron, el que era capitán? ¿Pues está en la selección inglesa sub'23!».

Ya afincado en Euskadi, inicia la búsqueda de equipo, aunque sigue con la práctica de otros deportes, al punto de que llega a proclamarse campeón de Euskadi de pádel. «Me presenté en el Getxo y le dije que quería jugar en el cadete de Liga Vasca. Es difícil, respondieron, pero ven mañana a entrenar a ver qué tal se te da». Bien por lo que parece, porque fue fichado y al verano siguiente fue citado desde Lezama para hacer pruebas. Por fin parecía a punto de irrumpir en el Athletic. Al acabar su etapa juvenil preguntó a los responsables de Lezama qué pensaban hacer con él. No tienes sitio, le respondieron. Puso en marcha el plan B. Decidió estudiar para ingeniero de canales, puertos y caminos en Madrid y comenzó a buscar equipo en la capital.

La llamada de Valverde

Su suerte cambió cuando las elecciones del Athletic dieron la presidencia a Javier Uria y llevaron a Ernesto Valverde a Lezama como adjunto al director deportivo, Andoni Zubizarreta. El hoy entrenador del Espanyol le había seguido y le telefoneó. Recuerda aquel momento como mágico. «Me llamó y me dijo que me quería para el Basconia». Estupor total y cambio de planes. La carrera de Caminos dejó paso a la Ingeniería Industrial, que sí podía cursar en Bilbao.

Cuatro años más tarde puede alardear de haber cumplido el gran sueño de su familia. «Tengo una tía abuela en Durango de monja de clausura. Me llamó emocionada: 'Ya me ha dicho la madre superiora, que es muy aficionada al fútbol, que haces la pretemporada con el Athletic'».

En la antesala de su ingreso en el fútbol profesional, el medio centro hace una declaración de intenciones. «Lo que tengo metido en la cabeza es que es mi gran oportunidad. Voy a por todas. Busco hacerme un sitio en la plantilla, pero si no es así que no sea por mí. Me veo en progresión constante desde que llegué a Lezama. Noto que mi juego ha explotado en los últimos tiempos y que tengo mucho que dar».

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