Les compartimos un punto de vista latinoamericano y de izquierda con respecto a lo sucedido en Europa tras los comicios, cortesía de nuestro buen amigo Pedro Echeverría:
Parlamento Europeo
El nuevo parlamento europeo, preocupa a gobiernos de Merkel, Hollande y Cameron
Pedro Echeverría V.
No deberían alarmarse los gobiernos de la Unión Europea por la composición del nuevo parlamento y sus eurodiputados. La realidad es que no les preocupa que la derecha tradicional y la socialdemocracia sigan siendo mayoría en la eurocámara, pues así ha sido durante décadas; lo que les asusta es que sea una nueva derecha y una nueva izquierda desconfiada la que ocupe los asientos parlamentarios. Fue tan importante la elección de los europarlamentarios que según los medios, provocaron la renuncia del primer ministro de Bélgica y la del presidente del PSO español.
La alemana Ángela Merkel señala como “notable y lamentable” el avance de los “euro escépticos”; el francés François Hollande de doloroso; el inglés David Cameron, de profunda desilusión respecto de la Unión Europea (UE) y el belga Elio Di Rupo, presentó su dimisión. Más que ideologías políticas en las que la Merkel y Cameron se ubican a la derecha y Hollande como “socialista”, lo que parece preocuparles es que los nuevos diputados no son de sus partidos sino de corrientes críticas que pueden desajustarles la fiesta, los acuerdos y negocios entre los gobernantes. Les desestabiliza por un tiempo la situación que al parecer tenían controlada.
En el parlamento hay 751 escaños ocupados por diputados que pertenecen a casi todos lo países de Europa: el derechista Partido Popular Europeo (PPE) tendrá 214 asientos; la Alianza de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D) alcanzará 189 bancas; otros partidos beneficiados en la izquierda y la derecha fueron: La Izquierda Unitaria Europea (GUE) tendrá 42 escaños; los Verdes obtendrán 52 sitios. Incluso estarán otros 63 eurodiputados de partidos todavía sin adscripción a ningún grupo parlamentario que entrarán en la Eurocámara.
El parlamento europeo se parece mucho al sistema parlamentario de la mayoría de los países. Muy parecido al de México donde domina la derecha y la izquierda sólo sirve para negociar acuerdos. La corriente estudiantil “Podemos” de España –por ejemplo- logró colar a cinco diputados, entre ellos el polemista Pablo Iglesias, que seguramente provocaran encendidas discusiones acompañadas de brillantes análisis, pero luego terminarán acatando el voto de la derecha mayoritaria. ¿acaso no ese ha sido el papel “brillante” de los parlamentos?
El caso del PSOE y PP españoles puede servir de ejemplo para ver el enojo de los partidos tradicionales provocado por las elecciones al parlamente europeo: Estos dos partidos que dominan España desde la muerte de Franco han monopolizado los diputados del parlamento europeo, pero el pasado domingo se dieron cuenta de que han comenzado a desplomarse en beneficio de otras corrientes parlamentarias como Izquierda Parlamentaria, Podemos, Unión, Progreso y Democracia y otras. No solo provocó la renuncia de Pérez Ruvalcaba sino el enojo de PP.
Ni modos: entre parlamentos, guerrillas, grandes manifestaciones, protestas, ilusiones y acomodos, seguiremos viendo los movimientos en el ajedrez político y observando como pasan los años cambiando muchas cosas para que todo siga igual. ¿Hasta cuándo nos liberaremos de la dominación imperial que año tras año prolonga su dominación? Aunque los pobres sean más miserables y las pequeñas protestas sean más numerosas, parece que llevamos más de treinta años de dominio total de la derecha con algunas raras excepciones “de socialismos” que no han podido mantenerse.
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