Los pasos por parte de la sociedad vasca dentro de la ruta marcada por el proceso de paz siguen siendo firmes, y así lo muestra esta nota publicada en La Jornada:
El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) aprobó este sábado el abandono por parte de la organización separatista ETA de la lucha armada e hizo un gesto hacia las víctimas del conflicto en el País Vasco, al evocar el dolor que provocó la lucha armada del grupo.
El colectivo de prisioneros a la vez que traslada a ETA todo su respeto y apoyo a la decisión que adoptó, da por finalizada la fase de actividad armada como instrumento de lucha para lograr sus objetivos, anunciaron dos voceros en conferencia de prensa en Guernica, en el País Vasco español.
Somos plenamente conscientes del múltiple dolor generado, de hecho lo venimos sufriendo directamente o en nuestro entorno desde hace generaciones, declararon también los prisioneros, según sus portavoces Bego Uzkudun y Karlos Ezurra, que leyeron una declaración de ocho puntos fruto de conversaciones internas a raíz del anuncio realizado en octubre de 2011 por parte de ETA del abandono de la lucha armada.
La suerte de los cerca de 650 prisioneros encarcelados en España y de los 150 reclusos vascos en Francia es una de las claves de una eventuales conversaciones de paz en el País Vasco, del que ETA reclama la independencia.
La Comisión Internacional de Verificación, creada para supervisar la aplicación de los compromisos de alto el fuego de los etarras, anunció el 4 de mayo haber recibido un mensaje de la organización que indicaba que ETA está dispuesta a dialogar sobre una serie de elementos prácticos para consolidar el proceso.
Denunciando el bloqueo de (los gobiernos de) Madrid y París, el EPPK también hizo “un llamado a los Ejecutivos de España y Francia para que responsable y valientemente aprovechen esta oportunidad y emprendan ya la vía de la resolución democrática” del conflicto en el País Vasco.
Raymond McCartney, un diputado irlandés del movimiento norirlandés Sinn Fein presente en la reunión, estimó que la declaración supone una contribución muy positiva a favor de un diálogo. Muestra la voluntad de implicarse en el proceso, sostuvo.
Esto será largo, tenemos que aguantar, aseguró Michel Mendiboure, un ex preso francés, y presidente de Anai Artea, una asociación humanitaria para ayudar a los refugiados políticos vascos, quien estimó que la violencia definitivamente no es una opción.
El pasado martes, los ministros del Interior de Francia, Manuel Valls, de visita en Madrid, y de España, Jorge Fernández Díaz, reiteraron su llamado a la disolución del grupo armado.
Y bueno, al final de la nota queda perfectamente dibujada la actitud cerrada por parte de los representantes de los estados español y francés.
Nota: El texto compartido no es de la autoría del corresponsal de La Jornada en el estado español, sino un cable de AFP, de ahí el lenguaje ultraespañolista. También es la razón por la cual hemos quitado la muletilla de "los 800".
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