El peligro de la gentrificación se cierne sobre muchas ciudades del mundo.
En Bilbo, la sociedad se ha movilizado para visibilizar propuestas para hacer de esta ciudad una urbe más humana y menos artificio publicitario.
Lean ustedes esta crónica dada a conocer por Naiz:
Cientos de personas han participado en Bilbo en una manifestación convocada de forma unitaria por las 26 asociaciones de vecinos de la capital vizcaina, sindicatos como CCOO, UGT, LAB, Steilas, ESK, y CNT y 200 organizaciones sociales, para reclamar a las instituciones que escuchen las reivindicaciones de los movimientos sociales en aras de construir una ciudad «más justa para todos» en lugar del modelo de «ciudad escaparate».Nerea GotiAsociaciones de vecinos, sindicatos y más de 200 colectivos sociales, entre ellos colectivos ecologistas, la Plataforma de Pensionistas de Euskal Herria por los derechos sociales, organizaciones anti-desahucios y foros en defensa de la sanidad y el transporte públicos, han marchado por el centro de Bilbo tras una pancarta con el lema ‘Borrokatu dezagun batera orain arte banandurik defendatu duguna’, en alusión a las reivindicaciones que comparten para construir una ciudad que mejore «la calidad de vida de quienes vivimos o trabajamos en ella». En la movilización han participado representantes de EH Bildu y Udalberri.La manifestación ha contado con la presencia de múltiples pancartas, en las que cada colectivo ha expresado el eje de sus reivindicaciones, desde la petición de «pensiones dignas de 1.080 euros» hasta «el derecho a una vivienda digna», en defensa del soterramiento de las vías en Zorrotza o por la mejora de la frecuencia de los autobuses, hasta reclamaciones de juegos infantiles cubiertos, equipamientos para jóvenes y contra la «turistificación» de la ciudad.La marcha ha partido de la Plaza Elíptica y ha concluido en el Ayuntamiento, donde se ha recordado la movilización del Movimiento Feminista en Iruñea. «Del Bilbao que queremos construir, nosotras te creemos», han manifestado en solidaridad con la víctima de ‘la Manada’.Los convocantes se han reafirmado en su apuesta por «caminar al unísono y defender los intereses colectivos de esta ciudad, cuyos valores deben ser la inclusión social y la participación ciudadana», en la medida que mejoran «la calidad de vida de quienes vivimos o trabajamos aquí». Han explicado que la crisis ha hecho mella en amplios sectores sociales y hay mejoras en los barrios que «se hacen esperar», mientras «aumenta la pobreza, la precariedad y la marginación, generando una falta de esperanza en el futuro».En el comunicado leído al final de la marcha, han defendido «lo público contra la privatización galopante» y han recordado que se demandan «servicios y equipamientos necesarios, accesibilidad, especialmente para los barrios altos, transporte, limpieza, parques infantiles, rehabilitación de viviendas, lugares para el ocio y la diversión y no espacios para el negocio y la especulación». Han señalado, asimismo, que para hacer de Bilbo «una ciudad más justa» hay que «erradicar la precariedad laboral, el deterioro del pequeño comercio de barrio, los ataques a los derechos de jóvenes, mujeres, jubilados y migrantes». «Hay que frenar el modelo de ciudad escaparate que no es sino pura propaganda», han expresado.«Dos velocidades»Los colectivos han defendido que «los movimientos sociales aportamos una gran riqueza de valores» y han apostado por «el diálogo y el entendimiento», además de reclamar que su participación sea «reconocida y tenida en cuenta». Según han expresado, «cuando los que gobiernan quieren súbditos en lugar de una ciudadanía activa, la movilización democrática se hace más necesaria que nunca».En declaraciones a los medios, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Bilbo, Javier Muñoz, ha explicado que los movimientos sociales quieren «un Bilbao más solidario, más social, que piense más en las personas que vivimos y un poco menos en el turismo». Ha defendido que «Bilbao es una ciudad abierta y orgullosa de las visitas de los los turistas, pero lo primero son los vecinos» y ha recordado que ni siquiera las expectativas de vida son iguales según el barrio de que se trate, ya que Bilbo «no es una ciudad cohesionada».«Las inversiones y la velocidad con la que crecen diferentes zonas de Bilbao no es la misma y, además, parten de un error, las inversiones en el extrarradio deben ir a más velocidad que en el centro, aunque esto no quiere decir que el centro no tenga problemas», ha indicado.Muñoz ha recordado que sus demandas no están solo dirigidas al Gobierno municipal de Bilbo sino también a la Diputación, al Gobierno de Lakua y al Ejecutivo español, para que cada uno actúe de acuerdo a sus competencias en cada caso.
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