Aunque ustedes no lo crean... existe.
Lo repetimos una vez más para que quede claro, en este blog denunciamos la hipocresía de aquellos que para negar el derecho del pueblo vasco a la recuperación de su soberanía utilizan como epítetos los siguientes términos: nacionalismo anacrónico, aldeanismo, separatismo, etc. etc.
Lo peor no es cuando lo dicen ellos, los que desde La Zarzuela diseñan e implementan la estrategia en contra de los derechos humanos, civiles y políticos de los vascos, sino a quienes desde la comunidad internacional se convierten en cómplices de la usurpación y el apartheid.
Para demostrar su estulticia no vamos a recurrir a algún autor vasco, catalán, guanche o galego, no vamos a recurrir a ellos mismos, a los ultra-españolistas y lo haremos por medio de la siguiente nota, publicada en El Imparcial:
Manuel Abizanda
Después de tres días de intensa actividad, con las reuniones de Mariano Rajoy con Nicolás Sarkozy; el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; su primera visita como presidente del Gobierno al extranjero, en este caso a Marruecos; la propuesta del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro para castigar con penas de cárcel a aquellos gestores públicos, políticos o no, que incumplan los presupuestos; y el comienzo del primer juicio contra el juez “superestrella”, Baltasar Garzón; parece que este jueves se ha dado un respiro sólo roto por el conocimiento del contenido de la ponencia política que el PP llevará a su próximo Congreso y en la que se apuesta por recuperar el término“Nación española”, un concepto, como señalan los analistas consultados por este diario “que ha estado en el aire durante muchos años”.
La intención de los populares con esta ponencia, redactada con el título “Comprometidos con España”, por el presidente del partido en el País Vasco, Antonio Basagoiti; y los máximos responsables de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; y de Melilla, Juan José Imbroda, se centra en la necesidad de volver a la idea de “Nación española”, con el planteamiento de una serie de medidas que empezarían con la implantación de un núcleo básico de competencias indelegables por parte del Estado y dar a las Cortes Generales la capacidad para llevar a cabo reformas que requieran por su naturaleza un tratamiento común en el conjunto del Estado.
Esta ponencia, como no podía ser menos, subraya, como llevan insistiendo los máximos dirigentes populares desde hace meses, con su máximo líder, Mariano Rajoy, a la cabeza, que la regeneración democrática lleva añadida “un plus de responsabilidad” para los gestores públicos cuyas decisiones “puedan contravenir la racionalidad, la eficiencia o puedan ser gravosas para el futuro”, una postura que se entronca directamente, según los analistas consultados por “El Imparcial”, con el anuncio lanzado el miércoles por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoso, de la posibilidad de castigar con penas de cárcel a quienes, dentro de las administraciones públicas incumplan los gastos marcados por los presupuestos.
Si el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, provocó una de las grandes polémicas de su mandato por sus particulares conceptos sobre el término nación o país referidos a España, los populares quieren dejar claro que “en el PP nos reafirmamos que la Nación, sujeto máximo de la soberanía nacional, no es otra que la Nación que se fundamenta en la Constitución y que expresa la voluntad de los ciudadanos”. El propio Zapatero, una vez perdidas las elecciones del pasado 20 de noviembre por su sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió que nunca volvería a afirmar que el concepto de nación es “discutible y discutido”, al mismo tiempo que aseguraba ya no le cabe ninguna duda de que España es una nación. En este sentido, fuentes populares consultadas por este diario destacan que el “el PP ha querido dejar claro desde un primer momento, con esta ponencia, que la idea de nación española no es discutible ni discutida, le guste a quien le guste, nacionalistas, socialistas o a Izquierda Unida”.
Así que ahí lo tienen, y por cierto, detallazo elegante ese de usar a representantes de las colonias para sustentar el llamado a cerrar filas alrededor de la "nación española".
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