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viernes, 28 de junio de 2013

Caminaban Hacia Arcadia

Iñaki Iriondo nos trae una deliciosa crónica de lo acontecido en Gasteiz.

Ha sido publicada en Gara, aquí la tienen:


El último punto matinal del debate en el Parlamento de Gasteiz llevaba camino de ser más empalagoso que el borreguito de Norit en almíbar. Todos contra la corrupción. Y todos sin dar nombres ni señalar. Hasta que llegó EH Bildu y empezó a señalar y a dar nombres.

Iñaki Iriondo

El Parlamento de Gasteiz mostró ayer «su rechazo respecto a cualquier forma de corrupción política» y calificó de «inadmisible que haya cargos públicos que aprovechándose de su condición actúen en beneficio de sus intereses propios perjudicando» (ojo, no a la ciudadanía en general sino) el buen nombre de los cargos honestos y «la credibilidad del propio sistema democrático». El texto fue aprobado por PNV, PSE, PP y UPyD. EH Bildu no quiso ni participar en la votación, rompiendo la unanimidad.

Y mira que la cosa iba bonita, camino de la hermandad universal. La propuesta provenía de UPyD y encontró el consenso del resto con unos ajustes aquí y allá del texto. Impresionó el discurso del portavoz del PP, Borja Semper. Aseguró que «la corrupción, cualquier corrupción es inadmisible. Resulta insoportable por pequeña que sea». Y pidió combatirla y erradicarla «con toda la ley». Citó a Plutarco, a Thomas Jefferson, a Ortega y hasta a Cervantes, pero ninguna vez al reo Bárcenas, ni a Correa, ni «al Bigotes», ni el reparto de sobresueldos millonarios entre los dirigentes del PP.

Idoia Mendia alabó los pasos que su partido, el PSE, ha dado en favor de la transparencia y del control de las acciones de gobierno.

La parlamentaria jeltzale y alcaldesa de Elorrio, Ana Otadui, llevó a la tribuna datos de los pocos casos de corrupción que están en los tribunales de la CAV y sondeos que dicen que esa no es una preocupación de los vascos. Y habló del compromiso del PNV y del código ético del Gobierno de Urkullu.

Caminábamos hacia Arcadia con una nube de algodón dulce en la mano cuando Igor López de Munain, de EH Bildu, quebró la magia del momento poniéndose a hablar de cosas desagradables como financiación irregular de partidos políticos, sobresueldos, cohecho, concesiones irregulares, apropiación indebida, falsedad documental, información privilegiada, gestión fraudulenta de EREs y hasta de la caja de cartón de Bidegi. Y no se quedó ahí, que si la «puerta giratoria» entre lo público y lo privado y su mezcla de intereses, que si las obras faraónicas realizadas por empresas que luego aparecen pagando a partidos, que si la privatización de las cajas. En fin, que aclaró que su grupo no pensaba sumarse a una declaración que no serviría para nada.

Y se lió. Los partidos empezaron a meterse entre ellos -el PP recordó los tiempos de Rosa Díez en el PSOE de Filesa- y, sobre todo, contra EH Bildu. Como no había mucho por dónde agarrar, fue por donde siempre, por el asa de ETA como la mayor corrupción de las corrupciones.

Igor López de Munain les respondió que esas «lecciones de ética» están bien pero que nadie de EH Bildu se ha beneficiado económicamente de la política. «Ninguno de los otros grupos puede decir lo mismo».






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