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lunes, 31 de marzo de 2008

La Evolución de las Lenguas y el Euskara

Este texto ha sido publicado en el diario Novedades de Quintana Roo:

ESTRUCTURA Y EVOLUCIÓN DE LAS LENGUAS

Paulino de Ariño

Como veíamos en la primera parte, hay que añadir a las anteriores la rama armenia y la albanesa. Las lenguas de la familia semítica se dividen en dos grandes grupos: el septentrional, que abarca el asirio, el cananeo, el moabita, el fenicio, el hebreo y el arameo (en la que se expresaba Jesús, conocido también como Cristo).

El meridional comprende el árabe en sus diversas modalidades, antiguas y modernas. Finalmente, las lenguas de la familia camítica son: el egipcio (y su forma reciente, el copto), el libiobereber y el etíope.

No todos los idiomas del mundo, por lo menos en el estado actual de la ciencia lingüística, son susceptibles de agruparse en familias.

Muchos de ellos, como el vascuence y el antiguo etrusco, quedan sin filiación genealógica.

El vascuence no es, como vulgarmente se dice, el habla de la España anterior a la conquista romana, sino el producto de la evolución de una de las primitivas lenguas de la Península, que absorbiendo después un conglomerado de voces extrañas, sobre todo latinas, se ha transformado en ocho dialectos privativos del territorio vasco.

Guardaba el vascuence con las lenguas habladas en España en la época mas remota de su historia indudable afinidad, por lo cual resulta inapreciable documento, auténtica joya arqueológica, para conocer las características de dichos idiomas.

Por lo tanto, y después de los estudios de Schuchardt, sabemos que las desinencias de la declinación ibérica eran casi exactamente iguales a las del vascuence. Éste se apropió, de una parte, buen número de palabras latinas, pero al mismo tiempo debió influir en el latín peninsular con su peculiar fonética, produciendo modificaciones que se reflejan en el español: tales la confusión de "b" y "v", y la aspiración o desaparición de la "f", fenómeno privativo del castellano, que ha rechazado, por lo común, la "f" latina inicial de palabra, lo mismo que los vascos de antaño y que los actuales.


Solo hay que hacerle la precisión al señor de Ariño que España como tal tiene a lo más quinientos años de existencia y que sus referencias a la misma están fuera de contexto y solo contribuyen a la idea errónea que España ha sido una entidad política homogénea desde la época del Imperio Romano, una idea sin sustento ni rigor históricos. Curioso también que este tan laureado Doctor en Filosofía y Letras nunca acierte a llamar al vasco/vascuence por su nombre, euskara.

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