Alde Hemendik!

Esta información nos llega gracias al boletín Berriak de Diáspora Vasca:

MILES DE PERSONAS, EN BARAKALDO, EXIGIERON A LAS FUERZAS DE OCUPACIÓN «ALDE HEMENDIK!»

Una vez más, la convocatoria habitual del movimiento pro-amnistía en la jornada del 12-O fue respaldada por miles de ciudadanos vascos. Una marcha recorrió las calles de Barakaldo para exigir la retirada de las «fuerzas armadas de ocupación» de Euskal Herria, y destacar que no será posible emprender un proceso de resolución «mientras no cesen las estrategias represivas». Pese a la gran presencia policial, no hubo incidentes.

La localidad vizcaina de Barakaldo, «uno de los símbolos de ocupación más significativos con los que a día de hoy cuenta el Estado español en Euskal Herria», congregó ayer a miles de ciudadanos con el único objetivo de reclamar que las «fuerzas armadas extranjeras» abandonen Euskal Herria.

La manifestación convocada por el movimiento pro amnistía bajo el lema «Konponbide demokratikoaren bidean, alde hemendik, utzi bakean Euskal Herria», partió del Parque de los Hermanos pasadas las 12.30, y pese a que en todo momento estuvo vigilada por agentes de la Ertzaintza, se desarrolló con total normalidad.

Durante el recorrido, que se completó en un espacio de una hora, los manifestantes corearon consignas como «Fuera las fuerzas de ocupación», «A ellos la Ley Antiterrorista», o «Guardia Zibil, alde hemendik». Además, a su paso por el nuevo «macro-cuartel» ubicado en el municipio, también gritaron lemas contra los agentes de la Policía autonómica que custodiaban el edificio dotados de material antidisturbios. «Zuek ere txakurrak zarete» fue una de estas consignas.

Tal y como explicó Jon Enparantza al comienzo de la movilización, el movimiento pro amnistía trasladó su habitual protesta del 12 de octubre a Barakaldo con motivo de la próxima inauguración del citado cuartel en la localidad ya que, a su juicio, «la apertura del mismo en la actual situación no es más que una provocación».

«Presión ciudadana»

Tras resaltar que «el debate político está en estos momentos bien encaminado, y es por ello por lo que la presencia de las fuerzas armadas extranjeras en Euskal Herria es una cuestión que debe ponerse sobre la mesa», Enparantza indicó que «puede que estemos a las puertas de un cambio político, pero eso sólo podrá ocurrir siempre y cuando los estados opresores quieran afrontar el conflicto político con criterios meramente políticos y democráticos».

Así, incidió en que la «clave» en la resolución del conflicto se basa en el respecto a la decisión de los ciudadanos vascos, y por consecuencia, en la «imprescindible salida de las fuerzas armadas extranjeras de Euskal Herria». «Y lo decimos convencidos, porque será así más pronto que tarde», agregó.

Por su parte, Julen Larrinaga también ahondó en esa cuestión en el acto político celebrado al término de la marcha. Y es que, nada más tomar la palabra, recordó cómo el movimiento pro amnistía reclamó en esa misma localidad hace cinco años un proceso democrático, así como el fin de las «estrategias represivas de los estados» y la salida de las FSE de este país, y apuntó que «su respuesta ha sido de guerra».

Estos últimos años, según dijo, han detenido a 3.500 personas por razones políticas, a lo que habría que sumar otras 1.003 órdenes de encarcelamiento, 546 denuncias de torturas, 22 muertes, nueve ilegalizaciones de organismos políticos y los cierres de varios medios de comunicación. Otros 241 ciudadanos han sido llamados a declarar en la Audiencia Nacional, al tiempo que se han efectuado pagos que ascienden a decenas de millones de euros a través de fianzas y multas.

Por todo ello, y tras destacar que la estrategia de los estados español y francés siempre ha sido «represiva», insistió en que no habrá ningún proceso democrático sin que dejen de lado esa vía. Eso sí, destacó que «tampoco será posible acabar con esas estrategias si no existe una presión ciudadana».

Así, instó a aunar fuerzas y encauzar una alianza estratégica entre todos los que denuncian la «situación antidemocrática» de Euskal Herria en una misma dirección para reivindicar que haya «un proceso sin injerencias».

.... ... .