Un blog desde la diáspora y para la diáspora

miércoles, 11 de mayo de 2016

¿Una Bandera?

Aclaramos antes de que inicien la lectura de este texto dado a conocer por Noticias de Gipuzkoa que en este blog colaboran integrantes de Nabarralde y que en general nos parece que sus propuestas son muy necesarias, sobre todo para contrarrestar a quienes insisten en que los vascos nunca han vivido bajo la égida de una entidad política propia y soberana -tesis que incluso apoya Mark Kurlansky, supuesto aliado de la autodeterminación vasca-.

Es más, es tanto nuestro afán de generar diálogo que nosotros agregamos un elemento más al debate, esperamos lo noten.

Aquí el planteamiento de marras:


Joseba Aranburu Garmendia

En un reciente articulo (NG, 6 de mayo) los conocidos miembros de Nabarralde Anjel Rekalde y Luis Mª Martínez Gárate proponen una simbología dual para Euskal Herria (bandera de Nafarroa e ikurriña). Curioso caso el nuestro, posiblemente la única Nación del mundo ¡con 2 banderas! ¿Porqué? Por el hecho que subrayan los autores de que en el pasado los vascos -a lo que matizo yo, sólo una parte de ellos (los navarros)- tuvimos un Estado propio, conquistado por Castilla en el siglo XVI.

Una vez más, Rekalde y Martínez Gárate (y Nabarralde en general) reinciden en un error de bulto: confundir una parte de Euskal Herria (Nafarroa) con Euskal Herria entera. Por ello es absurdo generalizar los símbolos de Nafarroa al conjunto del País. El pan-nabarrismo es una entelequia confusa que merece -sin duda- un análisis más profundo, pero que yerra de base al confundir el conjunto de la nación vasca con el antiguo reino de Nafarroa.

Y aunque en el citado artículo se propone un simbolismo dual, la idea que subyace en el mismo es el deseo de suplantar la ikurriña por la bandera navarra, como insinuó en cierta ocasión Rekalde. En efecto, la desafección de Nabarralde por la ikurriña es notoria, y se refleja muy bien en los actos que organiza (en donde es más difícil encontrar una ikurriña que en un mítin de UPN).

La ikurriña es hoy la bandera que reconocen como propia la mayoría de vascos de los zazpi herrialdes (con la única excepción de la Navarra meridional, quizás). Es la bandera que nos identifica en todo el mundo, y la que exhiben con orgullo nuestros paisanos de la diáspora. En sus 120 años de historia ha arraigado con fuerza en los corazones de los vascos. Pretender sustituírla o relegarla a un segundo plano -indisimulado deseo del pan-nabarrismo- es hacerle el juego al casposo nacionalismo hispano. Una Nación -y Euskal Herria lo es- sólo tiene una bandera, no 2 ni 50. Horregatik, ozen eta harro esaten dugu: gurea, ikurriña!






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