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martes, 5 de septiembre de 2017

Izar Ikastolara

Continúan las muestras de cariño y solidaridad por parte del pueblo vasco para con la presa política vasca Sara Majarenas y su pequeña hija Izar, represaliada a su vez debido a la bestial política vengativa que Madrid aplica en contra de lxs militantes independentistas vascxs que caen en sus garras. Les invitamos a leer este artículo publicado en Gara:


Más de 4.000 personas pidieron ayer en Donostia que la pequeña Izar pueda asistir a la ikastola de Intxaurrondo y que ese retorno sea junto a su madre, Sara Majarenas. La presa y su hija llamaron desde Madrid para agradecer el apoyo que reciben por parte de la sociedad, un impulso que les resulta fundamental para seguir adelante, según reconoció.

Oihane Larretxea

«Izar y yo tenemos un pequeño secreto que contaros: estar aquí sin todos vosotros se nos está haciendo muy duro. Necesitamos vuestra fuerza y amor para sobreponernos, tenemos la necesidad de estar ahí». La llamada telefónica que la presa Sara Majarenas y su pequeña Izar realizaron pilló por sorpresa a las más de 4.000 personas que ayer participaron en la marcha para reivindicar su vuelta a casa. También conmovió, así se leía en las lágrimas que surcaron muchas mejillas.

La madre de la menor reconoció estar «muy emocionada» por toda la solidaridad y fuerza que sentía llegar desde Euskal Herria. «Mil gracias por todo lo que estáis haciendo, si no fuera por todos vosotros, hoy Izar y yo no estaríamos juntas», reconoció. Tocada pero con un mensaje positivo, recordó que «antes logramos juntarnos gracias a vuestra fuerza; y estoy convencida de que ahora lo volveremos a conseguir». En el hipotético caso de que no ocurriera, añadió, «vuestra energía lo esta siendo todo para nosotras. ¡Sois nuestra fuerza!».

Al otro lado de la línea las miles de personas y alguien muy especial para Izar, Porrotx, que sostenía el teléfono. A él se dirigió la pequeña con un katxiporreta.

La abuela de la niña y madre de Majarenas, Kontxi Ibarreta, asistía emocionada a lo que sucedía. Agradecida sí, pero insistiendo en que «todo esto es un sinsentido». En declaraciones a GARA, denunció que son ya 34 los días que llevan encerradas en el piso, con permiso para salir durante tres horas al día. «Las dos están muy nerviosas, están al límite porque la situación lo es», alertó. Por el momento, no hay ninguna novedad, pero Ibarreta espera que el juez cumpla con su palabra e Izar pueda ir a la ikastola de Intxaurrondo, donde le esperan sus compañeros de clase y el profesorado. «Cuando el próximo día siete la ikastola abra sus puertas queremos ver a Izar allí», pidieron los docentes Gurutz e Itxaso.

A Ibarreta le preocupa que la situación dependa de la palabra de un juez, es decir, «que la llave para que esto se solucione la tenga una sola persona». Pidió que las traigan «de una vez por todas» y evitar que la niña siga siendo víctima por partida doble: de la violencia machista y de vivir encerrada a 450 kilómetros de su casa.

«Tienen que traerlas ya»

Entre las personas que participaron, familias y grupos llegados desde diversas localidades: Orio, Hernani, Oiartzun, Errenteria, Zegama… padres y madres la mayoría que comprendían la impotencia que genera la situación. «Esa niña tiene que venir ya. ¿Hacer vínculos para deshacerlos después y empezar de cero otra vez? Eso es exigir demasiado a una niña de tres años», opinaba una pareja de Azpeitia.

Una familia que se había acercado desde la capital vizcaina para mandar un aliento a Majarenas, opinaba que «está muy claro lo que está sucediendo: una conculcación de derechos humanos. Debería estar en la calle, no hay más vuelta».

Un matrimonio de Zarautz mandaba un mensaje positivo, apoyado en la confianza que albergan en la sociedad vasca, no tanto en las instituciones. «El Gobierno de Lakua podría hacer mover a Madrid, que le presione, que le azuce. ¿Les gusta ponerse medallas, verdad? Pues que se la pongan, pero que las traigan. Izar tiene que empezar a la ikastola, pero con su madre al lado», pedían.

En ese mensaje ahondaron tanto Ibarreta como Araitz Zubimendi, portavoz de la plataforma Izarrekin Sara Etxera, quien recordó que las recomendaciones de la sicóloga apuntan a lo mismo. Los próximos días serán decisivos, e Ibarreta deseó una última movilización, «el de su bienvenida».






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