Hijos de balleneros vascos
Todo, desde los clavos de la embarcacion al tejido de las velas, reproduce de manerafiel la chalupa del galeon san juan, hundida en Bay red en 1565. Cambian los tripulantes, pero tambien estos se estan metiendo en el papel.
En el supuesto de que cada país contara con un doble en algún otro lugar del planeta, el nuestro estaría situado al suroeste de Canadá, entre el Estuario de San Lorenzo, antiguamente conocido con el nombre de Nueva Vizcaya, y la costa occidental de Terranova, donde miles de balleneros vascos faenaron cerca de 80 años y dejaron al menos quince asentamientos. La propia toponimia de los lugares que cruzará la expedición “Apaizac obeto 2006” a remo y a vela durante mes y medio, a partir del 1 de junio, da fe de ello:Echafaud-aux-basques, Anse-aux-basques, L’Echourie (Urdazuri), Barachois (Barratxoa), Il-aux-basques, Port-aux-basques o Port-au-chois (Portutxoa).Según recordó Xabier Agote, de Albaola, de las estaciones balleneras halladas en torno a Terranova, ha sido Red Bay, en Labrador, un punto estratégico que domina el estrecho de Belle Ile, arteria principal de la ruta migratoria de las ballenas, la que mejores vestigios arqueológicos ha deparado. Hay que recordar que las ballenas vienen desde el Artico y atraviesan este estrecho para llegar al estuario de San Lorenzo, donde encuentran alimento y se aparean.
En esa costa se han encontrado hornos, tejas y también tumbas de aquellos balleneros que fueron sorprendidos por el invierno y no pudieron regresar, pero en 1978 un equipo canadiense de arqueología encontró en Red Bay el pecio del galeón San Juan, que, según los archivos de Oñati, se había hundido en 1565 precisamente en ese punto, que fue recuperado, junto con sus seis chalupas, y que ahora se encuentran en el Museo del Ballenero Vasco en Red Bay.
«Es la segunda réplica que realizamos de una chalupa del galeón San Juan, tras el ‘Butus’ que construimos el pasado año. Esta segunda chalupa la bautizaremos como ‘Beotjuk’, en homenaje a los indígenas que colaboraron los vascos. Se trata de la embarcación más antigua encontrada en su género. Según las dataciones, fue construida en Pasaia en 1565», dijo Xabier Agote.
La chalupa mas antigua
«Hemos utilizado los mismos materiales que entonces. Está construida con madera de roble. Tiene más de 1.000 clavos fabricados a mano. Los dos mástiles son de abeto traído de Artikutza. La embarcación está pensada para seis remeros y un patrón», prosiguió Agote, que ejercerá precisamente de patrón durante la expedición. Añadió que el siguiente paso será iniciar la construcción del galeón. «Las dos chalupas forman parte del galeón y nos gustaría comenzar pronto con la construcción del San Juan, que fue declarado por la Unesco emblema del patrimonio subacuático en 2001», dijo ante un centenar de personas que abarrotaban el taller y entre los que se encontraban familiares y amigos de los tripulantes, representantes institucionales, algunos venidos desde Arcachon y personas ligadas al mar, como el navegante Didier Munduteguy. Albaola ha construido en estos seis años embarcaciones de variada tipología, algunas de los siglos XVII y XIX.
La expedición “Apaizac obeto 2006”, bautizada así por la respuesta que daban los indígenas cuando se les preguntaba «Zer moduz?», partirá el 1 de junio con una tripulación que en su mayoría ya ha participado en otras expediciones. Xabier Agote, Iker Leizaola, Markos Sistiaga, Ane Miren Miralles y el bertsolari Jon Maia, que se encargará de escribir la crónica, aparecieron ayer vestidos con atuendos de los balleneros de la época y anunciaron que los dos representantes de los indígenas harán otro tanto. También la alimentación será idéntica a la que tenían en la época. Como medida de seguridad, les acompañará una embarcación motorizada. Un documental, un libro y la web «albaola.com» servirán para dar cuenta del desarrollo de la aventura. Tras la botadura de ayer, el público acudió a la Plaza de Santiago, en Pasaia San Pedro, donde se bendijo la embarcación y se celebró una sardinada. -
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