Este artículo referente al reporte de Greenpeace con respecto a la costa de Euskal Herria ha sido compartido en Vascos México:
Estos son los desastrosos efectos del neoliberalismo. Por una parte tenemos a empresarios urbanista con la moral de un corsario y por otro a políticos dispuestos a venderse al mejor postor, y poco importan las consecuencias. Es precisamente lo que quiere evitar ANV.
Greenpeace denuncia que 172.000 nuevas viviendas amenazan el litoral vasco
Los ecologistas alertan de que la costa vasca podría llegar a perder hasta el 70% de sus playas por el cambio climático.
Concha Lago
bilbao. El litoral vasco va camino de convertirse en una costa masificada, símbolo de la voracidad constructora, según denunció ayer mismo Greenpeace, que alerta sobre la construcción de 171.900 nuevas viviendas en estas zonas. Este número de pisos supone, para hacerse una idea de la magnitud de este desarrollismo urbanístico, la misma cantidad de viviendas que constan en el catastro para toda la comunidad autónoma de la Rioja.
La afección sobre la franja marítima sería además especialmente grave ya que representa una media de 515 casas por kilómetro lineal de costa. En su informe Destrucción a toda costa 2007, en el que analiza la situación del litoral del Estado, la organización ecologista alertó de la presencia de puntos negros en Hondarribia, Pasaia, Donostia, Orio y Mutriku, en Gipuzkoa, y Ondarroa, Mundaka, Sukarrieta, Bermeo, Bakio, Gorliz, Barrika, Plentzia, Sopelana, Berango, Getxo y Leioa, en Bizkaia.
Todo ello a pesar de que el pasado mes de mayo, la consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga prometía cierto blindaje y que en el País Vasco no se edificará a menos de 500 metros del mar y aseguraba que el nuevo Plan Territorial Sectorial de Protección y Ordenación del Litoral evitará los desmanes de otras comunidades del Estado.
Con todo ello, la situación de Euskadi es ligeramente más favorable que en el resto del Estado ya que el informe de Greenpeace pone de relieve un urbanismo salvaje donde el número de viviendas proyectadas roza los tres millones. Asimismo existen 316 nuevos proyectos para construir campos de golf y 202.250 plazas hoteleras. La comunidad peor parada es Andalucía con 683.350 viviendas previstas en la costa, 41.800 ilegales.
sin necesidad Sin embargo, según Greenpeace, los desarrollos urbanísticos de la costa vasca siguen la misma evolución que en el resto del litoral y plantean un incremento de viviendas que se aleja mucho de las necesidades reales de la población. El máximo exponente de esta edificación exacerbada es el Plan Territorial Parcial (PTP) de la Diputación de Bizkaia que plantea viviendas suficientes para aumentar en 300.000 personas una zona que, desde los años 80, pierde 30.000 habitantes por década. Distinción especialmente crítica les merecen los planes para Uribe Kosta, donde las previsiones hablan de 40.000 casas, igual número que en el Txorierri, o las 90.000 residencias previstas para el área del Gran Bilbao.
Las "malas prácticas urbanísticas se importan en número y en modelo por todo el litoral", afirman aunque es en Bizkaia donde reprueban la superpoblación costera. Así en Bakio (2.000 habitantes) se plantea la construcción de 1.900 viviendas. Greenpeace les reprocha que el Plan Parcial S.R-5 Ohija incluya un campo de golf que copia el extendido modelo de asociar estas instalaciones a las viviendas con el objeto de revalorizarlas. Igualmente censuran los planes para el barrio de Andra Mari en Getxo con la construcción de 8.380 nuevas residencias, elevando su población en un 30%. Tampoco se salva de la quema Sopelana, donde el Plan Territorial Parcial prevé entre 5.000 y 8.000 nuevas viviendas. Berango, Urduliz, Leioa, Gorliz y Plentzia son otros de los lugares conflictivos.
A juicio de Greenpeace, los planes urbanísticos "ya no respetan ni los espacios protegidos", como en el caso de Ondarroa, donde el ayuntamiento promueve 500 residencias sobre la marisma de Aieri, protegida en la Red Natura 2000.
Junto a las elevadas previsiones urbanísticas, la costa vasca se enfrenta a otra gran amenaza, el cambio climático. Según los expertos, en Bizkaia pueden llegar a perderse el 45% de sus playas, porcentaje que en Gipuzkoa se eleva al 70,6%, como consecuencia de la subida del nivel del mar provocada por efecto del cambio climático.
El último de los impactos analizados es la contaminación, con un dato que tampoco invita al optimismo: 32 municipios vascos incumplen la Directiva europea de saneamiento de aguas residuales, de los cuales, Bermeo, Mundaka y Barrika en Bizkaia y Donostia se encuentran en el litoral. Las playas de Saturraran, Toña y Oribarzar incumplen las normas de calidad mínimas establecidas por la UE.
Estos son los desastrosos efectos del neoliberalismo. Por una parte tenemos a empresarios urbanista con la moral de un corsario y por otro a políticos dispuestos a venderse al mejor postor, y poco importan las consecuencias. Es precisamente lo que quiere evitar ANV.
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