Durante décadas, la Ertzaintza fue utilizada por Madrid como un arma más en su arsenal represivo desplegado en contra del pueblo vasco. Así, pasó de ser un cuerpo policíaco de cercanía a convertirse en un apéndice de la Guardia Civil, pero con nombre en euskera y en llamativo uniforme negro y rojo en lugar del soso verde que siempre ha caracterizado a esa institución.
Pero de vasca, la Ertzaintza, nada. Más bien, al contrario, se fue convirtiendo a lo largo de los años en trinchera del españolismo más virulento. Vamos, que con ETA ya fuera del escenario los ertzainas no han cambiado ni un milímetro su actitud mamporrera hacia quienes se manifiestan en calles y plazas, vaya, ni siquiera para quienes participan en eventos deportivos, como los casos de Iñigo Cabacas y Amaya Zabarte. Por no mencionar su accionar en sincronía con los falangistas, de lo que fuimos testigos precisamente en el Día de la Hispanidad en Gasteiz, con el aval de Bingen Zupiria.
Por eso no extraña a nadie su postura con respecto a la placa en memoria de una de sus víctimas, Rosa Zarra. Lo que sí es de admirar es la negativa por parte de Jon Isausti para plegarse a su cínica exigencia.
Aquí lo que nos informa Naiz al respecto:
El alcalde Insausti reafirma la memoria de Rosa Zarra y pide a Esan «facilitar la convivencia»
El nuevo alcalde de Donostia, Jon Insausti, ha rechazado la exigencia del sindicato policial Esan de que se retire la placa por Rosa Zarra, víctima de la Ertzaintza. Y le reclama que «facilite la convivencia».El nuevo alcalde de Donostia, Jon Insausti, ha afirmado este martes que el Ayuntamiento no va a renunciar a la memoria ni a la placa colocada en la ciudad en recuerdo a Rosa Zarra, la donostiarra que murió en 1995, ocho días después de recibir el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza. Aunque con 30 años de retraso, ha sido reconocida oficialmente por el Gobierno de Lakua en marzo pasado y recordada ahora con una placa por el Ayuntamiento de su ciudad.
Insausti, quien ha ofrecido la rueda de prensa habitual tras la Junta de Gobierno Local, se ha referido a preguntas de los periodistas a la petición realizada por el sindicato Esan de la Ertzaintza que exigió la revocación del reconocimiento de Zarra como víctima de acción policial y la retirada de la placa colocada en la ciudad.
El alcalde ha asegurado que el Ayuntamiento «no va a renunciar a la memoria de Rosa Zarra, no va a renunciar a esa placa, y va a seguir con la justicia, la verdad y la reparación».
Ha recordado que fue la Comisión de Valoración de víctimas de violencia estatal la que reconoció como víctima a Rosa Zarra y ha señalado que el Ayuntamiento de Donostia lo que ha hecho es respetar la decisión y, sobre todo, «trabajar junto a la familia».
El 22 de junio de 1995, Zarra se encontraba en las proximidades del estadio de Anoeta cuando, en el transcurso de una movilización, fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza durante una carga
Insausti ha aclarado que en el caso de Rosa Zarra, el Ayuntamiento ha seguido la misma metodología que con el resto de placas de la ciudad, donde se han colocado ya 36: 29 en memoria de víctimas de ETA, 3 de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, dos de acción policial, una del Batallón Vasco Español y otra del DRIL.
En este caso, ha dicho, Rosa Zarra fue víctima de la actividad policial y ha afirmado que así lo seguirá repitiendo el consistorio donostiarra.
Ha opinado que el comunicado hecho público por Esan «no facilita la convivencia en la ciudad», donde tanto el acto de colocación de la placa como la celebración unitaria ayer del Día de la Memoria dejó en evidencia el compromiso del Ayuntamiento y de la ciudad para caminar todos en el mismo sendero, «mirando a la memoria y a un futuro en paz».
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