Tal como comentamos, la propietaria de la lista Vascos México no se iba a poder quedar callada ante la llegada al Ajuria Enea de Patxi López ha vuelto a romper la prohibición de hablar de política en la lista:
Mentira, en la lista si que se tocan temas políticos, Ibarretxe y el PNV siempre han contado con espacios en ella, lo que quiere realmente decir es que no se toman temas políticos orientados a la autodeterminación y recuperación de la soberanía de Nabarra, tampoco se hablaba de la represión, la tortura por parte de la Ertzaintza, los secuestros, el Apartheid, las cadenas perpetuas, las campañas solidarias, el despotismo de Javier Balza, de eso es de lo que no se hablaba.
Digna de la escuela de Josu Jon Imaz, ella sí ejerce el "derecho" que le da ser la propietaria para poner la lista a disposición (tal vez por última vez) de Ibarretxe, como lo ha hecho en múltiples ocasiones a lo largo de la existencia de la misma.
Lo hace para proporcionarnos esta nota:
La pregunta es, ¿para qué lo hace?
¿Cree acaso que los miembros de la lista van a entender todo esto después de que sistemáticamente y por orden de Lakua se les ha privado por años de la información que les hubisese permitido ahora comprender en toda su extensión este texto?
¿Surgirán preguntas o se quedarán callados sabiendo que pueden desatar su furia vengadora que bien puede materializarse en una expulsión de la lista?
Esperemos que mientras Patxi sea lehendakari los vascos de una vez por todas renunciemos a actitudes como las que privan en la lista de Vascos México y en la mayoría de las eusko etxeak, sobre todo las de América Latina que tan gustosamente se supeditaron a lo dictado desde ese Ajuria Enea que hoy ocupa la izquierda franquista que muy gustosamente cortará todos los sabrosos subsidios.
Aquí les mando un poco de historia “política”, a pesar de que en el grupo no tocamos temas políticos, hoy de alguna forma se ha hecho historia en el País Vasco y aquí un artículo que salió en la prensa vasca.
Mentira, en la lista si que se tocan temas políticos, Ibarretxe y el PNV siempre han contado con espacios en ella, lo que quiere realmente decir es que no se toman temas políticos orientados a la autodeterminación y recuperación de la soberanía de Nabarra, tampoco se hablaba de la represión, la tortura por parte de la Ertzaintza, los secuestros, el Apartheid, las cadenas perpetuas, las campañas solidarias, el despotismo de Javier Balza, de eso es de lo que no se hablaba.
Digna de la escuela de Josu Jon Imaz, ella sí ejerce el "derecho" que le da ser la propietaria para poner la lista a disposición (tal vez por última vez) de Ibarretxe, como lo ha hecho en múltiples ocasiones a lo largo de la existencia de la misma.
Lo hace para proporcionarnos esta nota:
La huella de los lehendakaris
Seis lehendakaris para 73 años de historia. Desde Aguirre hasta López, desde la Guerra Civil hasta la 'pax vasca', desde el franquismo hasta el frentismo. Han sido, son, los arquitectos de la historia política de Euskadi
1999 - 2009 Ibarretxe fue el último en jurar en 2005 "ante Dios humillado", ante el crucifijo y sobre una Biblia traducida al euskera
La cita de Patxi López con la historia tiene dos días señalados en el calendario. El primero es el día de su investidura en el Parlamento Vasco, que fue hoy, 5 de mayo, cuando se conviertió en el sexto lehendakari de la historia de Euskadi y el primero de adscripción no nacionalista vasco. El segundo hito será más solemne y llegará dos días después en la Casa de Juntas de Gernika-Lumo, donde jurará bajo el roble con una fórmula nueva. También por esta razón, el cambio de la letra del juramento, será histórica la jornada, así como por el hecho de ser el primer lehendakari del Gobierno Vasco que no acredita estudios superiores ni trayectoria profesional e institucional alguna.
López será el primer presidente socialista del Gobierno Vasco, aunque los diferentes ejecutivos que ha conocido la primera institución de Euskadi han acogido a un importante número de consejeros del Partido Socialista -incluso un vicelehendakari, Ramón Jáuregui-. Ya el primer Gobierno de Euzkadi presidido por el lendakari -entonces se escribía así y era un neologismo creado por miembros del PNV procedentes de las palabras lehen (primer) e idazkari (secretario)- José Antonio Aguirre Lecube incluía a tres consejeros del Partido Socialista Obrero Español: Juan de los Toyos (consejero de Trabajo, Previsión y Comunicaciones), Santiago Aznar (Industria) y Juan Gracia (Asistencia Social). Formado en octubre de 1936 y con sede en el hotel Carlton de Bilbao, fue un gobierno de concentración, en el que estuvieron presentes nacionalistas (PNV y ANV), socialistas (PSOE), comunistas (PCE) y republicanos (Unión Republicana e Izquierda Republicana), no sin tensiones entre ellos, que sólo pudo desplegar sus poderes en Bizkaia y parte de Gipuzkoa durante unos meses hasta la caída de Bilbao en julio de 1937. Aguirre tuvo que abandonar el país y marchar al exilio en el que permaneció hasta su fallecimiento. En estos 24 años, el Gobierno Vasco en el exilio tuvo dos sedes: una en la 5ª Avenida de Nueva York (entre los años 1941 y 1946) y después, a su regreso a Francia, en París donde constituyó nuevamente el Ejecutivo.
Durante la Segunda República, Aguirre fue elegido alcalde de Getxo y tenía mucho predicamento y ascendente en las filas de la formación jeltzale y fuera de ella. Su elección como lendakari tuvo lugar un 7 de octubre en una votación en la que participaron los concejales vizcainos y algunos de los ediles guipuzcoanos y alaveses (en Álava y Navarra había triunfado la sublevación franquista y para esa fecha, la práctica totalidad de Gipuzkoa estaba ya en manos de los facciosos), en la que cada uno de ellos representaba tantos votos como había obtenido en los últimos comicios municipales.
En ese primer gabinete, el ministro de Justicia y Cultura, amén de hombre de confianza de Aguirre, era Jesús María Leizaola que, a la postre y tras la muerte de Aguirre el 28 de marzo de 1960 se convirtió en el segundo lendakari. Precisamente, juró el cargo en el funeral de Aguirre celebrado en Donibane Lohizune, las circunstancias obligaron a hacerlo de una manera precipitada y sin gran solemnidad. Al igual que su predecesor, se vio obligado a ejercer el cargo desde el exilio la totalidad de su mandato hasta su regreso a este lado de la muga el 15 de diciembre de 1979. Durante esos 19 años sólo una vez pisó territorio de Hegoalde. Logró llegar de incógnito a Gernika para celebrar el Aberri Eguna de 1974. Ese día también visitó la Basílica de Begoña, concedió una rueda de prensa clandestina en Bilbao y rindió homenaje a Sabino Arana en el cementerio de Sukarrieta. Tras quince minutos en Gernika, volvió rápidamente a Donibane Lohizune.
Leizaola recibió un cálido y multitudinario homenaje en el campo de San Mamés el 15 de diciembre de 1979 y al día siguiente entregó sus poderes de lendakari al presidente del Consejo General Vasco y miembro del PNV Carlos Garaikoetxea, quien cuatro meses después, tras las primeras elecciones al Parlamento Vasco, fue designado lehendakari. Desde ese día, Leizaola fue considerado cariñosamente el Lendakari Zarra , hasta su deceso en 1989.
Garaikoetxea es el lehendakari con el mandato más breve al frente de la primera institución de la CAV. Su liderazgo expiró a los cinco años de acceder al cargo, al dimitir debido a las fuertes desavenencias con la dirección en torno a la Ley de Territorios Históricos, que debía delimitar las competencias del Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales de los tres territorios históricos. La dramática escisión que dividió a la familia nacionalista terminó pocos meses después con la fundación de Eusko Alkartasuna, cuyo líder referencial fue el propio Garaikoetxea.
Como primer lehendakari electo tras la restauración de la democracia, fue el encargado de la construcción de la arquitectura institucional y gubernamental del país. Bajo su mandato, echó a rodar el Estatuto de Gernika del que se derivaba la puesta en marcha de la Ertzaintza, Osakidetza, EITB y el Concierto Económico, entre otros.
José Antonio Ardanza fue la persona llamada para sustituirle como lehendakari. Su ciclo al frente del Gobierno Vasco se prolongó durante casi quince años en los que su partido fue el más votado en las tres elecciones autonómicas que se celebraron en ese intervalo. Si algo caracterizó su mandato fue la colaboración de su partido con los socialistas que cristalizó en una coalición de gobierno hasta 1988. Su gestión estuvo marcada tanto por el desarrollo del autogobierno vasco, como por la firma del Pacto de Ajuria Enea (1988), por el que se alcanzó una unidad de acción entre todos los partidos políticos vascos que condenaban la violencia de ETA, con la consiguiente exclusión de Herri Batasuna.
inicio de la 'era ibarretxe'
Nuevas alianzas
Los dolores previos al parto del Acuerdo de Lizarra-Garazi que se alumbró meses después pusieron fin a la era Ardanza, que decidió abandonar la primera línea política y dedicarse a la empresa privada. Para entonces Juan José Ibarretxe ya había madurado políticamente tras una trayectoria institucional larga y variada y sobre todo con su buen hacer como vicelehendakari y consejero de Hacienda, donde brilló con luz propia como negociador en la renovación del Concierto Económico. Ibarretxe fue designado candidato a lehendakari por el PNV y venció en las elecciones de octubre de 1998. Fue investido jefe del Ejecutivo vasco el 2 de enero de 1999 y se convirtió en el primer alavés en acceder al cargo y el más joven elegido hasta la fecha. Abrió una nueva etapa distinta a la de su predecesor buscando apoyos en las fuerzas abertzales y Ezker Batua para avanzar en una línea soberanista. Sonada fue su victoria electoral en 2001 ante el tándem constitucionalista Mayor Oreja-Terreros. Con él como cabeza de cartel, el PNV junto con Eusko Alkartasuna tocaron el techo electoral superando los seiscientos mil votos. Cuatro años después reeditó el triunfo en las autonómicas, aunque sin tanta suficiencia en los resultados.
Pese a vencer claramente en los últimos comicios al Parlamento Vasco, la versión afinada y actualizada del pacto PSE-PP del 2001 terminará mañana por desalojar a Ibarretxe de Ajuria Enea. Cederá las llaves del palacio presidencial a Patxi López, el primer presidente constitucionalista del Gobierno Vasco, que echará el cerrojo a la era del nacionalismo vasco al frente de la Lehendakaritza y abrirá las ventanas de un Ejecutivo que tendrá que hacer el malabarismo de congeniar el frentismo constatado en la letra del pacto suscrito con el PP con la transversalidad del espíritu que se le supone
"Jainkoaren aurrean apalik, Eusko Lur gainean zutunik, asaben gomutaz, Gernikako zuhaizpean, herri ordezkarion aintzinean nere agindua ondo betetzea zin dagit" "Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el árbol de Gernika, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo"
LEHENDAKARIS del gobierno vasco
José Antonio Aguirre (EAJ-PNV)
Tomó posesión del cargo el 7 de octubre de 1936 y ejerció hasta su muerte en 1960. Creó un gobierno de concentración integrado por varios partidos: además del PNV, formaban parte el PSOE, ANV, PCE y los republicanos de IR y UR. Meses después de su designación, tras la caída de Bilbao, tuvo que huir y desarrolló su tarea desde el exilio.
Jesús María Leizaola (EAJ-PNV)
Fue designado 'lendakari' ante el féretro de Aguirre en el cementerio de Donibane Lohizune en 1960. También tuvo que desarrollar su mandato en el exilio. En 1979 cedió el cargo al lehendakari electo en las primeras elecciones vascas tras la restauración de la democracia.
Carlos Garaikoetxea (EAJ-PNV)
Estrenó Ajuria Enea como sede del lehendakar en 1980. Fue el constructor de la arquitectura institucional del país y puso a rodar la Ertzaintza, Osakidetza y el Concierto entre otros. Fue el primer impulsor del Estatuto de Gernika.
José Antonio Ardanza (EAJ-PNV)
Su mandato arrancó en 1985 y se caracterizó por la colaboración con el PSE que cristalizó en forma de pacto de gobierno durante muchos años. Su gestión estuvo marcada por la gestión del autogobierno y la firma del Pacto de Ajuria Enea con los partidos que condenaban a ETA, lo que supuso la exclusión de HB.
Juan José Ibarretxe (EAJ-PNV)
El lehendakari más joven de la historia accedió al cargo en 1999. En lo político abrió una etapa diferente a la de su predecesor con un mandato en clave más soberanista y una gestión que impulsó el desarrollo y el bienestar del país.
Patxi López (PSE)
El primer lehendakari no nacionalista vasco se ha apoyado en el PP para llegar hasta Ajuria Enea.
La pregunta es, ¿para qué lo hace?
¿Cree acaso que los miembros de la lista van a entender todo esto después de que sistemáticamente y por orden de Lakua se les ha privado por años de la información que les hubisese permitido ahora comprender en toda su extensión este texto?
¿Surgirán preguntas o se quedarán callados sabiendo que pueden desatar su furia vengadora que bien puede materializarse en una expulsión de la lista?
Esperemos que mientras Patxi sea lehendakari los vascos de una vez por todas renunciemos a actitudes como las que privan en la lista de Vascos México y en la mayoría de las eusko etxeak, sobre todo las de América Latina que tan gustosamente se supeditaron a lo dictado desde ese Ajuria Enea que hoy ocupa la izquierda franquista que muy gustosamente cortará todos los sabrosos subsidios.
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