Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 18 de junio de 2016

El Caprilista Pablo Iglesias

Un día sí y otro también desde Podemos muestran sus verdaderos colores.

Esta vez la supuesta solidaridad de Pablo Iglesias para con la revolución bolivariana se ha esfumado, así nomas, llamándole sensato al terrorista Henrique Capriles.

Les aconsejamos leer el siguiente reportaje en Resumen Lationamericano para que así le puedan ir tomando la medida al icónico lider de la formación morada:

Pablo Iglesias se decanta: “La oposición sensata de Capriles ganará las próximas elecciones en Venezuela”

Aday Quesada | Canarias Semanal

Este miércoles, el Secretario General de la formación política Podemos protagonizaba una de esas piruetas que, en el espectáculo circense,  se suelen denominar como “el más difícil todavía”.

En relación con la situación por la que atraviesa la República bolivariana de Venezuela, Iglesias pronosticó ante los micrófonos de la cadena SER que la oposición venezolana acabará ganando las elecciones presidenciales. Iglesias condicionó este tipo de desenlace al hecho de que la  burguesía venezolana  apostara por lo que él denominó   las posiciones “sensatas” de Henrique Capriles, y no por las “extremistas” de Leopoldo López. El dirigente de Podemos aseguró que el que las cosas concluyeran de esta  forma en el país caribeño, sería una expresión de “normalidad”.

Abandonando en la cuneta a todos aquellos  dirigentes políticos de los que un día pretendió servirse,  y que fueron exhibidos por sus acólitos como “ejemplos a imitar”, Iglesias precisó a su entrevistadora, posteriormente, que ahora a él  también le serían muy difíciles de explicar algunas de las decisiones tomadas por el primer ministro heleno, Alexis Tsipras.

ZP, el nuevo héroe del momento podemita

Sin embargo, sus opiniones acerca de determinados líderes españoles del PSOE, a diferencia de los ya repudiados, estuvieron repletas de frases elogiosas y de todo tipo de encomios.

Iglesias  empleó un tono taxativo a la hora de opinar que José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el mejor presidente que ha tenido la “democracia española”. Confesó, además, a su entrevistadora, que él le suele consultar al ex presidente muy frecuentemente sus dudas “sobre temas importantes”.

“Cuando tengo este tipo de dudas – aseveró Iglesias – procuro mandarle un mensaje y preguntarle (…) y siempre me ha atendido y se lo agradezco mucho”.

Para Iglesias, Zapatero, que como se sabe fue el presidente de las reformas laborales y que modificó la Constitución española para permitir que las deudas alemanas tuvieran prioridad sobre las necesidades sociales de los españoles, es “un tipo muy solvente y humilde”. Agregó que “ha aprendido muchísimo” del ex líder socialdemócrata.  Iglesias confesó, igualmente, que desde el momento en que lo conoció se produjo entre ellos una suerte de buen “feeling”, que le ha permitido dar continuidad a su relación con él.

En la entrevista con la cadena SER, Iglesias realizó también algunas precisiones de carácter ideológico. Aseguró, por ejemplo, que a la “vieja socialdemocracia” la asesinaron el  británico Tony Blair, con su ‘Tercera Vía’ y el alemán Gerhard Schroeder. Opinó que en España el único que había cuestionado la llamada “tercera vía” fue Josep Borrell, y que por esa razón “se lo cargaron”. Borrell, en opinión de Iglesias, seguía el modelo del francés Lionel Jospin, que “hubiera sido bueno para España”. En su opinión, de haber ganado esa tendencia dentro del PSOE “a lo mejor” hoy en día “no existiría Podemos”.

Pero contrariamente a lo que muchos piensan, la simpatía de Pablo Iglesias por Rodríguez Zapatero y su entorno ideológico no es novedosa. Su opinión acerca del gobierno de ZP quedó explícitamente definida en su tesis doctoral, en la que elogió tanto al presidente como a su indescifrable proyecto de la “Alianza de civilizaciones”.

Una táctica sin estrategia

Se equivocarían, no obstante, aquellos que interpretaran estas reflexiones de Iglesias sobre Zapatero como  expresiones  francas de lo que realmente piensa acerca del ex líder socialdemócrata. En realidad, no son más que herramientas instrumentales con las que intenta  adaptarse  a las exigencias del momento electoral.

Su objetivo  actual consiste en camelarse a los fluctuantes votantes del PSOE para arrimarlos a su redil. No hay convicciones ni planteamientos estratégicos en el contenido de estas declaraciones. Se trata de movimientos meramente tácticos, sin mayores horizontes. Como le sucediera a Tsipras en los dos últimos años, el objetivo final se consuma en la toma del Gobierno, no en alcanzar el Poder, que es algo muy diferente.

A quienes pudieran tener dudas al respecto, les bastaría con repasar los vídeos de Iglesias colgados en youtube,  durante los tres últimos años.

En cualquier caso, Pablo Iglesias se caracteriza por enfatizar, de acuerdo con lo que reclame el momento, uno de los numerosos meandros de su contradictoria trayectoria ideológica. Ora reivindica la historia de los comunistas, ora se convierte repentinamente en un seguidor del histórico Pablo Iglesias, ora se pronuncia a favor del movimiento bolivariano o de la mismísima ex presidenta del Argentina, Cristina Kirschner, o termina augurando la victoria de la oposición derechista venezolana encabezada por  Henrique Capriles. Pronosticar qué es lo que va a defender mañana Pablo Iglesias resulta tan arriesgado como tratar de adivinar cuál será el póximo número premiado  de la lotería Primitiva.

Lealtad a sí mismo y a sus ambiciones

Si hubiera que trazar un perfil resumido sobre la personalidad política de Iglesias, posiblemente habría que convenir que se trata de un personaje cuya fidelidad no tiene una referencia en ningún tipo de principios ideológicos, sino en la lealtad a sí mismo y a sus propias ambiciones.

No obstante, hay que reconocer que lo prodigioso de sus “transversales” devaneos ideológicos es que, aunque se lo proponga, no logra que sus próximos y lejanos colaboradores  se inmuten por sus abracadabrantes piruetas. Al día siguiente,  todos ellos estarán repitiendo, miméticamente, incluso con idénticos términos y sin rubor, los últimos descubrimientos conceptuales del “macho alfa”.

En estos tiempos en los que el travestismo político se ha convertido en moneda común, Pablo Iglesias ha logrado navegar sobre una inestable tabla de surf, sorteando el oleaje  de izquierda y  derecha, sin que sean muchos los que resulten sorprendidos.

Que las cosas sucedan de esa manera puede entenderse entre aquellos sectores sociales que han sufrido el enorme vacío ideológico de los últimos 30 años de Monarquía.  La deformación, sin embargo, resulta mucho menos explicable cuando sus cínicos dislates reciben el aplauso de gentes a las que hasta hace  poco se les suponía – a lo peor gratuitamente – cierta coherencia ideológica.

Y si no, que le pregunten a personajes, hoy mutados en grotescas caricaturas políticas podemitas como Joaquín Sagaseta, Mery Pita Cárdenes o Julio Anguita.

.
.





°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario