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miércoles, 6 de junio de 2012

Vascófobo de la Semana: Raúl González Zorrilla

Desde que Jesús Laínz iniciara su campaña de tierra quemada en contra del pueblo vasco en general y el euskera en particular no habíamos tenido la oportunidad de honrar a alguien con el premio al vascófobo de la semana, pero lo que van ustedes a leer, vómito de la pluma del mercenario Raúl González Zorrilla los va a dejar anonadados, vean ustedes, de su propio blog:


Según ha podido saber Euskadi Información Global de fuentes cercanas a la investigación, la policía mexicana investiga a miembros de ETA asentados en este país por su posible implicación en el asesinato del general Acosta Chaparro, que tuvo lugar el pasado 20 de abril. Las fuerzas de seguridad aztecas, que ayer detuvieron a Jonathan Javier Arechaga Zarazua como presunto autor del crimen, tienen constancia de las estrechas relaciones de familia y amistad que éste mantiene con círculos vascos de la capital ligados a la organización criminal vasca.
El general mexicano retirado Mario Arturo Acosta Chaparro, quien fue acusado y exonerado de presuntos vínculos con el narcotráfico, murió el pasado 20 de abril tras ser tiroteado en una calle de México D. F. Dos años atrás, en mayo de 2010, Acosta Chaparro ya había sufrido otro atentado, aunque consiguió sobrevivir al mismo.
En agosto de 2000, Acosta Chaparro y otro general ya fallecido, Francisco Quirós Hermosillo, fueron detenidos bajo la acusación de servir y dar protección al cartel de Juárez durante años. A ambos se les juzgó, condenó y rebajó del rango de generales por esos cargos en un juicio militar que tuvo lugar en noviembre de 2002. Permaneció en prisión en el Campo Militar Número Uno de Ciudad de México hasta que, en 2007, Chaparro recuperó la libertad después de que un tribunal federal le otorgara amparo por falta de pruebas que lo vincularan con organizaciones de narcotraficantes. Esta decisión le devolvió el grado de general que perdió al ser condenado.
Tras detener ayer a Jonathan Javier Arechaga Zarazua como presunto autor de la muerte del general Acosta Chaparro, la policía de la capital mexicana maneja de la teoría de que miembros de ETA asentados en el Distrito Federal habrían diseñado el atentado contra el militar por encargo del narcotráfico mexicano. Esta posible relación de los etarras radicados en México con los grandes cárteles de la droga de este país, no es algo nuevo. Edgardo Buscaglia, uno de los principales expertos del mundo en delincuencia organizada, investigador de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), viene denunciando desde hace años que, actualmente, “los cárteles mexicanos están tomando ejemplo de otros grupos terroristas y criminales, en donde han encontrado especialistas en cometer diferentes tipos de delitos. Servicios por parte de grupos profesionales que les han permitido actuar con la efectividad que actúan ahora. Entre las alianzas con grupos terroristas se encuentra ETA, en términos de apoyo logístico”.
Esta posible relación entre ETA y los cárteles mexicanos de la droga se habría ido forjando a través de los terroristas de las FARC. El Gobierno y la policía colombiana han denunciado reiteradamente que los jefes de los cárteles mexicanos de la cocaína trabajan en estrecha cooperación con los asesinos de esta guerrilla, que les venden o "prestan" toneladas del alcaloide cuando los narcos se quedan desabastecidos. De hecho, el comandante de la policía Antinarcóticos de Colombia, César Pinzón, explica que "los nexos se establecen cuando columnas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregan droga a narcotraficantes colombianos que, a su vez, trabajan en alianza con capos mexicanos que envían la mercancía a Estados Unidos. Entre ellos se ayudan para cumplir con los embarques para México. Eso ha ocurrido. ¿Por qué? Porque las FARC son el gran cartel que controla los laboratorios en la selva y maneja las rutas de salida de la droga en el país”.
De la misma opinión es Felipe Urbiola Ledezma, representante del Instituto Nacional de Migración de México, quien explica que "en México estamos observando un flujo migratorio inusual de personas ligadas a organizaciones terroristas como ETA, las Farc o, incluso, Hizbollah. Además, también tenemos en el país un gran número de delincuentes ligados a bandas criminales de Europa del Este y Rusia".
En 2002, la DEA norteamericana, la agencia antidroga del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, ya definió a ETA como una banda dedicada al narcotráfico en su informe anual sobre el tráfico de drogas en el mundo. El OGD fracés (Observatoire Géopolitique de Drogues), también ha planteado este vínculo en diversas ocasiones.
Más recientemente, el escritor Roberto Saviano, uno de los grandes expertos mundiales en las redes mafiosas internacionales de tráfico de drogas, especialmente de las que pasan por Europa, señalaba que la actividad etarra en este ámbito delictivo es incesante. "Me consta", decía, "que los etarras están comprando coca a los narcos colombianos, que la están transportando a Portugal y que de ahí la están llevando al País Vasco."
México fue durante muchos años el retiro ‘dorado’ de los miembros de ETA. Los servicios antiterroristas españoles llegaron a contabilizar hasta 150 militantes, colaboradores o simpatizantes de la banda alojados en este país en dicho país. Posteriormente, y tras la paulatina implicación de las autoridades mexicanas en la lucha contra ETA, lucha muy obstruida por la izquierda de este país, muchos de estos etarras han buscado refugio en Venezuela.

Con esta soflama, González Zorrilla pone en peligro a toda la comunidad vasco-mexicana, así que desde ya le hacemos responsable directamente a él de cualquier desaparición forzada o asesinato de algún vasco o de algún mexicano de origen vasco.

Tres comentarios:

a) Como le duele a los españolitos (y a sus valedores Buscaglia y Saviano) que ETA haya desarticulado la red de distribución de heroína que las fuerzas represivas españolas habían armado en Hegoalde con el fin de desmovilizar a la juventud vasca... ¿o de dónde creen que surgió la saña represiva en contra de los movimientos juveniles Segi y Haika?

b) Los militantes de ETA se han caracterizado por un apego irrestricto a los principios del socialismo, su fin nunca ha sido dañar al pueblo, por lo tanto, nunca van a aceptar coaligarse con ningún grupo delictivo, eso lo sabe muy bien Madrid. Su relación con las FARC en cambio es entendible, ambas organizaciones luchan en contra de la ultra derecha y el internacionalismo es característico de la izquierda a nivel mundial.

c) ¿Refugio en Venezuela? Cada vez que Juan Carlos estornuda Chávez extradita a un vasco, a sí que refugio refugio, lo que se llama refugio...

Comentario final, un mexicano con dos apellidos vascos como en el caso de Jonathan Javier Arechega Zarazúa (se apellida Arechega y no Arechaga como dice la nota) no tiene nada de raro, abundan, y muchos ni siquiera lo saben. Pero de ahí a convertirlo en militante de ETA hace falta un salto cuántico. Ahí está la foto, ustedes dirán si el chaval puede andar caminando por Bilbo, Gasteiz, Baiona o Donibane Garazi sin despertar por lo menos curiosidad. O ser llamado sudaca en Toledo o moro en Huelva.

Para precisar, los refugiados vascos llegaron hace ya un promedio de veinte años mediante un convenio entre los gobiernos de México y el estado español... Jonathan Javier tiene 22 abriles, creemos que es difícil que con tiernos dos años de edad haya andado poniendo bombas lapa en Madrid o Burgos.

Pero es que además Raúl González Zorrilla miente descaradamente, sigan este enlace a la cobertura mediática en México acerca del caso y traten de encontrar una que lo vincule a ETA. González Zorrilla hizo este cocidito basándose tan solo en la casualidad de la combinación de apellidos, pero en ese caso; ¿Felipe Urbiola del INM con apellido tan vasco, también pertenece a ETA?

Así que ya lo sabes Raúl, cualquier sangre vasca derramada en México está en tus manos.




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