En marzo del 2017 los duros de ATA decidieron emplazar al gobierno del cambio en Iruñea. En un claro ejemplo de profecía autocumplida, enviaron a docenas de jóvenes a destruir mobiliario urbano con el fin de demostrar que la izquierda abertzale -a la que ellos arteramente denominan oficialista- había sido asimilada por el estado español.
El resultado fue de guión, no solo no lograron la amnistía para los cientos de presos políticos vascos sino que aumentaron en cuatro la cifra de ellos. Tres jóvenes de Orereta y uno de Basauri fueron detenidos.
Lo peor de todo es que no hicieron nada para ayudar en el trance a los cuatro chavales y a sus familiares. Tuvo que ser la izquierda abertzale -oficialista- la que entrara al quite ante la situación. Las muestras de solidaridad no se hicieron esperar.
Eso les molestó aún más y entonces desde ATA comenzaron a equiparar la detención provocada por su simiesca estrategia con la detención de los chavales de Altsasu. La Audiencia Nacional, como no podía ser de otra manera, hizo lo propio.
Bueno, por lo menos en parte tenían razón pues ahora esos jóvenes tendran que enfrentar a la inquisición española, acusados y como no, de actos de terrorismo.
Aquí la nota de Naiz al respecto:
Los cuatro jóvenes de Errenteria que fueron procesados por los incidentes en Alde Zaharra de Iruñea en marzo de 2017 serán juzgados en la Audiencia Nacional acusados de «desórdenes públicos terroristas» el 21 y el 23 de mayo. La Fiscalía pide siete años de prisión para cada uno de ellos.La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará el 21 y 23 de mayo a cuatro jóvenes de Errenteria acusados de «desórdenes públicos terroristas» por los incidentes que se produjeron tras una manifestación en Iruñea que acabó en protestas, el 11 de marzo de 2017. La Fiscalía pide para cada uno de ellos siete años de prisión.La jueza Carmen Lamela asumió la investigación de la causa después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Iruñea se inhibiera al apreciar que se cometieron delitos «terroristas». Sin embargo, la Audiencia de Nafarroa revocó esa decisión al entender que los hechos no constituían «terrorismo», pero finalmente el Tribunal Supremo dejó en manos de la Audiencia Nacional la causa.Cuatro jóvenes fueron arrestados por los hechos; uno fue puesto en libertad al ser menor de edad y los otros tres fueron encarcelados. Tras ocho meses de prisión, quedaron en libertad en noviembre de 2017.Según el escrito de la Fiscalía, el 11 de marzo del año pasado «un grupo de individuos con las tareas perfectamente distribuidas y que usaban guantes, embozados mediante capuchas y camisetas que ocultaban su rostro, actuando con el propósito de alterar de forma grave la paz y tranquilidad ciudadana, realizaron violentos incidentes de orden público y ataques perfectamente organizados y planificados contra las fuerzas de seguridad».«Causaron daños en diversos bienes mediante el lanzamiento de piedras, botellas de cristal y artificios explosivos pirotécnicos que motivaron que tuvieran que acudir los bomberos ante el posible incendio de edificios y bienes», añade.El fiscal sostiene que los cuatro procesados «participaron en estas acciones en el ámbito de la campaña de violencia (‘kale borroka’) que estaba previsto desarrollar por el entorno de la izquierda radical abertzale y que había anunciado desde días antes».
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