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miércoles, 9 de agosto de 2006

El FBI y la Represión Contra los Vascos

El incondicional apoyo de José María Aznar al genocidio desatado por los Estados Unidos e Inglaterra en Irak así como la permanencia de tropas del estado español en la invadida Afganistán avalada por José Luis Rodríguez Zapatero le está rindiendo dividendos al gobierno franquista de Juan Carlos Borbón. Un punto clave en su estrategia para estancar el proceso de paz ha sido el llevar la represión en contra de los vascos más allá de las fronteras del propio estado español, ejemplo de ello la sumisión del gobierno de Vicente Fox de México a los caprichos de Juan CarlosBorbón y su inquisidor de cabecera Baltasar Garzón.

Pues bien, de acuerdo con esta nota publicada en Gara en Estados Unidos es el propio FBI el organismo encargado de atosigar a los vascos que quieran viajar a este país o hagan escala en ruta a otro destino:

Con el FBI hemos topado

Tras el 11-S, los Estados Unidos han incrementado hasta el extremo el celo policial en los aeropuertos. Una ciudadana vasca ha visto frustrada esta misma semana un viaje a Guatemala por su vinculación con la izquierda abertzale. Fue retenida e interrogada en Miami antes de ser deportada sin saber el motivo exacto, pero tras escuchar a los policías decir tres siglas: «ETA». Y no setrata de un caso aislado...

Una vecina de Pasaia fue interceptada el pasado jueves por la Policía estadounidense mientras realizaba una escala en el aeropuerto de Miami con la intención de continuar viaje hacia Guatemala.

Sin embargo, tras 26 horas de interrogatorios por parte de agentes de distintos cuerpos policiales ­incluido el FBI­, esta ciudadana vasca fue obligada a retornar a Euskal Herria pasando por París. Y sin saber muy bien por qué.

«Aterrizamos en Miami y nos dijeron por los altavoces que nos quedáramos en los asientos porque iba a subir la Policía. Estábamos en la parte posterior del avión y vinieron directamente hacia mí diciendo en alto mi apellido», explica a GARA esta vecina de Pasaia.

Tras ser conducida a la Aduana fue interrogada por cinco policías «que me preguntaban constantemente por cuestiones relacionadas con Euskal Herria, aunque sin concretar. Todo eran cuestiones muy generales», añade.

Aunque en ningún momento le dijeron cuál era el motivo por el que se encontraba retenida, pudo escuchar cómo un policía le preguntaba a otro por ella y éste respondía «ETA».

«Me preguntaron si había estado detenida, si tenía problemas con la Justicia, si había colaborado con ETA, si había financiado a algún colectivo que pudiera tener relación con el terrorismo y si había participado en manifestaciones en contra del Gobierno español. Lo negué todo», recuerda.

Esta vecina de Pasaia sigue sin saber cuál fue el motivo por el que le deportaron de Estados Unidos. «Me imagino que será algo relacionado con mi apellido, que hizo que saltara algún tipo de alarma», señala.

De hecho, su padre es miembro de una plataforma ilegalizada «y me dijeron que estaban esperando a un hombre de mediana edad y que se sorprendieron mucho al encontrar a una mujer joven».

Antecedentes

Lo que le ocurrió a esta joven pasaitarra no es algo aislado, ya que son varios los ciudadanos vascos vinculados con la izquierda abertzale que han sufrido retenciones o deportaciones por parte de las autoridades estadounidenses.

Uno de ellos es Israel Arkonada, miembro de Askapena, quien el año pasado fue retenido en el aeropuerto de Houston cuando volvía de Nicaragua, donde había participado como invitado en los actos de celebración de la Revolución sandinista.

Según explica, le mantuvieron retenido durante horas, le registraron exhaustivamente el equipaje «hasta el punto de destrozarme la mochila» y le hicieron infinidad de preguntas sobre el motivo de su viaje a Nicaragua y sobre Euskal Herria. Cuando reclamó la presencia de un abogado, le respondieron que era un control rutinario, pese a que estaba presente un policía español. Finalmente, le permitieron regresar a Euskal Herria.

A Urko Aiartza, por su parte, no le dejaron desembarcar en Chicago, donde iba a ofrecer una conferencia sobre los derechos humanos desde su perspectiva de abogado. «No me dieron ninguna razón y me negaron la entrada al país tras un exhaustivo interrogatorio», explica.

El presidente de Udalbiltza, Loren Arkotxa, o el historiador Iñaki Egaña también han sufrido medidas similares al viajar a Estados Unidos.


Todo esto debe tener la mar de contento al grupúsculo de poder que gobierna al estado español.




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