Las monarquías nunca han sido nada bueno para nadie, y para probarlo los Reyes Magos le han traído a Mariano Rajoy un "ajuste a la baja" en las acciones de los principales bancos del estado español. Aquí el comentario al respecto de Enrique Galván Ochoa publicado por La Jornada:
La luna de miel del gobierno de ultraderecha de Mariano Rajoy duró exactamente los días comprendidos entre el 20 de diciembre –cuando tomó posesión ante el rey Juan Carlos– y ayer, cuando las acciones de los principales bancos, incluidos BBVA y Santander, se desplomaron. El ministro de Economía, Luis de Guindos, en la víspera había anunciado que el sector necesitaría unos 50 mil millones de euros para sanear sus balances. Se suponía que con la mera llegada al poder del conservador Mariano Rajoy y la salida de José Luis Rodríguez Zapatero (¿otro derechista disfrazado de izquierdista?) aliviaría al menos por algún tiempo la presión de la crisis, sin embargo, la realidad está siendo la contraria. El gobierno del PP se encuentra atrapado por una tenaza. De un lado, el paro, el más alto de Europa –aunque menor al de México si se calculara bien– y ahora la crisis bancaria.
Sirva esto para pensar bien acerca de el oximorón denominado Kutxabank (como nos dice Joxerra Bustillo en Izaro News) con el que la zipaiada del PNV le han dado al PP un posicionamiento en la sociedad de la CAV que no es reflejo de la voluntad que el electorado vasco mostró en las urnas aquel 20 de diciembre. Por otro lado, nos da gusto constatar que el asuntito del supuesto izquierdismo del PSOE ya no engaña a nadie.
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