Ha pasado una semana desde que Washington, acompañado por sus paleros Londres y París, decidiera llevar a cabo una operación bélica en contra de Siria, misma que resultó pírrica desde la óptica puramente militar pero que sirvió a los intereses de Donald Trump en su propio país.
En ese tenor, por vía de la vilipendiada RT, les traemos este esclarecedor artículo, mismo que delinea claramente el por qué los Estados Unidos recurren constantemente a este tipo de estratagemas:
Una periodista irlandesa insiste en que hay que ver la narrativa de Occidente sobre el presunto ataque químico en Siria en el contexto de la política común de Washington.Ray StubblebineEl uso del término 'bandera falsa' (operaciones encubiertas llevadas a cabo por gobiernos u organizaciones, diseñadas para aparecer como si fueran realizadas por otras entidades) a menudo provocan acusaciones de conspiración. Pero las banderas falsas son "una característica muy real y muy presente de la geopolítica, y negar eso es simplemente negar la realidad", indica en su artículo de opinión para RT la periodista irlandesa Danielle Ryan.La semana pasada, Estados Unidos junto con el Reino Unido y Francia, bombardearon objetivos del Gobierno sirio, aparentemente en represalia por un supuesto ataque químico que se llevó a cabo una semana antes en la ciudad de Duma."La historia que nos cuentan es simple: el presidente sirio Bashar Al Assad es un malvado maníaco que usa gas venenoso contra sus ciudadanos por el mero valor del entretenimiento", opina Ryan. "Entonces, esa es la historia. Assad es un monstruo y el mundo debe unirse para detenerlo".
"No convence esta narrativa"Sin embargo, hay muchas personas "a las que no les convence esta narrativa", de acuerdo con la periodista. Uno de ellos es Peter Ford, exembajador británico en Siria, quien dijo a BBC Radio que "con toda probabilidad" el presunto ataque químico nunca ocurrió y que las pruebas de video e imágenes utilizadas por EE.UU. y sus aliados fueron falsificadas."Hay otros que creen que el ataque pudo haber sido real, pero que los perpetradores eran rebeldes anti Assad que intentaban provocar una nueva acción militar de EE.UU.", apunta Ryan, y explica que "se trata de otro evento de bandera falsa que cumplió su propósito a la perfección".
¿Quién se beneficia?Una de las mejores preguntas para hacer cuando sucede algo como esto es, según Ryan: ¿Quién se beneficia? "Muy claramente en este caso, Assad no se ha beneficiado en absoluto, pero los grupos rebeldes que luchan contra él, sí", enfatiza la periodista irlandesa.Por ello, Danielle Ryan insiste en que "cualquiera que sea la verdad sobre este presunto ataque químico, la noción de eventos de bandera falsa que se utilizan para impulsar la acción militar no debería ser receptada con tanto escepticismo"."Estados Unidos tiene una larga historia de usar mentiras (o 'noticias falsas', como podrían llamarlo) como pretexto para la guerra. Es importante mirar los eventos recientes en Siria dentro de ese contexto", concluye la periodista, y cita los ejemplos de las invasiones por parte de EE.UU. que empezaron gracias a banderas falsas, incluidas las guerra del Golfo y de Vietnam.
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