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viernes, 30 de agosto de 2002

La Sede en Baiona

¿Por qué teme Madrid que Batasuna elija su local en Baiona como sede central?

Sencillo.

Uno de los componentes para justificar la solución policial con respecto al diferendo político que mantiene con el pueblo vasco se fundamenta en el alegato de que dicho diferendo no existe pues de inicio, no existe un pueblo vasco, todo el tema pasa por un conflicto interno entre españoles.

Pero no es así, el pueblo vasco existe y su territorio se extiende tanto al sur como al norte de los Pirineos, habitando tres provincias que hoy están bajo ocupación francesa; Lapurdi, Nafarroa Behera y Zuberoa.

Lo anterior deja bastante claro que el conflicto vasco no es en lo más mínimo un conflicto interno del estado español sino que en realidad se trata de un conflicto que involucra a una nación histórica europea y a dos estados decimonónicos, emanados de procesos bastante recientes, si se toma en cuenta la cronología de ese continente.

Por eso desde Batasuna se le responde aclarando que su sede central continúa en Iruñea - Pamplona -, pues con ellos complica aún más el relato españolista que reduce a Euskal Herria a la Comunidad Autónoma Vasca - o Euskadi -, negando la identidad vasca de Nafarroa Garaia, origen de Euskal Herria.

Dicho lo anterior, aquí el artículo de seguimiento al caso Batasuna publicado por La Jornada:


Pretende la fiscalía española extender a otros países la orden de cierre de locales de Batasuna

Teme Madrid que la organización abertzale traslade sus oficinas centrales a Bayona, Francia

Armando G. Tejeda | Corresponsal

La fiscalía de la Audiencia Nacional española busca hacer extensiva a otros países la orden de suspensión de actividades y el cierre de locales de la coalición de la izquierda nacionalista vasca Batasuna, acusada de ser el brazo político de ETA.

Hasta este jueves, un total de 24 sedes y locales han sido cerrados, en cumplimiento de la orden emitida el lunes anterior por el juez Baltasar Garzón.

Ante el temor de las autoridades españolas de que Batasuna traslade su sede central a Bayona, sur de Francia, la fiscalía anunció que pedirá a Garzón que envíe una comisión rogatoria a otros países para que la suspensión de actividades sea "eficaz".

El principal objetivo es precintar la oficina del parlamentario europeo de Batasuna, Koldo Gorostiaga, en Bayona, y la Herriko Embaxada de la coalición, en Bruselas.

Batasuna, que está registrada en Francia como una asociación en virtud de una ley aprobada en 1901, desmintió la víspera que hubiese trasladado su sede a Bayona, al sostener que "no se mueve, aunque no pueda trabajar en Pamplona. Las sedes estarán en la calle y seguirán trabajando como antes".

Para que prosperen estas eventuales peticiones de Garzón, la Unidad Central de Inteligencia española tendrá que acreditar que tanto la oficina del eurodiputado funge como sede central así como la supuesta implicación del local de Bruselas en el "aparato de relaciones exteriores" de ETA.

Del mismo modo se procederá en el caso del página web de Batasuna, que permanece activa a pesar de la orden de Garzón, ya que coloca como su dirección la de Bayona y usa servidores de Estados Unidos.

Continúan los desalojos

La policía continuó hoy con los desalojos y cierres de locales de la coalición suspendida en el País Vasco, donde se registraron protestas, como fue el caso de la herriko taberna (taberna del pueblo) de Durango, donde un centenar de personas se negó esta madrugada a abandonar el local, quemaron contenedores y atacaron la sede social del Partido Nacionalista Vasco (PNV). La taberna fue finalmente cerrada esta mañana, sin incidentes.

Además, la policía autonómica vasca, la Ertzaintza, clausuró las sedes de Batasuna en Lezo, Galdakao, Arrigorriaga y Santurtzi, mientras que en Navarra la Policía Nacional y la Guardia Civil cerraron otros dos locales.

Desde el lunes se han cerrado 12 inmuebles en el País Vasco y otros 12 en Navarra, si bien el operativo continúa abierto y se espera en los próximos días nuevos desalojos, hasta completar los 130 locales y sedes.

En tanto, la eventual proscripción de Batasuna continúa provocando polémica entre los partidos que forman el gobierno vasco, que se ha manifestado contra esta medida al considerar que provocará más crispación y enfrentamiento en el País Vasco, al tiempo que alejará la posibilidad de diálogo.

El vocero del PNV, Joseba Egibar, sostuvo que "ETA y Batasuna no son orgánica y estructuralmente lo mismo, ya que no están entrelazadas desde el punto de vista jerárquico, como se está transmitiendo a la opinión pública", y agregó que "ni de lejos se ha probado que la formación política haya incurrido en conductas delictivas".

El líder nacionalista apuntó que no se puede disolver un partido por negarse a condenar un atentado -en alusión al cometido por ETA en Santa Pola, que dejó dos muertos-, pues esto "no es delito".

Egibar también afirmó que "Batasuna ha hecho una apuesta inequívoca por vías políticas y democráticas, aunque cuando ocurre un atentado como el de Santa Pola (sus dirigentes) se refugien en el silencio".

Angeles Maestro, diputada de Izquierda Unida, consideró por su parte "imprescindible" que se presente un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley orgánica de partidos políticos, creada por el Ejecutivo presidido por José María Aznar, con el apoyo de la oposición socialista, para lograr la prohibición de Batasuna.

Precisamente, el gobierno se prepara para aprobar este viernes en el Consejo de Ministros la petición al Tribunal Supremo para que prohíba a Batasuna.

La ley de partidos que permitió esto "hay que recurrirla por motivos político-jurídicos y de sentido común, y hay que parar la locura de los partidos Popular (PP, oficialista) y Socialista Obrero Español (PSOE), que nos pone al borde del conflicto militar", señaló.

Begoña Errazti, presidenta de Eusko Alkartasuna -partido que integra la coalición de gobierno en el País Vasco, encabezado por el PNV-, consideró que "nos encontramos ante la mayor ofensiva contra el pueblo y sus derechos desde la dictadura" de Francisco Franco, pues, a su juicio, "el objetivo del PP y el PSOE es generar confrontación social y división política en Euskadi para impedir mayorías abertzales que nos permitan poner en marcha de forma efectiva y definitiva un proceso soberanista". 




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