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viernes, 18 de enero de 2019

Presentan Elkarteach

Educación más tecnología en una plataforma compartida.

Les compartimos este interesante reportaje publicado en Naiz:


La situación es conocida por toda aquella familia con hijos o hijas que acaban la enseñanza media y se disponen a emprender la siguiente etapa educativa: ¿Qué voy (vas) a estudiar; un ciclo superior o una carrera? ¿Y cuál será? ¿La que me gusta, la que más salidas laborales tienes, la que te recomendamos (padres) o te recomienda (orientador del instituto), la que han elegido tus amigos? ¿O decidiré tras una jornada de puertas abiertas? De lo acertado o equivocado de la decisión dependerá todo un proyecto de vida. Para elegir con mayor conocimiento de causa, los estudiantes vascos cuentan ahora con la plataforma Elkarteach.

Gotzon Aranburu

Se podrá tener más o menos talento, tal o cual vocación, mejor o peor situación económica, y todo ello influirá en los estudios a realizar y en el resultado académico -y posteriormente profesional- obtenido. En cualquier caso se trata de factores que uno mismo tiene nula o limitada capacidad de alterar.

Lo que no debería ocurrir es que por falta de información previa adecuada y suficiente se elijan unos estudios que tras uno o dos cursos se revelen inadecuados o inasequibles para el chico o la chica que los inició lleno de ilusión. Y eso es precisamente lo que ocurre, o al menos es una percepción extendida. Esto es, la orientación universitaria recibida de manos del instituto y de la universidad se considera deficiente y ello conlleva demasiadas decisiones de matriculación y estudios equivocadas y en muchos casos frustrantes.

Naturalmente, no faltan casos de vocaciones tempranas y bien definidas incluso antes de iniciar la enseñanza secundaria. Y muchas familias que por su nivel socioeconómico disponen de información y herramientas adecuadas para tomar la mejor opción educativa. Sin embargo, también son frecuentes los casos en que se llega al final de la enseñanza media sin saber bien qué camino tomar, sin disponer de una orientación clara sobre el futuro inmediato.

Y ahí entran en juego múltiples factores que incidirán en la matriculación del año siguiente; los gustos de cada una, las reflexiones familiares, la información recibida del orientador con que suelen contar los centros de enseñanza media, la impresión recibida en la jornada de puertas abiertas que las facultades suelen realizar en periodo de prematrícula, la lectura reportajes de prensa del tipo “Las diez carreras que más demanda laboral tienen”, e incluso las opciones tomadas por el círculo de amigos más cercanos.

No es un problema local. El concepto original de Elkarteach surgió en la Universidad de Harvard, con el nombre “HarvardTeach”, con el objetivo de promover el acercamiento de la universidad a las escuelas, pues también allí percibían la falla abierta entre ambos ámbitos. Alberto Medrano, bilbaino con recorrido en el mundo de la banca y posteriormente en el lanzamiento de start-up, se inspiró en la iniciativa estadounidense para rediseñarla y adecuarla a la realidad vasca, pues poseen características diferentes. En el caso de la universidad estadounidense, la fórmula elegida es la de clases magistrales de profesores y alumnos.

«ElkarTeach es una plataforma donde los alumnos universitarios ofrecen una sesión sobre un proyecto que llevan a cabo en la carrera, abierta a todos los institutos y alumnos de nuestro territorio. Los universitarios ofrecen explicar un proyecto que han realizado a alumnos que están en la época de decidir su futuro profesional. De esta forma, éstos pueden tener una información de primera mano de lo que significa estudiar una determinada carrera» señala Alberto, que desde hace medio año se multiplica para dar a conocer su proyecto a centros de enseñanza media y universidades.

Aunque contamos con un tejido social de gran valor y conocimiento, el proceso de orientación de los jóvenes no ha cambiado de forma significativa en las últimas décadas. ¿Es posible que internet y las redes sociales hayan cambiado tanto la sociedad y tan poco este aspecto concreto? Parece ser que sí, que un enorme potencial de transferencia de conocimiento, de experiencia sobre el terreno, queda sin explotar año tras año. Curso tras curso.

Una red de abajo arriba

Pues bien,  mediante la plataforma social www.elkarteach.com se establece el contacto entre los interesados y, además, se fija un sistema de puntuación. De este modo, aquellos universitarios que mayor ayuda aporten a los jóvenes, y sus puntuaciones así lo reflejen, puedan repetir esas sesiones en otras ocasiones. Es una red que se desarrolla de abajo arriba (bottom-up), ya que la relación la tejen los propios alumnos, promovidos por sus respectivas instituciones. Estos estudiantes universitarios son precisamente los que mayor capacidad de empatía muestran hacia los de Secundaria, pues ellos mismos se encontraban en esa situación pocos años atrás.

Este nuevo ecosistema de conversación entre centros escolares favorecerá no solo la conexión on-line de todos los grupos de interés (alumnos y alumnas, familias, profesores y profesoras, centros escolares y universidades), sino que organizará eventos off-line donde ex-alumnos de centros escolares que o bien estén cursando estudios universitarios o bien estén ya integrados en el mundo laboral, den charlas a estudiantes de secundaria que estén en el proceso de decisión de qué estudios superiores afrontar, con el fin de explicarles de primera mano sus experiencia y aprendizajes.

En la plataforma on-line los participantes pueden publicar entradas, documentos, vídeos, enlaces, enviar mensajes privados, crear y participar en grupos de trabajo o debate, crear proyectos de innovación, colaboración o start-up, consultar los proyectos destacados de la comunidad, ofrecer y demandar talento…

«Entre otros objetivos de Elkarteach, hay uno que quisiera señalar: la democratización de la orientación universitaria. En muchas ocasiones, las universidades tienen una red de institutos a los que visitan año tras año. Sin embargo, son muchos los centros a los que no suelen acudir. Esta plataforma abre la oferta de la orientación a cualquier centro o estudiante que quiera participar. Y lo hace de forma descentralizada, ya que no es el profesor universitario el que tiene que recorrer todos los centros, sino que son los alumnos de forma independiente los que ayudan a los estudiantes de secundaria. La orientación pasa de ser una actividad que ejerce una persona concreta en un instituto, a una actividad abierta a todos, en las que toman parte una amplia red de universitarios» indica Alberto.

«Win-win»

Hay un término anglosajón muy en boga últimamente y es “win-win”: todos ganan. No tiene sentido en un marco de competición, de vencer a un adversario, pero sí en un ámbito de colaboración. Con la transferencia de experiencia todos ganan. En primer lugar, los alumnos de enseñanzas medias, que afrontan mucho mejor informados y con conocimiento de causa su próxima y transcendental decisión académica.

Ganan también los alumnos universitarios, que en determinados casos suman por su participación créditos a sus notas académicas, y que en todos los casos enriquecen su bagaje de experiencias personales. Ganan los centros de secundaria, que ven cómo los alumnos y alumnas que acaban de dejar sus aulas obtienen mayor aprovechamiento de lo aprendido en el instituto, y ganan las universidades, que reciben a chicos y chicas con las ideas mucho más claras sobre dónde están y con qué se van a encontrar en la facultad. Win-win.

En los pocos meses que llevan en funcionamiento, Elkarteach ya ha conseguido implicar a un buen número de universidades y centros escolares. Entre las primeras, la UPV-EHU, la Universidad de Mondragón, la Universidad de Deusto, la Escuela Superior de Ingenieros de Donostia de la Universidad de Navarra (Tecnun), el Centro Superior de Diseño Kunsthal, la Escuela de Innovación Profesional AEG… y entre los segundos, Axular Lizeoa, Larramendi Ikastetxea, Claret Ikastola o IES-IBI Usandizaga, entre otros.

La primera universidad en dar el paso ha sido Tecnun, cuyos alumnos han participado en varios eventos de orientación académico-profesional en la ikastola Axular. Hasta ahora, seis universitarios han contado de primera mano sus experiencias académicas -y laborales- a los alumnos de Secundaria de Axular.

Carlos Aizpurua, ingeniero industrial de 25 años, y promotor también del proyecto Elkarteach,  ha sido uno de los que se han presentado ante los alumnos de Axular. Carlos eligió Ciencia y Tecnología en el Bachillerato porque le gustaban las matemáticas, pero al terminar no tenía muy claro qué carrera elegir. «Ni aun teniendo toda la información necesaria es una decisión sencilla», indica, pero finalmente optó por la ingeniería industrial, que según explica a los alumnos de Axular viene a ser una combinación de ingeniería electrónica, mecánica y eléctrica: una titulación habitualmente requerida por el sector de la máquina-herramienta.

También cuenta que cada vez se hacen más prácticas en la carrera y que él se fue a un instituto de Alemania en tercer y cuarto curso, también estuvo en Orona, luego hizo un máster, después otra temporada fuera, en Estados Unidos, y en la actualidad trabaja en el departamento de I+D de una filial de CAF. «Como veis, si optais por esta ingeniería teneis que estar dispuestos a viajar» subraya a los chicos y chicas de Axular.

Para tablets y móviles

Alberto Medrano subraya que también para los impulsores del proyecto está suponiendo un intenso aprendizaje Elkarteach, pues su propia filosofía y el feed-back que reciben de universidades y escuelas -y cada vez más, de empresas- les empujan a perfeccionarlo. Por ejemplo, distintas universidades les han pedido que expandan el proyecto incluso a nivel estatal, y que Elkarteach se convierta en la plataforma de orientación integradas de todas las universidades e institutos de Gipuzkoa, en la que tengan cabida todo tipo de eventos relacionados con la orientación (puertas abiertas, presentaciones, conferencias…) que se den en el territorio, tanto si se dan en formato clásico como si se trata de las nuevas sesiones colaborativas propuestas en el proyecto.

«Además -señala Alberto- nos están demandando que la plataforma web sea también móvil, por lo que vamos a intentar afrontar, si conseguimos nueva financiación, el proyecto de rediseño de la web para que sea “responsive” y, por lo tanto, se ajuste automáticamente a los entornos de tableta y smartphones».

Las empresas, que al fin y al cabo suponen la prueba de fuego fundamental para comprobar la corrección de esta emergente orientación académico-profesional, también alientan a Elkarteach a encarar objetivos más ambiciosos. En concreto, desearían que la plataforma fuera también un puente de comunicación entre ellas y las universidades, de tal manera que puedan presentarse a los universitarios que estén finalizando sus carreras y captar el talento que buscan. Una especie de Linkedin, un nuevo reto para el equipo de Alberto Medrano.






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