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jueves, 27 de mayo de 2004

Fox y su Amo Rodríguez

Tal como lo habíamos previsto, el borbónico franquista de "buen talante" no tiene intención alguna de poner un alto a la cacería de brujas a la que Madrid ha sometido a los refugiados vascos en México y así lo ha dejado claro su nuevo palafrenero Vicente Fox, a quien por lo menos hay que concederle el entender que en ese tema no hay diferencia entre los militantes del PSOE y los del PP.

Más grave en lo que respecta a Rodríguez constituye el hecho que se haya posicionado en contra del bloqueo por parte de las delegaciones europeas en contra de la declaración por parte de las delegaciones latinoamericanas con respecto a los actos de lesa humanidad llevados a cabo por Estados Unidos en Irak. Lo hace mencionando la tortura en Abu Ghraib justo cuando el Comité de Prevención de la Tortura de la ONU le está exigiendo a Madrid que enderece el rumbo con respecto a la práctica institucional de la tortura en contra de militantes independentistas vascos.

Aquí lo que nos informa La Jornada:


Saluda Rodríguez Zapatero el "rencuentro" con México

Fox, en tanto, ratifica respaldo a la lucha contra ETA


Rosa Elvira Vargas

Para "certificar" el rencuentro con México y toda Latinoamérica que decidieron los españoles el 14 de marzo, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció tener con la región una visión compartida del orden mundial y defender el multilateralismo y la legalidad internacional. En ese contexto, definió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como "la gran oportunidad y quizá la única garantía de futuro".

En conferencia de prensa conjunta con el presidente Vicente Fox, luego de sus primeras conversaciones privadas en Los Pinos una hora antes, el gobernante español se refirió también al veto de las delegaciones europeas sobre el texto de la declaración final de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, que condenaba los actos de abuso y tortura cometidos por soldados estadunidenses contra prisioneros de guerra en Irak.

"Mi postura ante cualquier tipo de tortura es una condena clara y radical", declaró Rodríguez Zapatero, y abrió la posibilidad de que finalmente el texto que suscribirán los mandatarios reunidos considere el punto.

Agregó que quienes tienen que recibir la condena y asumir la responsabilidad sobre esos hechos son lógicamente los autores, no un pueblo, no un país, sino "los autores, que tienen nombre y apellido". Un sistema democrático, como debe funcionar, como funciona el estadunidense, debe agotar todas las vías de exigencia de responsabilidad, afirmó.

A su vez, el presidente Fox expuso que en el repaso de la agenda bilateral, su gobierno ofreció participar en la lucha contra el terrorismo y que de forma específica con España esa colaboración sería plena. En seguida y en un tema al que Rodríguez Zapatero no aludiría en ningún momento, el anfitrión aseguró: "En el caso de ETA y a quienes buscaran espacios y lugares aquí, en México, para evadir la acción de la justicia en España, hemos ofrecido y sostenemos plena colaboración (para detenerlos)".

La transición "de las 20 mil cosas"

El jefe del Ejecutivo manifestó que en la relación de respeto que mantienen España y México es válido disentir. Además, por la mañana, en una entrevista con la Televisión Española, aseguró que la transición democrática mexicana ha sido "tersa, aunque ha tenido altas y bajas".

Aquí, declaró el mandatario, se dan grandes debates públicos y un trabajo muy profundo para erradicar la corrupción, aunque señaló que los casos del Gobierno del Distrito Federal "no parecen estar siendo castigados".

Y luego comparó: "Esta transición no tiene las sacudidas que tuvo, por ejemplo, la española en su origen, que hubo violencia, muertes, huelgas, 20 mil cosas que aquí en México no ha habido, y estamos transitando con estos grandes debates públicos, pero no pasarán de ahí".

Luego, ya en presencia del jefe del gobierno español, se refirió a la reunión que tendrá hoy con la dirigencia del PRI, al que dio la bienvenida porque implica que las instituciones mexicanas están procesando distintos temas, así que se dijo seguro "de que va a ser muy exitosa por los avances que llevan ya los acuerdos preliminares".

Rodríguez Zapatero, con un discurso que partió de lo que llamó "una especie de declaración de principios", agradeció la acogida que México dio a quienes tuvieron que sufrir el exilio como consecuencia de la Guerra Civil española, en la década de los 30 del siglo pasado, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río. Ese gesto, subrayó, "está en el corazón de los demócratas españoles".

Luego habló del momento actual. "El rencuentro no fue una decisión del gobierno que presido, fue una decisión de los españoles, y sé que la inmensa mayoría de ellos, y estoy convencido que la inmensa mayoría de los ciudadanos mexicanos, entienden perfectamente lo que quiero decir: votaron el rencuentro", expresó.

Ante más de medio centenar de periodistas y desde la escalinata principal de la residencia Miguel Alemán, el jefe del gobierno español también se declaró convencido de que la mayoría del pueblo de Estados Unidos condena y hará responder a los responsables de las torturas contra prisioneros de Irak, pueblo éste que, insistió, "debe recuperar su soberanía".

A su vez, el presidente Fox respondió, a una pregunta sobre la alerta que ayer lanzó el gobierno de Estados Unidos ante un "inminente" ataque a su territorio, que el gobierno mexicano toma en serio cualquier amenaza a la tranquilidad y la paz.

"Ya nos tocó vivir esto en diciembre pasado. Actuamos de manera muy rápida. Si bien hubo quejas de algunos usuarios de los aeropuertos o de pasajeros internacionales, no podemos cambiar eso por la seguridad, por proteger vidas, por proteger el patrimonio de los ciudadanos."

Apuntó enseguida que el llamado Plan Centinela, que organizó el gobierno mexicano para estos casos, opera de manera permanente, "y cuando hay alerta roja o amarilla o del color que sea, y haya información, vamos a redoblar nuestros dispositivos de protección y seguridad".

De este modo, con un discurso del gobernante visitante de rencuentro con el pueblo mexicano, mientras que del lado local se ponía el acento en los temas comerciales -hasta señalar en dos momentos que existe un desacuerdo por el aceite de oliva español-, se vivió la primera reunión entre Rodríguez Zapatero, con apenas algo más de un mes en el gobierno, y Vicente Fox, que de la política interna pasó sin transición ni puente al tema de la cumbre, porque ahí se reunirán, dijo, "la tercera parte de los países del mundo".

Las preguntas previamente concedidas se cortaron de súbito porque, dijo el Presidente mexicano, ya iban "a cenar''. Ahí hubo discursos de parte de ambos políticos pero se decidió dejarlos con carácter de privados. 


 

La opinión del cartonista Magú:






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