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lunes, 24 de mayo de 2021

Iriarte y la Concordia Franquista

No descansa la derecha españolista en su esfuerzo por tergiversar la memoria histórica ciñendo el relato de los crímenes de guerra y el terrorismo de estado a su conveniencia.

Cada avance logrado por quienes se interesan en la justicia y la reparación con el reconocimiento pleno de las víctimas es inmediatamente cuestionado por la derecha navarra, alineada, obviamente, con lo más retrógrada de la derecha española.

Nafarroa no es la excepción, como nos muestra este artículo dado a conocer por Naiz:


Iñaki Iriarte (NA+), al frente de una asociación con una lectura equidistante sobre el 36

El parlamentario de Navarra Suma Iñaki Iriarte preside la asociación Memoria y Concordia, que cuestiona las políticas de memoria histórica para reconocer a las víctimas del franquismo. Es uno de los parlamentarios que fijan la posición de la derecha navarra en «la batalla del relato».

Martxelo Diaz

La recuperación de la memoria histórica y el recocimiento de las víctimas del franquismo tras el golpe de 1936 fue uno de los ejes del llamado Gobierno del Cambio que lideró Uxue Barkos en Nafarroa. Con esta política se trataba de superar el manto de silencio y la marginación institucional que habían sufrido estas víctimas. En Nafarroa, donde no hubo frente de guerra se registraron más de 3.000 fusilados por el bando franquista, hasta hace pocos años lo sucedido en 1936 eran cuestiones de familia de las que no se hablaba.

La llegada del PSN al Gobierno no ha quebrado esta línea política. Hay que tener en cuenta que en Nafarroa una buena parte de los fusilados fue por su vinculación a la UGT y al PSOE mediante las Casas del Pueblo. Ana Ollo (Geroa Bai) sigue siendo la consejera encargada de esta política, pero un cargo del PSN, Martín Zabalza, es el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos. Por tanto, existe una voluntad de continuar con la recuperación de la memoria histórica, que en fechas recientes ha visto como se ha reconocido oficialmente a los represaliados de Osasuna o se han entregado a sus familias los restos de desaparecidos por el franquismo cerrando un ciclo de décadas de sufrimiento. Recuperaciones de cuerpos, identificaciones mediante el Banco de ADN y actos de reconocimiento han sido una constante. Las instituciones han seguido el trabajo hecho durante años por colectivos populares.

Amplio acuerdo en Nafarroa

Son solo dos ejemplos de acciones concretas que se han llevado a cabo en Nafarroa, donde en pocos años se ha dado un salto de gigante. En esta cuestión, los partidos del herrialde tienen una posición común a favor de esta polítíca, desde el PSN y Geroa Bai hasta EH Bildu, pasando por Podemos-Ahal Dugu e I-E.

UPN (o Navarra Suma) no estaba cómodo ante este consenso, pero tampoco ha querido desmarcarse del mismo. En esta cuestión, se puede decir que, como poco, quedaba en evidencia la inacción de los gobiernos de UPN. En cualquier caso, este partido aceptaba lo que se estaba haciendo y subrayaba que no tenía ninguna vinculación con el franquismo.

Sin embargo, la derecha navarra alberga en su seno tendencias que no ven con buenos ojos y consideran que se está llevando a cabo «un revanchismo» por parte de quienes fueron víctimas del franquismo. En el Estado español exista esta tendencia y ahora parece que en Nafarroa quiere demostrar que también existe.

Memoria y Concordia

En este contexto, la pasada semana se presentó en Iruñea la asociación Memoria y Concordia, que en su declaración programática señala que «en demasiadas ocasiones los crímenes ocurridos durante la Guerra Civil y el franquismo han sido utilizados de forma sectaria, con el propósito de reavivar el enfrentamiento entre españoles, descalificar a opciones políticas democráticas, acusándolas de ser las herederas del franquismo, y conseguir para algunos proyectos políticos (a veces, abiertamente contrarios al sistema democrático creado en 1978) una posición de pretendida superioridad moral».

En la presentación estuvo el presidente del nuevo colectivo, el parlamentario de Navarra Suma Iñaki Iriarte. También acudió Román Luzán, concejal de UPN en Iruñea en la pasada legislatura y hubo una intervención del historiador Fernando del Rey, crítico con la actual Ley de Memoria Democrática del Estado español. En la intervención de Iruñea, Del Rey calificó de «inaudito» que se señale que «las víctimas del bando franquista ya tuvieron reconocimiento en el pasado» y que «en la democracia española actual se den por buenas posiciones sectarias y faltas de todo pudor».

Iriarte se vio envuelto en una polémica en 2019, cuando acudió junto a otro parlamentario de Navarra Suma, Pachi Pérez, a una comida en Leitza en la que la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) recordaba al primer requeté muerto en 1936, Joaquín Muruzabal, en la ofensiva para ocupar Gipuzkoa. La cosa se lió e Iriarte acabó denunciando en los tribunales a Santos Cerdán, uno de los pesos pesados de la Ejecutiva Federal del PSOE, por llamarle «fascista». En UPN trató de salvarse la polémica señalando que Iriarte y Pérez fueron a la comida engañados.

Iriarte, referencia en Navarra Suma

En cualquier caso, Iriarte no es un parlamentario de la última fila de la bancada de Navarra Suma. Es profesor de la UPV-EHU, euskaldun, y el portavoz habitual de este grupo cuando en el Parlamento se tratan mociones o declaraciones que denuncian conculcaciones de derechos humamos como la denuncia de la tortura o se defiende la necesidad de acabar con el alejamiento de los presos. De una sólida formación intelectual, es el hombre de la derecha navarra que marca posición en todo lo relacionado con el relato de lo sucedido en Nafarroa y Euskal Herria. En uno de sus últimos tweets, criticaba un cartel de Ernai en el que se descalificaba a la Ertzaintza.

 


 


«Llama la atención el hecho de que, del mismo modo que a lo largo del franquismo se erigió un muro de silencio en torno a los represaliados republicanos, se haya producido durante los gobiernos democráticos un olvido patente e incluso injusto de los represaliados por los autoridades republicanas o por las milicias que actuaban en su territorio», señala Memoria y Concordia, obviando que en Nafarroa no hubo milicias republicanas.

«Se ha afirmado que dichas víctimas ya fueron reconocidas por el franquismo, pero ese reconocimiento no justifica el olvido sistemático por parte de unas instituciones democráticas que basan su legitimidad en la representación de todos los ciudadanos», añade la nueva asociación.

Junto a ello, aboga por «nuevas formas de gestionar la políticas de la memoria», destacando que «sin renunciar a investigar lo sucedido en toda su crudeza, sean también capaces de poner en perspectiva histórica unos hechos acaecidos hace ya demasiados años para que sigan tensionando de este modo el presente de España».




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