Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 22 de abril de 2016

Solidaridad Vasca en Grecia

La crisis generada por la actitud asumida por los estados europeos ante la migración masiva desde los países del norte de África y del Levante ha hecho necesaria la solidaridad por parte de quienes entienden las dimensiones humanas de lo que acontece.

En ese sentido, les compartimos esta nota publicada por Deia:


Voluntarios vascos reparten comida en los tres campamentos de refugiados no controlados de Grecia, el campo de Idomeni y dos asentamientos "satélite" recientemente formados en surtidores de gasolineras.

El grupo de cinco voluntarios que partió de Bilbao al país heleno en un camión y una furgoneta hace quince días, transportó cuatro mil kilos de alimentos, que reparten entre los refugiados asentados en esta zona.

Álvaro Saiz, fundador de la Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao (GBGE) e integrante del grupo, ha relatado a EFE su experiencia en la frontera grecomacedonia.

Según ha indicado, estas dos estaciones de servicio no cuentan con presencia fija establecida desde que se fue Médicos Sin Fronteras (MSF) y albergan a alrededor de 2.000 personas, quienes, sin infraestructura alguna, "comen latas o lo que pueden".

Pese a la "eternidad" con la que discurre el tiempo, la actividad es "nueva" cada día y el ritmo "frenético", ha afirmado.

El cooperante inicia su jornada de repartición y logística a las seis de la mañana, e incapaz de concretar a qué hora finaliza, precisa para ilustrarlo que "consume dos depósitos de gasolina diarios".

Tras "dos semanas que parecen tres meses", y ante "la dureza" del panorama, se ha manifestado "agotado". "Todo el mundo lo está", ha apostillado.

"No es fácil mantener el optimismo, ha llegado a haber hasta 15.000 personas en un mismo sitio, con mucha desesperación, con autobuses y gente que viene y va, a otros campamentos o de vuelta a sus países de origen".

Respecto al campo de Idomeni, es "una bomba de relojería", donde conviven actualmente, "con mucha tensión", alrededor de 9.000 personas, calcula Saiz, entre sirios, kurdos, paquistaníes o iraquíes, cuyas "diferencias étnicas, idiomáticas y motivos migratorios son causa de "muchos roces" entre ellos mismos, "que prefieren, sin embargo, para estar entre su gente, los campos militares, separados por países y etnias".

Pese a que el calor puede llegar a ser "sofocante" por el día, "solo hay cuatro puntos de agua", que si bien pueden incluir 10 chorros, son "muy pocos" para la cantidad de personas que acampan, ha valorado.

"Pero claro, nadie quiere estar aquí, los migrantes ven esto como un paso, y nadie quiere que haya vestigio alguno de permanencia, ni siquiera el gobierno", ha opinado.

Aunque el campo está "cada vez está más organizado, sigue siendo un desastre", ha sostenido.
Saiz cuenta que el desvanecimiento de un hombre dentro del propio campamento anteayer, al que atropellaron accidentadamente, forzó la intervención de la policía griega, cuyo desempeño, junto con el de los militares, "desbordados, excediéndose en su trabajo y muy quemados", el cooperante alaba.

"El gobierno griego bastante hace, el resto de gobiernos están desaparecidos, y el problema es de todos", ha sentenciado.

El voluntario ha subrayado que, si bien hay "inmigrantes económicos que intentan aprovechar el flujo migratorio", la motivación de la mayoría no es esa, son "gente normal, muchos empresarios o arquitectos, muy capaces de hacer las cosas, y que han tenido el dinero suficiente para poder huir de las guerras que asuelan sus respectivos países". "He podido ver hasta buenos relojes", ha confesado.

Mientras existe "mucho hartazgo y prejuicios" entre la población por la situación, los ánimos de los griegos "se sostienen de alguna manera", pues ciertos sectores de su economía como la hostelería y la actividad portuaria del Pireo y Tesalónica "se han reactivado", ha apuntado.

Saiz insiste en que prima la necesidad de dinero para poder continuar la labor y beneficiar también la economía local, cuyas empresas de cáterin, por ejemplo, surten de comida a MSF.

De donar ropa, se necesita sobre todo "lo que te llevarías en verano a un campin en Benidorm (anti-mosquitos, gorras, mudas féminas o chancletas), empieza a hacer calor y esto se va a convertir en un infierno", ha considerado.






°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario