Misiva a Zapatero

Este carta abierta ha sido publicada en inSurGente:

Querido Presidente

por Óscar Gómez Mera


Estimado Señor Presidente del Gobierno:

Sé que últimamente anda usted muy ocupado prometiendo el oro y el moro a la ciudadanía española, para que el próximo 9 de marzo acuda a refrendarle. Amén del trabajo de chinos que supone el recopilar pruebas para ilegalizar ANV y el PCTV con el idéntico fin de conseguir mayor número de votos. Ya que ilegalizar partidos y denegar derechos a la ciudadanía vasca, como ha quedado demostrado, no sirve para acabar con el terrorismo sino única y exclusivamente para salir guapo en la foto.

Pero como usted y su Gobierno se han mostrado en las últimas semanas partidarios de ilegalizar formaciones políticas si se reunían indicios para acusarlas de terroristas, he me tomado la licencia de molestarle con esta misiva para exigirle que aplique la ley de partidos. O por lo menos la mande aplicar, al igual que hace con ANV y el PCTV, porque como todos sabemos el poder judicial es independiente, y el poder ejecutivo nada tiene que ver con las decisiones que toman los jueces. Usted y su Gobierno se dedican a señalar con el dedo y los jueces de forma independiente, ellos solitos sin ayuda de nadie, cumplen con su misión purificadora.

Recientemente la iglesia católica en España, a través de sus obispos, ha pedido a sus fieles que el 9 de marzo no voten a partidos que hayan negociado con ETA. Esto, supongo, habrá levantado ampollas, no ya en su partido, sino en otros como el PP y el PNV, ambos ultracatólicos, que ven como los ministros de su fe les niegan el pan y la sal. Porque al igual que su partido socialista (antes con González y ahora con usted) ambos, populares y jelkides, negociaron con ETA.

¿Por qué se le da a la iglesia católica tanta cobertura informativa? ¿No es acaso el Estado español un estado aconfesional? ¿No existe separación de poderes en España? ¿No existe separación entre la iglesia y el Estado? Lo verdaderamente constitutivo de delito no es el bombo que se le otorga a las manifestaciones y declaraciones de la jefatura católica española. La iglesia durante toda la legislatura se ha manifestado no a favor de la familia cristiana, sino en contra de los derechos de homosexuales a formar una familia y a obtener las prestaciones oportunas que se deriven de lo primero. Ha negado y niega a la mujer el derecho a decidir que hacer con su cuerpo. Ha negado y niega el derecho de la juventud a tener una sexualidad sana, natural y sin riesgos mediante su oposición inquisitorial al uso del preservativo. Ha negado y niega el derecho a la investigación con células madre en una clara oposición al intento de encontrar solución a terribles enfermedades. Además de ser cómplice de abusos sexuales, ya que según un obispo muy cristiano y muy caritativo, los niños van provocando y pidiendo a gritos que los violen repetidas veces.

Además de todo lo anterior ahora piden que se vote a la extrema derecha. Sí, a la extrema derecha. Porque si exceptuamos a los partidos que negociaron con ETA y a otras formaciones para las que nunca pedirían el voto (IU, BNG, ERC, …) sólo nos queda la extrema derecha. La misma extrema derecha que cuenta en sus filas con militares profesionales y cabezas rapadas que asesinan jóvenes de 16 años cuando van a manifestarse a favor de los derechos de los inmigrantes, apalean indigentes y prostitutas, queman a negros y sudacas. Fascistas que nunca cumplen de forma íntegra sus condenas y cuyos partidos no son ilegalizados a pesar de hacer, no ya apología, sino terrorismo en estado puro. Usted me contará el porqué.

Por ello le pido que ilegalice a los partidos de la extrema derecha y a todas las confesiones religiosas que quieran interceder y meter mano en la res publica, lo que no les compete. Empezando, como no podía ser de otra manera, con la cúpula de la iglesia católica la cual ha atentado contra varios artículos de la Constitución vigente (no discriminación por sexo en su artículo 14, derecho a la integridad física en su artículo 15, garantía de libertad ideológica en su artículo 16, y así hasta la saciedad).

Porque quien quiera pertenecer a una familia cristiana, llegar virgen al matrimonio, no usar preservativos, quedarse embarazada a los 16 años y traer al mundo a una criatura, o que le dejen el culo como un bebedero de patos porque lo va pidiendo a gritos, me parece muy legítimo y muy respetable. Pero quien quiera imponer su doctrina a toda la sociedad sólo cabe ser tachado de fundamentalista y enemigo de la libertad. Libertad que garantiza nuestra sacrosanta Constitución, la cual usted ha defendido a capa y espada durante toda la legislatura y en la cual se ampara para ilegalizar ideas y negar derechos fundamentales.

Por todo ello le pido que se plantee la ilegalización de la Iglesia católica y de los partidos extremistas que la amparan (el PP se salva, ya está descartado por haber negociado con ETA cuando Aznar era presidente) en base a la ley de partidos, porque entiendo que además de para negar derechos e ilegalizar ideas estará para algo más. Amén de hacer lo propio con los grupos “Y” que le han dado apoyo financiero. Es decir, todos los gobiernos que ha habido en España, los de Franco y el suyo incluidos.

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