Los ultraespañolistas están asustados, tienen el miedo metido hasta el tuétano. No conciben como real lo sucedido en las urnas.
Lean esta nota publicada en El Mundo:
El terremoto electoral que en la noche de ayer cuestionó la solidez política de PP y de PSOE en el conjunto de España facilitó en Euskadi que PNV y EH Bildu refuerzaran su imagen de solidez con resultados que alimentan sus reclamaciones nacionalistas. El PNV de Andoni Ortuzar y EH Bildu de Hasier Arraiz no sólo se felicitaron por sus resultados sino que iniciaron la larga precampaña de cara a los comicios locales de 2015 atribuyéndose la condición del partido más votado. El PNV porque sus listas en Euskadi obtuvieron 208.000 votos -un resultado que calca el logrado en 2009- al que sumar los 5.000 votos en Navarra y los obtenidos en Iparralde. Bildu recordando que sus listas fueron las más votadas en Gipuzkoa, que en Navarra se colocó como segunda fuerza con 42.000 papeletas y, sobre todo, con una sorprendente victoria en Álava que le sitúa como la fuerza más votada con más de 20.000 votos.
Las elecciones europeas en Euskadi castigaron con especial dureza los proyectos políticos que personalizan Arantza Quiroga y Patxi López. Un duro varapalo para ambos que, en situaciones personales muy diferentes,se verán obligados a gestionar un significativo descenso de apoyos en gran parte atribuible al desgaste de sus siglas a nivel nacional pero también al distanciamiento con su electorado tradicional ayer refugiado en la abstención. Y eso que, frente a los análisis que anticipaban un crecimiento de la abstención en estas elecciones, 33.000 votantes vascos más acudieron a las urnas en un aumento de participación que benefició fundamentalmente a EH Bildu y, también, a un sorprendente Podemos que irrumpe en Euskadi como quinta fuerza política con 52.000 votantes. La formación liderada por Pablo Iglesias cuenta con unos 300 colaboradores en Euskadi, carece de sede y prácticamente no ha realizado actos públicos pero ha desbancado especialmente en el electorado más joven a Ezker Anitza que sumó 42.000 votos pero que aspiraba a reverdecer los resultados que en la década de los 90 le permitieron tener una relevante presencia institucional.
PNV y EH Bildu afrontarán reforzados la segunda parte de la legislatura autonómica en Euskadi y el sprint final del mandato en las instituciones locales. Los dos partidos -que comparecían coaligados en las elecciones europeas- consiguieron sus objetivos al renovar Izaskun Bilbao su condición de europarlamentaria y al conseguir por parte de Bildu Josu Juaristi su acta de europarlamentario para toda la legislatura europea. Sus rostros de felicidad contrastaron con la serenidad con la que el hasta ayer europarlamentario del PP vasco Carlos Iturgaiz asumió que después de 10 años tendrá que abandonar la Eurocámara porque la lista de Arias Cañete logró 16 representantes y él ocupaba el decimoséptimo lugar.
Iturgaiz se refugió en la victoria de su partido en el conjunto de España y en su compromiso para seguir trabajando por el PP para afrontar un duro resultado que coloca al partido de Arantza Quiroga muy por debajo del 'suelo' de los 100.000 votos. 30.000 votos menos que los obtenidos en 2009 que tienen un enorme valor cuantitativo pero que, además, arrastran una gran carga simbólica porque su pérdida le ocasionó verse superado por EH Bildu en Álava, Territorio Histórico en el que el PP lidera sus dos instituciones más importantes y en el que aspira a dar la batalla con Javier Maroto y Javier De Andrés en las elecciones municipales y forales de 2015.
Unos comicios que se constituyen en un horizonte muy cercano para todos los partidos vascos y que en el caso del PSE de Patxi López se presentan cargados de interrogantes. El secretario general de los socalistas vascos se volcó durante la campaña en una intensa agenda fuera de Euskadi y los malos resultados obtenidos tanto en el conjunto de España como en el País Vasco también desgastan su imagen política. Los 104.000 votos obtenidos en Euskadi amargarán hoy la resaca electoral porque tanto la comparación con las últimas europeas como la efectuada sobre los comicios celebrados en 2011 y 2012 constatan la pérdida de prácticamente la mitad de los apoyos que el PSE logró en 2009 cuando llegó a obtener 318.000 votos en las autonómicas que colocaron a López en Ajuria Enea que luego se convirtieron en 202.000 ya en las elecciones europeas de junio.
Un desgaste del que se ha nutrido Podemos, la gran sorpresa electoral en el conjunto de España y también en Euskadi. Las siglas de Pablo Iglesias aglutinaron un voto joven, probablemente nuevo y que marca un camino hacia un escenario político muy diferente.
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