Mientras que en Euskal Herria el líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi ha causado un sismo al plantear a todas las fuerzas soberanistas vascas el ir juntos al proceso electoral que se avecina, en Catalunya también le dan dolores de cabeza al ala más dura del espectro político borbónico franquista, ese ante el que se arrodilló el Canciller mexicano Luis Ernesto Derbez.
Aquí lo que nos reporta La Jornada en su sección Mundo:
El socialista Maragall asume como nuevo presidente del gobierno catalán
Termina la administración de 23 años del conservador Jordi Pujol
Armando G. Tejeda | CorresponsalEl socialista Pasqual Maragall asumió este martes como nuevo presidente del gobierno catalán y sucesor del líder del nacionalismo moderado catalán Jordi Pujol, quien permaneció 23 años en el cargo. Maragall recibió el respaldo de los 74 diputados integrados en la alianza tripartita de izquierda y nacionalistas, integrada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC, 52 escaños), los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC, 23) e Iniciativa per Catalunya-Els Verds (ICV, 9). Convergencia i Unió (CiU), el partido de Pujol, con 54 parlamentarios, y el derechista Partido Popular (PP), con 15, votaron en contra y cuestionaron la "legitimidad" del nuevo gobierno.
Cataluña estará gobernada por mayoría absoluta tras los resultados de los comicios del pasado 16 de noviembre, en los que las tres fuerzas de izquierda superaron con creces a CiU y al PP, aliados desde 1995 y que ahora integran el bloque de la oposición, una condición inédita al menos en el caso de los "catalanistas de derechas" de CiU.
El flamante presidente catalán se comprometió a gobernar para "todos" y a abrir puentes de diálogo con la oposición, a excepción del PP, antes de empezar las negociaciones con el gobierno español, presidido por el derechista José María Aznar, de cara a la reforma del Estatuto de Autonomía, petición que comparte 80 por ciento del electorado catalán.
El nuevo gobierno tendrá carácter plural, con representantes de las tres formaciones aliadas, entre los que destacan Josep Luis Carod Rovira, de ERC, que será nombrado primer ministro, y Joan Saura, de ICV, que previsiblemente ocupará el cargo de consejero de Medio Ambiente.
Maragall reconoció el "papel decisivo" de Pujol y de CiU en el pasado cuarto de siglo en Cataluña, durante el que se vivió la transición a la democracia y la redacción del Estatuto de Autonomía, marco político y jurídico que rige las relaciones con el Estado español. "Ustedes han conducido el barco hasta aquí, quizá no como queríamos, pero sí con gran dignidad y eso nadie se los podrá negar", dijo Maragall. Añadió que ahora es "el momento del catalanismo de izquierdas".
Pujol, junto con su delfín Artur Mas y el vocero de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, fueron los primeros en felicitar a Maragall, quien también recibió palabras de aliento de su aliado, el republicano Carod-Rovira, quien defendió su "derecho a que nos dejen hacer", y advirtió que "nadie puede cuestionar la legitimidad de un gobierno con una mayoría de 74 diputados".
El líder independentista explicó ante el Parlamento que su formación suscribió la alianza tripartita bajo el "convencimiento de que haremos una nueva Cataluña no nacionalista sino nacional", por lo que lamentó los duros ataques del gobierno de Aznar, quien aseguró que la alianza gobernante catalana es "inconstitucional" e inclusive amenazó veladamente con la "cárcel" si llevan a cabo su proyecto. Carod-Rovira manifestó su perplejidad ante "la hostilidad irracional contra Cataluña y su nuevo gobierno", pero advirtió que no renuncian a su empeño de reformar el Estatuto y alcanzar las competencias de autogobierno, por lo que "si en Madrid se cierran las puertas a la voluntad de Cataluña se convocará a la consulta general que se estime más conveniente".
Cabe destacar que el gobierno de Aznar empezó en solitario una reforma al Código Penal que pretende sancionar con hasta cinco años de cárcel a los funcionarios públicos que convoquen a referéndum o "cualquier tipo de consulta popular", creada ad hoc para impedir el desarrollo del llamado plan Ibarretxe, pero que podría aplicarse también al nuevo gobierno catalán, según confirmó el vocero de Aznar, Eduardo Zaplana.
El principal líder de la oposición, Artur Mas, consideró que el nuevo gobierno catalán tiene "un punto de vergüenza" al otorgar poder a los republicanos e independentistas, por lo que le exigió que "mantenga la dignidad y el camino trazado por Jordi Pujol". Mas, nuevo líder de CiU tras la retirada de Pujol de la política, anunció que su actitud en la oposición "será beligerante en el cumplimiento de los compromisos en la reforma del Estatuto y de la financiación autonómica". Maragall tomará el poder el próximo 20 de diciembre, día en que anunciará su gobierno definitivo para los próximos cuatro años.
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