Les compartimos este texto publicado en Izaro News, haciendo la acotación que si Miguel Ángel Blanco hubiera sido una persona tan íntegra como lo quieren hacer ver, simplemente no hubiese militado en el PP, un partido ligado directamente al ala más dura del franquismo, formación política heredera de todos los crímenes cometidos por los sublevados y por el régimen franquista (tanto en su versión 1939-1975 como la actual). Y ese mantra de lo joven que era, por favor, a los 29 años ya debes de ser capaz de entender cabalmente cuando eres parte de una estrategia para negar los derechos políticos y civiles a todo un pueblo.
Así que dicho eso, aquí lo tienen:
José María Chacón
Han pasado unos días desde que se celebraran diversos actos en memoria del concejal del PP asesinado en Lasarte Miguel Angel Blanco. Políticos de los grandes partidos españoles han realizado sonoras declaraciones públicas, los medios de comunicación han ofrecido todo tipo de noticias, reportajes, entrevistas y debates destacando la inhumanidad de sus asesinos y, sobre todo, y muy especialmente, haciendo un llamamiento a los ciudadanos vascos para que se reproduzca ahora, como lo hizo en los días posteriores a su asesinato, lo que denominan ‘el espíritu de Ermua’, en referencia a las multitudinarias manifestaciones que se produjeron, de forma casi espontánea, en las capitales vascas para protestar por la brutalidad del crimen.
Es apropiado recordar, y en especial cuando se trata de un crimen tan inhumano como este. Pero del mismo modo resulta inevitable advertir la inmoralidad consustancial al comportamiento de los políticos españoles presentes en esos actos, en sus palabras y en sus propuestas.
Ante un crimen como el de Miguel Angel Blanco es fácil escuchar, en los actos desarrollados en su memoria, espectaculares descripciones morales de lo sucedido en boca de los políticos y en los escritos de los analistas políticos: brutalidad, inhumano, bestial, deshumanizados, salvaje. Todos estos epítetos pretenden asentar una superioridad moral de los que hablan o escriben sobre los que cometieron el crimen. Pero nosotros sabemos que esa pretendida superioridad moral es falsa.
En 1983, Joxean Lasa y Joxi Zabala, dos chavales de 20 años, que según las Fuerzas de Seguridad pertenecían a ETA, pero que jamás habían sido procesados ni acusados de ello, eran secuestrados en Baiona por Guardias Civiles a las órdenes del entonces teniente coronel Rodríguez Galindo, trasladados al cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo, donde fueron torturados, y luego trasladados a Alicante donde, después de hacerles cavar sus propias fosas, fueron asesinados a quemarropa y enterrados en cal viva. La investigación de estos asesinatos fue entregada a la misma Guardia Civil que había cometido el crimen, de modo que durante años no se movió una hoja. Fueron los propios familiares de las víctimas las que financiaron con su dinero una investigación paralela que consiguió, después de sortear constantes amenazas de muerte durante años, llevar ante la justicia al teniente coronel Rodríguez Galindo y sus hombres y aportar las pruebas que hicieron posible su condena. A los pocos días de que esa condena fuera confirmada, los condenados recibieron el tercer grado, por lo que sólo tenían que ir a la cárcel a dormir. Pocos meses después de la condena, todos los condenados estaban en libertad gracias a diversas artimañas político-jurídicas.
¿Creen ustedes que el asesinato de Miguel Angel Blanco fue más brutal e inhumano que el de Joxean Zabala y Joxi Lasa? No recuerdo que PP y PSOE hayan realizado ningún tipo de acto para rememorar los asesinatos de Lasa y Zabala. Ningún evento para que la sociedad no olvide jamás que una policía supuestamente democrática no debe cometer este tipo de barbaridades. Y desde luego, ni Basagoiti o López, ni Rajoy o Rubalcaba, se llenan la boca con sonoros epítetos para describir la brutalidad de la actuación policial en el asesinato de Lasa y Zabala, con el fin de imponer una superioridad moral sobre los asesinos.
La inmoralidad de los políticos españoles crece aún más con pasos de gigante por cuanto que, como bien han dejado claro estos días, en relación con el recuerdo de Miguel Angel Blanco, su objetivo con estos actos ha sido la revitalización del denominado ‘espíritu de Ermua’ precisamente en este momento. ¿Por qué ahora? Muy sencillo, porque las encuestas electorales dicen que la sociedad vasca va a apoyar muy mayoritariamente a los partidos abertzales, PNV y EH Bildu, dejando a los grandes partidos españoles en una minoría casi ridícula. Y muy problemática.
PP y PSOE no saben qué hacer para intentar parar la marea que se les viene encima. Ahora han intentado revitalizar el ‘espíritu de Ermua’ sobre la memoria de Miguel Angel Blanco. El PP ya ha propuesto, y está trabajando duramente en ello, alterar el censo electoral vasco con esa barbaridad de convertir en exiliados políticos a todos aquellos que alguna vez han vivido en Euskadi.
Los partidos españoles tienen miedo. No a ETA, sino a la voluntad de los ciudadanos vascos. Por eso intentan alterar como sea esa voluntad, ya sea por medios lícitos o ilícitos.
Lasa y Zabala eran dos jóvenes viviendo la realidad de un pueblo en resistencia (500 años, ni más ni menos), Blanco era un adulto perpetuando el colonialismo. Por supuesto que uno de los dos crímenes fue más brutal, el uno era para despojar a un pueblo de todo, hasta de su juventud, el otro, para ajustas cuentas, pues siempre se cosecha lo que se ha sembrado.
Tan uno crimen no puede ser comparado con el otro que en el segundo caso está siendo utilizado para los fines señalados por José María Chacón, o sea, continuar negando la normalidad política a todo un pueblo, o sea, los autores intelectuales de lo sucedido a Lasa y Zabala andan en lo mismo que en lo que andaba Blanco.
Y hoy en día, seamos sinceros, es más factible que lo de Lasa y Zabala se repita, mientras que lo de Blanco ha quedado en el pasado.
Una pregunta para terminar; ¿Alguna vez condenó Miguel Ángel Blanco lo sucedido a Joxean Lasa y Joxi Zabala? ¿Lo ha hecho su hermana Mari Mar?
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