Los gobiernos de orientación claramente fascista se caracterizan por someter las libertades humanas al imperio de la ley, como por ejemplo, la libertad de que deben gozar los niños y adolescentes para practicar el deporte de su preferencia.
Pero en Españistán el asunto va más allá, resulta que uno de los regímenes más corruptos de que se tenga constancia ha secundado a la FIFA en una medida que supuestamente fue creada para impedir que los equipos de futbol lucren en el mercado de piernas juveniles. En manos del los borbónico-franquistas esta medida está siendo utilizada en contra de los hijos de migrantes y su derecho a afiliarse en clubes deportivos.
Pero en el particular rincón de Europa que es Euskal Herria los txikis, no importa donde hayan nacido, han ganado la batalla.
Lean esta nota publicada en El Diario:
Gobierno vasco defiende la concesión de licencias deportivas a menores extranjeros
Rechaza aplicar el artículo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA en "grave perjuicio de ellos"
El Gobierno vasco defiende la concesión de licencias deportivas a menores extranjeros, garantizando la igualdad de trato, sobre todo, en los ámbitos relacionados con la formación y desarrollo integral del menor. En este sentido, considera que "no cabe tolerar discriminaciones" por razón de nacionalidad.
Así se recoge en un dictamen de la Dirección de Juventud y Deportes del Gobierno vasco, --a requerimiento del Ararteko tras la queja de un padre por las dificultades para federar a niños no nacidos en España--, en el que señala que "tiene que actuar, en relación a las funciones públicas delegadas que ejercen las federaciones vascas en materia de emisión de licencias, en cumplimiento del interés superior del menor y no cabe tolerar discriminaciones por ser un menor extranjero".
Para el Ejecutivo autónomo, los extranjeros menores de edad con vecindad administrativa en el País Vasco "deben ser tratados con igualdad frente al resto de los menores, sobre todo en los ámbitos que están relacionados con su formación y desarrollo integral".
En este sentido, constata que la práctica del deporte y la posibilidad de competir "benefician a los menores, por lo que una negativa a emitir la correspondiente licencia federativa no es conforme con el interés del extranjero o extranjera menor de edad".
Además, considera que "no resulta concebible" aplicar el artículo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA -cuyo título invoca la protección de los menores- en "grave perjuicio de ellos".
"Resulta muy loable que las federaciones internacionales traten de proteger a los futbolistas menores frente a la explotación abusiva de los clubes con pretensiones mercantilistas, pero, en el caso que nos ocupa, nos encontramos ante una práctica recreativa de unos menores extranjeros bajo la tutela de la Administración, y no ante un fichaje de jugadores con pretensiones especulativas por parte del club recurrente que, muy al contrario, viene desarrollando una importante labor social", afirma la Dirección de Deportes.
Situación denunciada
El Ararteko recibió la queja del padre adoptivo de un menor de origen extranjero por los problemas que existían por parte de la Federación Vasca de Fútbol para inscribir en el deporte federado a los menores nacidos en otros países, en la medida en que no acreditaran la preceptiva autorización de la FIFA, según señala su informe de 2015.
El Defensor del Pueblo vasco apeló ante la Dirección de Deportes del Gobierno vasco a los principios que recoge la normativa estatal de Protección Jurídica del Menor, así como la Ley vasca 3/2005, de 18 de febrero, de Atención y Protección a la Infancia y la Adolescencia.
En su iniciativa, el Ararteko recordaba que la Ley que regula los derechos y deberes de las personas extranjeras, "si bien no hace referencia al derecho a federarse de los menores que están en situación irregular, sí prevé su derecho a la educación, que incluye la obtención de la titulación académica correspondiente y el acceso al sistema público de becas y ayudas en las mismas condiciones que los españoles, sin exigir que tengan permiso de residencia, ni ellos o ellas ni sus progenitores".
Concluía el Ararteko de todo ello que los extranjeros menores de edad "deben ser tratados con igualdad en relación con los menores nacionales, sobre todo, en los ámbitos que están relacionados con su formación y desarrollo integral".
En esta líena, apuntaba que los requisitos cuya exigencia motivaba la queja "pueden tener sentido en otros contextos, en la medida en que sirven para evitar determinadas prácticas abusivas por parte de grandes clubes de fútbol, que, por resultar contrarias al interés del menor, justifican una serie de prevenciones específicas".
No obstante, precisaba que su aplicación indiscriminada a supuestos que "nada tienen que ver con tales prácticas", como era el caso denunciado, produce un efecto "claramente disfuncional en relación con el interés del menor".
El Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno vasco se mostró de acuerdo con el Ararteko y llevó a cabo las gestiones necesarias para que estos menores estuvieran federados.
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