Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 22 de junio de 2007

Diáspora Vasca en el México Independiente

El texto que están a punto de leer resume las carreras de miembros de la diáspora vasca que formaron parte de las fuerzas armadas de México en los años posteriores a la independencia. El mismo nos llega gracias a Vascos México, aquí lo tienen:

Tras la consumación de la independencia de México, los vascos se integraron al nuevo país durante su turbulento siglo XIX

Gorka ROSAIN UNDA

Al triunfo de la revolución de Independencia y la entronización de Iturbide como Emperador de México, apoyado por el ejército de las Tres Garantías -Religión, Unión e Independencia- y que no era otro que lo que quedaba del antiguo ejército español, esta fuerza armada, en cuyos cuadros de mando y cuerpos de tropa había muchos vascos de primera y segunda generación, se convirtió en el pie veterano del Ejército Mexicano y como tal cumplió su misión fundamental de defender y sostener la soberanía de la nueva nación con las armas en la mano, sobre todo ante las ambiciones expansionistas de sus vecinos del norte.

Así, encontramos que en el siglo XIX, que para México transcurrió entre guerras civiles, asonadas, cuartelazos, pronunciamientos, revoluciones y hasta tres guerras extranjeras: dos de ellas con Francia -la de los Pasteles en 1838 y la de Intervención en 1862- y una con Estados Unidos en 1847, con su preludio de la Guerra de Texas en 1836, esos militares vascos y sus descendientes, muchos de cuyos nombres desafortunadamente se han perdido para la historia, fertilizaron con su sangre las tierras mexicanas.

A los iniciadores de la revolución de independencia Allende y Unzaga, Aldama, Abasolo, Josefa Ortiz de Domínguez, corregidora de Querétaro -que no era vasca pero se educó en el Colegio de las Vizcaínas-, el navarro Javier Mina, Mariano Michelena y el propio Miguel Hidalgo y Gallaga-Gastegui, les siguió Iturbide, consumador de la independencia, inventor de la bandera nacional y quien dio el nombre de México a todo el país, como primer emperador de la nación por voluntad popular, con apoyo del ejército, como ya lo hemos mencionado en otros trabajos.

En este ejército destacaron varios vascos de primera generación como los generales Pedro Celestino Negrete, Luis Cortazar, Jefe del Estado Mayor; José Antonio Echávarri, Andrés Mendivil y otros más y muchos de segunda generación como José Joaquín de Herrera y Ricardos, hijo de doña Ana de Ricardos e Iberri, oriunda de San Sebastián, y que estaba casado con la dama donostiarra Ana de Alzugaray, con quien tuvo varios hijos.

Ingresó en el ejército como cadete en el Regimiento de la Corona en 1809, combatió a los insurgentes y cuando España reconoció la independencia se sumó al ejército Trigarante, ayudó a pacificar el país y en 1825 combatió a la guarnición española que permanecía en el fuerte de San Juan de Ulúa desde 1821, hasta que ésta se rindió. Fue presidente de la República, ejerciendo el poder con honradez y entrega; participó en la guerra de Texas y contra Estados Unidos, reorganizó el Estado Mayor del ejército y en 1847 fue comandante en jefe de las fuerzas que defendieron la ciudad de México del asedio estadounidense, hasta el final.

Melchor Múzquiz. Vio la primera luz en Monclava, Coahuila en 1790. Estudió en México en el Colegio de San Ildefonso y abrazó la causa insurgente desde su inicio. Fue gobernador del Estado de México y ya como Gral. de Brigada fue comandante general de Puebla. Ocupó el cargo de presidente interino de la República en 1832. En su gobierno se ordenó la acuñación de moneda de cobre. Fu miembro del Supremo Poder Conservador hasta su muerte en 1840.

Miguel Echagaray. Nació en Puebla y luchó contra los estadounidenses en 1847. En 1854 alcanzó el grado de General de Brigada. El presidente Santa Anna lo nombró gobernador y comandante general de Michoacán Combatió a los liberales y el 24 de noviembre de 1854 éstos atacaron Morelia cuando Echagaray estaba en el Palacio de Gobierno, salió al balcón y una bala disparada por un insurrecto le arrebató la existencia.

Pedro Celestino Negrete nació en San Esteban, Vizcaya. Participó en toda la guerra de Independencia combatiendo primero a los insurgentes y alcanzó el grado de brigadier. Luego de integrarse al Ejército Trigarante participó en varios combates contra remanentes del ejército virreinal, contra gavillas de malhechores dispersas por el territorio nacional y contra los indios bárbaros del norte y sur de México. Finalmente salió del país y se fue a radicar a Burdeos, en donde murió.

José Antonio Echávarri ingresó en el ejército virreinal como cadete en el batallón “Fieles de San Luis”. Fue ascendiendo merced a su valor y pericia y cuando se consumó la independencia quedó en el ejército Trigarante e Iturbide lo ascendió hasta general pero por haberse rebelado contra el imperio fue desterrado del país y murió en Estados Unidos años después.

Ignacio Paredes Arrillaga. Nació en la ciudad de México y se inició como cadete en el Regimiento de Infantería de México en 1812. Se unió al ejército Trigarante y luego se pronunció contra Iturbide y ocupó importantes cargos militares. Fue presidente de la República interino y luego titular. Combatió en la Guerra de Texas y en la de 1847.

Pedro María Ampudia. Nació en La Habana y llegó a México en 1822 formando parte del séquito del virrey O’Donojú, con el grado de alférez. Se integró al ejército Trigarante y colaboró a la rendición de la guarnición española de San Juan de Ulúa. Participó en la guerra de Texas, y en 1847 contra Estados Unidos, ya como coronel. Aprehendió en un combate a los generales norteamericanos Fischer, ex ministro de guerra del gobierno texano, Murray y a Tomás Green, ayudante de Fischer. Participó en la batalla de La Angostura como general en jefe, en la defensa de Monterrey y en la Guerra de Tres Años, también llamada de Reforma. Fue gobernador de Nuevo León.

Pedro María de Anaya. Fue uno de los militares más brillantes y pundonorosos del ejército. Alcanzó el grado de general graduado. Fue ministro de la Guerra y en dos ocasiones ocupó la presidencia de la República. En la guerra contra Estados Unidos participó en varias batallas importantes y finalmente defendió el convento de Churubusco, punto estratégico en el trayecto hacia la capital del país, en donde se fortificó, hasta que se quedó sin parque y tuvo que rendirse; cuando el general invasor Twiggs le preguntó por el parque, Anaya le respondió con dignidad: “Si hubiera parque no estaría usted aquí”.

José María Arteaga nació en 1827, sentó plaza como soldado a los 20 años y rápidamente fue escalando todos los grados hasta llegar a General de Brigada después de la Guerra de Reforma entre liberales y conservadores, combatiendo contra éstos últimos. Por dos ocasiones fue gobernador de Querétaro y luego de Jalisco. Combatió la Intervención Francesa y ascendió a General de División. Finalmente cayó prisionero del general Méndez, que apoyaba a los franceses, y fue fusilado en Uruapan, Michoacán.

Miguel Auza. Fue militar y abogado, diputado al Congreso y gobernador interino de Zacatecas. Combatió a los conservadores en la Guerra de Reforma y a la Intervención Francesa...

Miguel María Echegaray. Hijo de un matrimonio de Gipuzkoa formado por Jerónimo Narciso de Echegaray e Ignacia Ricardos e Iberri, estudió en el Colegio Militar, en donde en su momento fue comandante del cuerpo de cadetes. Alcanzó el grado de General, participó en la Guerra de Texas y contra Estados Unidos, así como contra Francia. Tuvo el mando en jefe de las fuerzas que combatieron en Molino del Rey y actuó en la defensa de Chapultepec. También participó en el sitio de Querétaro, en donde tuvo su epílogo el imperio de Maximiliano.

Luis Echegaray, hermano del anterior -fueron 15 hermanos, todos militares- egresó del Colegio Militar y llegó a Coronel, combatió con gran valor a favor del Imperio y murió en La Ciudadela de la ciudad de México cuando la rebelión que se llamó “de la Acordada”.

Félix María Zuloaga, nacido en el estado de Sonora fue, militar, ingeniero y abogado. Combatió a los apaches y a los comanches en el norte. Participó en muchas acciones a favor de los conservadores y fue uno de los pocos presidentes de esta facción que llegó a presidente de la República. Se sabe que cuando ocupó este cargo, el gobierno de Estados Unidos le condicionó su reconocimiento a cambio de la cesión de los estados del norte del país, lo cual rechazó y eso provocó que los norteamericanos dieran su apoyo a los liberales, que sí estaban de acuerdo con la propuesta, aunque no llegó a realizarse. Zuloaga participó en la guerra contra Estados Unidos, en la de Reforma y en muchas otras campañas. También fue magistrado y político. Su currículum es muy extenso.

Este personaje tuvo varios familiares cercanos, dos de los cuales llegaron también a ocupar altos grados en el ejército, combatieron a los indios bárbaros y participaron en la guerra de Texas, en la de 1847 contra Estados Unidos, en la de Reforma y en la Intervención Francesa, contra los liberales.

Cadete Juan Escutia, uno de los seis conocidos como “los Niños Héroes”, que murieron en la defensa del castillo de Chapultepec, sede del Colegio Militar, contra los norteamericanos en 1847. Cabe aclarar que se les llamó “Niños” por la corta edad de algunos de ellos, como el jalisciense Francisco Márquez, de 13 años y quien sucumbió en su puesto de centinela cuando marcó el alto a una columna del batallón de Nueva York, que avanzaba hacia él formada y a paso veloz. Escutia se envolvió en una bandera nacional que estaba a punto de ser capturada por los invasores y se lanzó al vacío para evitar que esto ocurriese, muriendo al estrellarse contra las rocas. Aunque no se sabe con certeza si los padres de Escutia fueron vascos, pues no existen datos al respecto, por su apellido y por ser originario de Tepic, en ese entonces cantón de Jalisco, zona de colonización de los vascos desde tiempos de los Ibarra y los Oñate, se puede deducir que sí lo eran.

Y fue precisamente en Chapultepec donde el Batallón Activo de San Blas se convirtió en el principal protagonista de la batalla por su heroica defensa del punto contra fuerzas superiores en número pues se mantuvo en su posición hasta el último hombre, sin retroceder ni un paso y puso en graves aprietos a la división Pillow, cuyo comandante tuvo que solicitar refuerzos apresuradamente. Era fue comandante del Batallón de San Blas, el valiente Tte. Corl. Felipe Santiago Xicoténcatl, quien murió en la acción, pero el anterior comandante fue el Tte. Corl. Francisco Novoa Palacios y entre sus ayudantes encontramos los nombres del Tte. Corl. Florencio Azpeitia y del Tte. Corl. José María Uzeda.

Felipe Berriozábal. Militar e ingeniero, nació en Zacatecas. Fue gobernador de los estados de México, Michoacán y San Luis Potosí y realizó importantes proyectos de ingeniería. Como militar llegó a General y fue ministro de Guerra y Marina. Participó en la Guerra de Reforma y contra la Intervención Francesa. En la batalla del 5 de mayo en Puebla, aseguró el triunfo de los mexicanos al dar alcance con la caballería, junto con el Gral. Porfirio Díaz, a las tropas francesas en retirada.

Juan Arista. Formaba parte del Regimiento de Dragones de la Reina, que mandaba Allende, por lo que combatió a favor de la independencia y fue hermano de Mariano del mismo apellido.

Mariano Arista. Fue presidente de la República y Benemérito de la Patria. Desde los 15 años ingresó como cadete en el Ejército Español y luego se incorporó al Ejército Trigarante. Fue ministro de Guerra y Marina y ocupó muchos otros cargos importantes. Participó en la Guerra de Texas y en 1847 contra Estados Unidos. Fue comandante en jefe del Ejército del Norte, el primero en chocar con los estadounidenses.

Luego de una vida llena de acción se retiró a vivir a Sevilla y murió a bordo de un barco inglés cuando se dirigía a París en busca de alivio para sus males.

José Manuel Micheltorena. Nació en Oaxaca en 1802 e ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Línea de la Reina en 1816. Se unió a Iturbide en 1821 y luego se rebeló en su contra. En 1844 fue comandante general de California en donde se defendió de la arbitraria ocupación de varios puntos de esa región hasta terminar su parque. Participó en la batalla de La Angostura en 1847 contra los norteamericanos y en el resto de la guerra. Más adelante fue nombrado comandante general de Yucatán.

Miguel Miramón Tarelo. Es uno de los personajes más controvertidos de la historia de México por haber sido el principal sostén militar del Imperio de Maximiliano de Habsburgo, a quien le fue leal hasta su fusilamiento, junto con el emperador y el Gral. Tomás Mejía, en Querétaro, luego de que cayó esta plaza, último reducto del Imperio. Fue hijo del Tte. Corl. Bernardo Miramón y de Carmen Tarelo. Su padre fue hijo, a su vez, del matrimonio de navarros formado por Bernardo Miramón y María Josefa Arriquivir y Uriza.

Miramón fue uno de los militares más brillantes que ha habido en el ejército Mexicano. Estudió en el Colegio Militar y participó en la defensa del castillo de Chapultepec, en donde cayó prisionero de los estadounidenses. Siempre fue conservador y por su gran capacidad llegó a ser el general más joven del ejército y presidente de la República a los 25 años. Se perfeccionó en varias academias militares de Europa y se volvió prácticamente invencible en las batallas en que participaba pues además aplicaba eficazmente la llamada “guerra relámpago”, de la que fue precursor en México. Fue uno de los líderes conservadores de la Guerra de Reforma y siempre combatió a los liberales.

En este trabajo sólo hemos consignado hechos de algunos militares vascos de primera generación o sus descendientes que lucharon por el nuevo país con las armas en la mano, como lo exigían las circunstancias de la época. No están todos los que fueron ni tampoco figuran religiosos, intelectuales, científicos, políticos, literatos, historiadores, comerciantes, industriales ni exponentes de otras actividades, así como tampoco figuran en esta lista los muchos soldados rasos de origen vasco o naturales que participaron en aquellos hechos, héroes anónimos de todas las batallas del México independiente en el agitado Siglo XIX.

Bibliografía:

Artes de México, Iturbide, varón de Dios, 1971.
150 Biografías de Mexicanos Ilustres, Heriberto García Rivas. Ed. Diana, 1969.
Diccionario Océano Uno. Ed. Océano 1993.
Miramón. Juan Sánchez Navarro y Peón.
Diccionario Porrúa, 2ª. Ed. Editorial Porrúa 1965.


La historia de la presencia vasca en México debe ser estudiada tanto por los mexicanos como por los vasco-mexicanos para que así se pueda entender bien los que la diáspora de Euskal Herria ha representado para este país norteamericano.

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