El boletín de Askapena respecto a los recientes acontecimientos acerca del proceso de paz abierto por la sociedad vasca y cerrado por el gobierno fascista del estado español:
Independentzia eta Sozialismorantz
EUSKAL HERRIA, PASO A PASO
Servicio informativo de ASKAPENA, Nº 186Se abrirán nuevas etapas y proseguirá el proceso
La etapa anterior ha terminado. El Gobierno español ni quiso, ni supo negociar. Tensó tanto y tantas veces la cuerda que consiguió romperla. Dos de los interlocutores políticos (el PSOE y el PNV) abandonaron la mesa de conversaciones dejando plantado al tercero. ETA decidió de forma unilateral finalizar una tregua que unilateralmente había decretado. El Gobierno retoma el camino fracasado de la represión y sueña con reeditar otro nuevo Pacto antiterrorista. Quienes conspiraron para bloquear la salida al proceso ven logrados sus objetivos. Quienes trabajaron tenazmente por buscar una solución, sufren ya las consecuencias de la ruptura. Quienes soñaban la cercanía de un tiempo diferente se debaten entre la decepción y la rabia. En este contexto, flotan en el ambiente algunas respuestas fundamentales: ¿y ahora? ¿se ha perdido definitivamente la oportunidad que tuvimos? ¿regresaremos al punto cero para volver a empezar?
Estas líneas pretenden dar respuesta a algunas de estas preguntas. Lo que hemos caminado durante estos años no ha sido en vano. Es imposible regresar al punto cero. Aunque una etapa haya finalizado con desacuerdo, el proceso sigue y seguirá su marcha. La solución final está lejos pero cada vez más cerca. Encontramos razones para mantener viva la esperanza sin falsas ilusiones cortoplacistas. Estos son los datos en los que basamos nuestra convicción.
La sociedad española
Cada vez se siente menos motivada para continuar sin fin la rueda de la confrontación. Los muchos años de conflicto y el fracaso de las muchas estrategias represivas va dando paso al convencimiento de que algo habrá que hacer. Según las encuestas, son cada vez más los que en España aceptan que se sondeen salidas que conduzcan al arreglo. Quienes apostaron por la guerra total (PP) no han obtenido en las últimas elecciones los brillantes resultados que esperaban. Quienes apostaron por la guerra combinada (PSOE y sus escuderos) tampoco han obtenido grandes réditos electorales. No ha ganado nadie y quienes más han perdido es su democracia podrida que va cosechando cada vez mayores cotas de abstención.
La sociedad vasca
También está muy cansada al constatar que el tiempo pasa y que el conflicto sigue sin resolverse. Se manifiesta muy crítica con la violencia de ETA y, cada vez más, con la violencia del Estado. Quines la avalan (PNV) han recibido el castigo del electorado. Crece el convencimiento de que la transición fue un engaño y el modelo autonómico una trampa; que hay que avanzar hacia un nuevo marco; que nuestra vida y nuestro futuro se está decidiendo en Madrid sin que tenga valor lo que nuestro pueblo decide, que en España no hay separación de poderes, que en Euskal Herria no hay capacidad de decisión. Crece el porcentaje de quienes aceptan que se hable con ETA para llegar a algún acuerdo; de quienes consideran que el problema es político y que reclama soluciones políticas; son muchos los que consideran que la ley de partidos es una vuelta al franquismo y que el proceso de ilegalizaciones es completamente injusto. También aquí hay quienes sueñan con reeditar los pactos contra la izquierda abertzale pero son cada vez menos y con menos convencimiento; la experiencia anterior ha confirmado la ineficacia de estas medidas.
La izquierda vasca
Ha demostrado una capacidad de supervivencia inimaginable. Han encarcelado a sus cuadros, clausurado sus sedes, cerrados sus fuentes de financiación, ilegalizado sus siglas, reprimido sus manifestaciones, estigmatizado a su militancia, advertido de su inminente liquidación... no se han cumplido sus predicciones y deseos. Esta fuerza no es mayoritaria pero tampoco insignificante. Ha demostrado capacidad de supervivencia, de regeneración, de renovación de sus cuadros, de incidir en la vida política, de adaptarse a las nuevas situaciones, de ofrecer alternativas políticas... La razón de su fortaleza es clara: la coherencia de sus gentes y lo adecuado de sus propuestas que se corresponden con las demandas de la sociedad. Se ratifica en la propuesta de Anoeta (dos mesas como método de resolución del conflicto) y en la del Anaitasuna (una autonomía para los cuatro territorios donde prevalezca la decisión de las respectivas ciudadanías y no se rechace la opción independentista). Reitera que no hay más alternativa que el diálogo y el respeto a la voluntad de la mayoría.
La internacionalización del conflicto
Se han dado pasos significativos en este terreno y este conflicto ocupa cada vez mayor espacio en las agendas internacionales: el Vaticano, la Unión Europea, el Secretario General de Naciones Unidas han hecho referencia a la situación que estamos viviendo. A lo largo de estos meses muchas voces de peso en el ámbito internacional han marcado pautas: "Hay que pasar de la fase del dialogo sobre el dialogo a la de las negociaciones sustantivas" (Nelson Mándela); "sólo son posibles negociaciones fructíferas si todas las partes están presentes en la mesa en condiciones de igualdad" (Gerry Adams); "el diálogo y la negociación son el único instrumento capaz de dirimir los problemas políticos y construir una auténtica paz" (Declaración de las seis personalidades que se adhirieron al proceso); "hay que crear condiciones para que todos participen en el proceso... Hay que abordar las raíces de fondo del conflicto para poder conseguir una solución duradera" (Roelf Meyer, ministro de Defensa en Sudáfrica cuando se superó el apartheid); "intentar terminar un conflicto con la represión es hacerlo más duro aún" (Matteo Zuppi, de la Comunidad de San Egidio, especializada en mediación de conflictos). Los encuentros que marcaron el final de las negociaciones se celebraron a mediados de mayo y en la mesa que reunió a ETA y al Gobierno español, estuvo presente una nutrida representación internacional.
A modo de conclusión
En este momento crucial, tenso y triste, hay algunas evidencias que van cogiendo cuerpo en el seno de la sociedad vasca: La única alternativa al proceso, es más proceso. Hemos llegado a un punto en el que el proceso de diálogo cuenta con una base social cada vez más firme. Los meses de intenso diálogo político que se han vivido han supuesto un importante recorrido para todos los que han participado en ese ejercicio; no han podido llegar a un acuerdo pero la reflexión que han compartido con el adversario no es inútil. El PSOE, aunque haya adoptado una actitud vengativa, sabe que no hay otra fórmula para resolver el conflicto que encarrilar el proceso; si en algún momento creyó que bastaría la simple cosmética para resolver este conflicto, hoy ha podido comprobar que esa receta no vale. Quienes hemos seguido apostando por el proceso necesitamos constancia y mucho temple para perseverar en el mismo a pesar de todas las resistencias y agresiones. La ruptura actual no es una situación de final irreversible y menos de vuelta a empezar.Euskal Herria, 9 de julio de 2007
www.askapena.org
info@askapena.org
.... ... .
No hay comentarios.:
Publicar un comentario