Este escrito ha sido publicado en inSurGente:
Aporte de la Ertzaintza a la Jurisprudencia
Daniel C. Bilbao
La policía autonómica vasca no sólo le aporta al estado español sus chivatazos; los quebrantavértebras -consultar al respecto a Josetxo Ibazeta- también han querido hacer su aporte en el terreno jurídico. Recordemos la frase del juez Joaquín Navarro Estevan: «el juez Garzón se inventa casi todo». Ni Garzón pudo hacer todo solo -ya se están viendo los resultados con la farsa 18/98- ni podrá Grande-Marlaska con su propia cruz. Por eso, agentes de la Ertzaintza en una alarde de creatividad, dieron la primer puntada para una revolucionaria innovación jurídica: «No nos consta...».
Le tocó vivir la primera experiencia jurisprudencial al joven Oier Oa, militante de Segi, que padeció persecuciones y cárcel y regresaba a su casa y a sus amigos después de varios años. Recién desembarcado en Donostia, fue abordado por eficaces colaboradores de la Audiencia Nacional, quienes le espetaron la ya famosa frase. De nada valió que Oa les exhibiera la documentación que le entregó el estado español al ponerlo en la calle -que no en libertad, eso es otra cosa-, pues lo condujeron a la comisaría, porque a ellos... no les constaba.
A la fecha, no hemos sabido que quienes cometieron esa absurda violación de los derechos de un ciudadano, detenido sin motivo, hayan sido sumariados. No tenemos conocimiento de la intervención de ningún fiscal, juez o defensor de oficio. Por lo tanto, debemos dar por buena, por aprobada en todo sentido, esta innovación de la ley, que ha producido, nada menos, que la inversión de la carga de la prueba. Oa fue a parar a una comisaría porque no les pudo demostrar a dos ignotos y simples empleados policiales que tenía derecho a caminar libremente por la calle.
De lo expuesto aquí, pueden deducirse fácilmente derivaciones y conclusiones de profundo calado. A partir de ahora, cualquier transeúnte podrá ser abordado por la Ertzaintza, y requerido acerca, por ejemplo, de un eventual robo a un banco. «¿Tú vienes de asaltar un banco?». El ciudadano responderá, seguramente, que no. «Pues a nosotros no nos consta que no hayas asaltado un banco hace minutos». Y el ciudadano -vasco, por supuesto- si no puede demostrar fehacientemente que no asaltó algún banco será llevado a la comisaría sin que a ningún "demócrata" se le mueva un pelo, como en el caso Oa.
Con los antecedentes de casos de torturas, de represión salvaje de algunas manifestaciones, de ocultamiento de pruebas como en el caso Beroiz, de abusos contra ciudadanos para no dirigirse a ellos en euskera, o el novedoso «no nos consta», esta policía autonómica del PNV, de Ibarretxe y Balza, se parece cada vez más a la tenebrosa policía de un régimen latinoamericano.
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