Cobardes y comodinos como son, los encargados de darle seguimiento al proceso de pacificación del País Vasco no le prestarán espacios a el caso del encarcelamiento de Arnaldo Otegi como se lo prestaron a las cartas de extorsión o al incendio de un comercio en Nafarroa.
Pero el echo es simple y llano, Madrid aún apuesta por la represión y el apartheid político. Una vez más su Santa Inquisición dictamina cárcel contra Otegi, quien como líder de Batasuna es pieza clave en las pláticas de paz.
Gara publica una nota que incluye diferentes reacciones a la nueva actuación vergonzosa de la Audiencia Nacional:
La Audiencia Nacional española condena de nuevo a Arnaldo Otegi
La sentencia impone al mahaikide quince meses de cárcel y siete años de inhabilitación absoluta por un acto en recuerdo a Argala
La Audiencia Nacional española ha condenado a Arnaldo Otegi a quince meses de cárcel y a más de siete años de inhabilitación por su intervención en un acto político celebrado en Arrigorriaga en diciembre de 2003, con ocasión del 25 aniversario de la muerte en atentado de Argala. La defensa del portavoz independentista recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo. En su fallo, los magistrados defienden que la amnistía de 1977 no excluye a José Miguel Beñaran del calificativo de «terrorista».
DONOSTIA
La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a quince meses de prisión y a siete años y tres meses de inhabilitación absoluta a Arnaldo Otegi por un «delito de enaltecimiento de acciones terroristas».La sentencia corresponde al juicio celebrado el pasado día 10 de abril en relación a un acto que tuvo lugar en Arrigorriaga en diciembre de 2003 para recordar a José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala, muerto 25 años antes en Angelu a raíz de la explosión de un coche-bomba, atentado que fue reivindicado por el Batallón Vasco Español. Un hecho este último que, por cierto, no se menciona en ningún momento en el documento judicial, hablando tan sólo en una ocasión de «muerte violenta».
La sentencia será recurrida por la defensa ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo español. El portavoz abertzale no ingresará en prisión salvo que el Supremo ratifique esta condena, con lo que Otegi acumularía estos quince meses a los doce que le impusieron el pasado año por «injurias al rey».
En su fallo, los magistrados ofrecen su versión sobre cómo el 21 de diciembre de 2003 se celebró «en la plaza Argala» de Arrigorriaga un acto que «tenía por objeto honrar la memoria de José Miguel Beñaran Ordeñana, Argala, adquiriendo el carácter de homenaje, en lo personal y en lo público, a una persona fallecida en el 25 aniversario de su muerte». Como es público y notorio, este acto viene celebrándose año tras año, tanto antes de 2003 como después.
Añaden los jueces que aquel día actuaron «trikilaris (sic), tocadores de cuerno, txalapartaris y bertzolaris (sic)», «se depositaron flores junto a la fotografía de Argala, leyéndose una poesía a él dedicada y se ofreció por un dantzari un aurresku a sus familiares».
De Txiberta a Bergara
En cuanto a la participación de Otegi, indican que se caracterizó por «la colocación efectiva de un clavel rojo junto a la fotografía» y por dirigirse a «un numeroso grupo de personas allí reunidas, presentando la llamada ‘Propuesta de Bergara’ y equiparándola con la de ‘Txiberta’ del año 1977, formulada por Argala, respecto de quien ensalzó su figura y alabó su atinada forma de actuación en defensa de la autodeterminación».
Cabe recordar que, unos días antes, la izquierda abertzale había presentado en Bergara una propuesta al resto de formaciones para «concurrir como pueblo» en las elecciones españolas que se iban a celebrar en marzo de 2004.
Tras ofrecer su particular versión de lo sucedido en Txiberta, el tribunal pone en boca de Otegi frases como «teníamos razón, y ahora se plantea la misma oferta» o «ETA apoyaría la formación de una candidatura electoral entre fuerzas abertzales, porque permitiría pasar página de la guerra y abrir la libertad para Euskadi».
Una frase, dos versiones
Además, en la sentencia se afirma que el representante de Batasuna «enfáticamente dirigió múltiples agradecimientos a los etarras que han dado la vida por EuskalHerria, con llamamientos a la lucha armada». Esta última apreciación es recogida bajo el epígrafe «Fundamentos de Derechos», ya que en el capítulo de «Hechos probados» se habla de «lucha contra el Estado español», sin el adjetivo «armada». Es decir, se dan dos versiones diferentes de una misma frase.A la hora de hablar de las «pruebas», el tribunal se dedica en primer lugar a valorar la figura de Argala, utilizando para ello las declaraciones de dos policías españoles a los que se identifica con su número de carnet profesional. Ambos «ratificaron» que el fallecido «perteneció de manera ininterrumpida» a ETA desde «su huida en abril de 1970 hasta diciembre de 1978», llegando a ser su «jefe militar supremo». Los magistrados obvian que Argala se vio obligado a huir por enfrentarse al régimen dictatorial liderado por Francisco Franco.
Cabe recordar además que en octubre de 1977 se concedió una amnistía a todas las personas que lucharon contra el franquismo y que, en el momento de su muerte, Argala no estaba procesado ni acusado por ningún delito.
Para el tribunal, esta situación «en modo alguno hace desaparecer el hecho de haber formado parte del entramado y de la organización criminal ETA; de manera que y a pesar del ‘perdón’ por sus acciones, el ensalzamiento de sus actos o de su persona no dejaría de constituir delito de terrorismo».
Tras dar por «demostrado» el carácter «terrorista» de José Miguel Beñaran, el tribunal pasa a dilucidar si el acto de Arrigorriaga fue o no «un homenaje». Para ello, alude a los rotativos “El Correo”, “El Mundo”, “El Deia” (sic) y “GARA”. Los tres primeros hablaron al día siguiente de «homenaje», mientras que este rotativo utilizó la expresión «acto político».
Los periodistas de “El Mundo” y “GARA” comparecieron en calidad de testigos. A preguntas de la defensa, el redactor de “El Mundo” reseñó que utilizó la palabra «homenaje» como un recurso de «estilo», para evitar la reiteración de la palabra «acto». Pero el tribunal indica en su sentencia que «en modo alguno otorga credibilidad a lo declarado».
«Noticias no contrastadas»
Finalmente, para argumentar la «participación muy activa» de Arnaldo Otegi se utiliza como «prueba» la «noticia insertada en el diario “El Correo”», donde se catalogaba el acto como «homenaje que la izquierda abertzale tributó en la localidad vizcaina de ETA (sic) asesinado en 1978», en el que participó «el portavoz de Socialista Abertaleak (sic)», y que estuvo «trufado de agradecimientos a los etarras que han dado la vida por EuskalHerria y de llamamientos a la lucha contra el Estado español».Los magistrados reconocen que son «noticias no contrastadas» en el juicio, ya que eran «noticias de agencia». Los periodistas que declararon en el juicio, y que estuvieron en Arrigorriaga, negaron el contenido de este teletipo, pero esto no es tenido en cuenta en la sentencia.
Por contra, se da por exacta esa información, argumentando que los datos «en modo alguno fueron desmentidos por el imputado (...) una vez publicados, sin reacción de ninguna clase (...) aceptando en consecuencia su validez».
El secretario ejecutivo de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, señaló que la sentencia contra el portavoz abertzale viene a «recordar a algunos la verdadera calaña de este personaje», y mostró su deseo de que «todo el mundo olvide» las manifestaciones realizadas sobre la importancia de Otegi en la actual situación.
Onintza Lasa | EA
La portavoz de la Ejecutiva de EA manifestó que esta nueva condena «supone un obstáculo grave en este proceso de pacificación y normalización política que se abre en este país para dar una solución definitiva, justa y democrática para Euskal Herria». Al mismo tiempo, pidió la desaparición de la Audiencia Nacional.
Oskar Matute | EB
Matute mostró su «preocupación y sorpresa» ante un tipo de sentencias que «no tienen sentido en el momento actual, de búsqueda de la paz y de la normalización política». Respecto a la Audiencia Nacional, lamentó la existencia de unas instituciones que atienden «a criterios de excepcionalidad, de poca garantía judicial».
Aralar
Aralar mostró su «solidaridad», tanto a Otegi como «a la organización a la que representa». Esta formación consideró que la Audiencia Nacional «convierte en delito declaraciones realizadas en actos políticos. Asimismo, pensamos que la sentencia contra Arnaldo Otegi no ayuda al proceso que se ha iniciado en Euskal Herria».
ANV
Tras tachar a los jueces de «ultraderechistas», ANV consideró «kafkiano que se persiga con tanta saña a un posible interlocutor en el previsto proceso de diálogo y paz», y se preguntó si «están cargando de condenas a Arnaldo para que recaiga sobre él todo su odio y venganza en caso de que fracase el proceso».
Lokarri
«Esta resolución supone, una vez más, una indeseable judicialización de la actividad política», denunció Lokarri en un comunicado en el que señaló que «la sociedad, las instituciones y los partidos políticos están haciendo esfuerzos» y «las instancias judiciales no deben ser ajenas a esta nueva realidad».
J.A. Duran I Lleida | CiU
El secretario general de CiU manifestó que «los jueces, nos guste o no, no tienen que tener en cuenta las condiciones políticas, sino el marco jurídico del Estado de Derecho, y por tanto, es lógico que lo que tengan que hacer es aplicar la ley y nada más». Apostilló que Batasuna «tiene descontadas» este tipo de decisiones.Ramón Jauregui | PSOE
El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional del Congreso, Ramón Jáuregui, indicó que la condena a Arnaldo Otegi no debería afectar «de ninguna manera» al proceso abierto en EuskalHerria, ya que «las bases del abandono de la violencia son firmes» y no tendrían que verse «afectadas por este tipo de eventos».
El PP pide a Ibarretxe que dimita por reunirse con Batasuna
El parlamentario del PP en la Cámara de Gasteiz pidió a Juan José Ibarretxe que presente su dimisión como lehendakari porque, en su opinión,«es el único camino airoso que le queda» tras haberse reunido con Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan Joxe Petrikorena. Urquijo llamó a Otegi «secuestrador convicto y confeso y torturador». Dirigiéndose a Ibarretxe, que no le contestó, le dijo que «como persona puede degradarse con la compañía de las personas que quiera; pero no puede mancillar el cargo de lehendakari». Por ese mismo encuentro en Lehendakaritza, el Foro de Ermua interpuso ayer una querella contra el lehendakari y los miembros de Batasuna por «desobediencia y reunión ilícita». -
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