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lunes, 2 de agosto de 2004

La Prepotencia de Vicente Fox

Al compartir con ustedes este artículo de La Jornada nos vemos en la necesidad de recordar a nuestros lectores que el presidente colaboracionista Vicente Fox Quesada es mexicano de origen vasco por línea materna.

Tanto él como sus primos primeros fueron parte de la comunidad vasca que departe en el Centro Vasco de la Ciudad de México y de ello queda constancia pues formaban parte del equipo de futbol de dicha institución.

Y nos vemos en la necesidad de recordarles esto porque ahora en su modalidad de presidente se ha olvidado por completo de sus raíces vascas, lo cual no se puede obviar al momento de enterarse que no está mostrando ni la más mínima simpatía hacia otras familias de vasco mexicanos, en este caso específico, las de dos de los seis represaliados políticos hoy presos aguardando la resolución final de su proceso de extradición.

Lean ustedes esto que da a conocer La Jornada:


Niega Fox audiencia a los familiares de vascos presos

"Nos tratan como mexicanos de segunda", denuncian

Alfredo Méndez Ortíz

Familiares de dos de los seis vascos presos en el Reclusorio Norte con fines de extradición a España, país que los acusa de tener vínculos con la organización separatista ETA, no han sido recibidos por Vicente Fox Quesada, y en la oficina de la Presidencia de la República únicamente les han "dado largas" y los remiten a la Procuraduría General de la República (PGR), instancia a la que no correspondía decidir sobre la extradición, ya que la determinación estaba en manos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En entrevista telefónica, Mónica Basurto, esposa de Asier Arronategui Duralde, uno de los detenidos, indicó que el jefe del Ejecutivo "no sólo se ha negado a recibirnos, sino que nos está tratando como mexicanos de segunda".

Su marido es el único de los seis que fue naturalizado mexicano. Basurto y sus tres hijos nacieron en territorio nacional. Otro de los vascos que tiene familia nacida en México es Félix Salustiano García.

El artículo siete de la ley de extradición establece que "ambas partes tendrán la facultad de denegar la extradición de sus nacionales", aunque para la esposa de Arronategui "el hecho de que se nos niegue una audiencia con Fox demuestra que su gobierno no le da ninguna importancia a la persecución política (en contra de los ciudadanos de origen vasco) y pone en evidencia que ni mexicanos ni extranjeros que tengan relación familiar con algún vasco pueden estar tranquilos en este país, porque en cualquier momento se nos podría tildar de etarras".

Basurto refirió que el pasado 21 de julio acudió en compañía de familiares de Salustiano García (también mexicanos) a la residencia oficial de Los Pinos para solicitar una audiencia con Fox; sin embargo, "sólo nos atendió Silvia Maya, integrante de la Red Nacional de Servicios a la Ciudadana, quien ya dio carpetazo a nuestra petición, porque aunque se comprometió a comunicarse con nosotros en unos días, hasta ahorita no lo ha hecho".

Durante la entrevista, aseguró a La Jornada que a pesar de que las autoridades mexicanas "ya no me inspiran confianza, sino más bien miedo", la última esperanza de los vascos y de sus parientes es que el Presidente "abra los ojos" para que "se dé cuenta de la injusticia que se está cometiendo (contra los presuntos miembros de la ETA). Si realmente Fox está en favor de la integración familiar, debe ordenar una investigación seria, porque tal como están las cosas se está destruyendo a familias enteras".

Agregó que en la Presidencia de la República "nos mandaron a la PGR, sin ninguna explicación de por medio, y en esa dependencia nos atendió por teléfono José Luis Santiago Vasconcelos (subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada), quien únicamente me dijo que me dirigiera a la Subprocuraduría de Control Regional (que encabeza Gilberto Higuera), donde supuestamente se encuentra el asunto".

Basurto añadió en tono molesto: "no es posible que a mi esposo, siendo mexicano, lo traten como de segunda. De hecho, Asier fue pedido en extradición como español, no como mexicano".

Para la esposa del ciudadano vasco, la captura de los seis "no fue un acto casual", ya que "años antes de la detención, cuando vivíamos en Querétaro, un señor con acento español se acercó a mi marido y platicó con él durante varios minutos. Después Asier me comentó que esa persona -probablemente se trataba de un policía español- le propuso llegar a un arreglo para que regresara a España, a cambio de que proporcionara información (sobre las actividades de vascos en México), y mi marido le dijo que no sabía nada y que no tenía nada que ver con la ETA".

Añadió que el 19 de julio de 2003, un día después de que fueron detenidos los seis vascos en varios estados de la República, elementos de la Agencia Federal de Investigación "catearon mi casa, a pesar de que no había nadie. Hablando con vecinos, me comentaron que durante el operativo policíaco estuvo presente una persona que tenía acento español".

-¿Cómo le ha cambiado la vida después de la detención de su marido? -se le preguntó.

-Es espantoso, más porque tengo tres hijos, y entonces la adaptación de ellos ha sido difícil. El impacto sicológico en ellos fue brutal. Reponerme económicamente, porque me dejaron en la calle y con las cuentas bancarias cerradas, también ha sido un enorme problema. Todo ha sido terrible, y de verdad no se lo deseo a nadie.

-¿Desconfía de las autoridades?

-Hay desconfianza, pero más que eso miedo, porque en cualquier momento me involucran por ser esposa de un vasco. 




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