En Deia se ha publicado esta nota acerca del bronce con el que el gobierno de la CAV pretende rendir homenaje a los gudaris vascos. Las declaraciones vertidas por los presentes nos hacen dudar de que quienes impulsaron la instalación de la escultura entiendan por qué se sacrificaron esos hombres ante el cruel embate del fascismo.
Baste ver la nacionalidad de uno de los galardonados con el Premio Gernika por la paz y la reconciliación.
No es de extrañar entonces que gentes como la vascófoba Esther Muñoz hagan las declaraciones que hacen.
Lean ustedes:
Una escultura de bronce honrará y recordará para siempre la “gesta” de los combatientes vascosEl Ayuntamiento de Gernika-Lumo homenajeó ayer a los gudaris que combatieron en la Guerra Civil con la inauguración de una escultura de bronce de más de 3 metros de altura y 1.200 kilos con la que se pretende transmitir un “grito por la paz y la convivencia”.En la inauguración, presidida por José María Gorroño, alcalde de Gernika, estuvo presente el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, también consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno. La inauguración de la escultura contó, asimismo, con la escenografía de un batallón de gudaris, protagonizado por las asociaciones Frentes de Euzkadi, Lubakikoak y Museo Memorial del Cinturón de Hierro. Al acto acudió también el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.La escultura Homenaje a los gudaris, realizada por la empresa Fundición Artística Jaizkibel, es una pieza de bronce, de 3,17 metros de altura y 1.200 kilos, con la que Gernika quiere reconocer “la gesta protagonizada por los gudaris”, al tiempo que se pretende que “sirva de recuerdo y memoria a generaciones futuras”.En su intervención, Erkoreka advirtió de que “el enemigo de la memoria es el silencio y el vacío”. “En el caso de los gudaris que durante la Guerra Civil lucharon en defensa de las libertades vascas nunca han faltado las palabras de agradecimiento”, valoró el portavoz del Gobierno vasco, para añadir que gracias a ello “su recuerdo ha arraigado con fuerza”.A su juicio, todo ello se ha conseguido por sus “valores y honestidad, por la radical nobleza con la que vivieron, lucharon y murieron en el campo de batalla o frente al pelotón de fusilamiento”. “Y también por la entereza con la que una vez vencidos supieron sobrellevar la derrota”, añadió.No obstante, Erkoreka consideró que faltaba todavía “cubrir el vacío”, una “representación plástica” situada en un lugar emblemático” como es Gernika y que “ha venido a cubrir esta laguna”. “Una escultura no es una apología de la guerra, mucho menos una exaltación del militarismo, es un grito por la paz y la convivencia porque si algo fueron los gudaris fue soldados por la paz y la convivencia”, incidió, para añadir que eran “gentes ajenas y hostiles a la ordenación militar”. “Gente cordialmente en las antípodas de todas las guerras”, concluyó.Aniversario del bombardeoLa inauguración de la escultura se encuadra en los actos conmemorativos del bombardeo de Gernika, hecho del que se cumplen 81 años. Así, el pasado jueves, día del aniversario, el cementerio de Zallo acogió el responso y ofrenda floral a las personas fallecidas en el ataque, acto en el que estuvieron presentes, entre otros, la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y el diputado general de Bizkaia, Unai Remetería.Asimismo, se entregaron los Premios Gernika por la paz y la reconciliación,que recayeron en el músico y director de orquesta israelí Daniel Barenboim, que no pudo acudir a recoger el galardón, y la activista y fundadora del colectivo Caminando sin fronteras, Helena Maleno, que sí estuvo presente.
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