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martes, 25 de junio de 2013

Becas y Elitismo

Cuando la educación se concibe conceptualmente desde los parámetros del neoliberalismo se termina proponiendo hacer aún más ancha la brecha entre quienes tienen la fortuna de contar con ciertos priviliegios y quienes no lo tienen nada.

El tardofranquista José Ignacio Wert vuelve a la carga y en la diana tiene otra vez el tema de las becas.

Aquí lo que nos reporta Gara:


El polémico ministro de Educación español, José Ignacio Wert, recibe hoy a los consejeros autonómicos para convencerles de dejar sin beca a los estudiantes universitarios que no alcancen el 6,5 de nota de acceso. Ocurre solo un año después de haber elevado este tope mínimo del 5 al 5,5, y lo defiende con su habitual estilo provocador: «Se les paga por estudiar y no es una exigencia exagerada». El 40% de los alumnos quedaría sin ayuda si prosperara la amenaza.

Ramón Sola

El pasado jueves, la Conferencia estatal de Rectores Universitarios reclamó al ministro de Educación, José Ignacio Wert, que renuncie a su idea de endurecer drásticamente los requisitos académicos para la concesión de becas, por ser «excluyentes». Pero Wert no solo no ceja, sino que endureció el tono ayer con descalificaciones a los estudiantes y a sus profesores. En su opinión, «en el caso de un estudiante de pocos recursos que se esfuerce y no llegue a ese 6,5 [de nota], la pregunta es si está bien encaminado o tendría que estudiar otra cosa».

La cuestión será abordada hoy en una reunión de la Conferencia General de Política Universitaria. Hace unos días, las autonomías -incluidas algunas del PP y el Gobierno navarro, de UPN- ya transmitieron a Wert su oposición a que para acceder a una beca de Bachillerato se exija un 6 de nota en cuarto de la ESO (este año se pedía un 5,5 y antes un 5). También suscita rechazo general que para beneficiarse de una ayuda universitaria en el curso 2013-14 el Ministerio proponga una nota media de acceso a la Universidad de 6,5 (este año ha sido un 5,5, y antes, un aprobado).

El 40% quedaría fuera

Ajeno a estas críticas, que atribuye a inercias contrarias a «una agenda reformista» que considera indispensable, Wert echó más leña al fuego ayer en una entrevista a Televisión Española. Allí defendió el ministro que con las becas «no se pagan los estudios» sino que «se les paga por estudiar».

Se escudó en que la puntuación de 6,5 propuesta como umbral mínimo para acceder a becas universitarias «está por debajo de la media», por lo que «no es una exigencia exagerada». Pero según estimaciones extraoficiales, esta cota supondría dejar sin ayuda a un 40% de los universitarios, casi la mitad. Obviamente, quienes sí tengan capacidad económica para afrontar las matrículas podrían continuar con sus estudios, y solamente quedarían fuera los que necesiten una beca.

Según el cuestionado ministro del PP, «las becas tienen un importante componente social y no son una ayuda como puede ser la renta mínima de inserción», por lo que se deben exigirse resultados a cambio.

En su habitual estilo, Wert se declara «absolutamente dispuesto a afrontar el coste social» de las reformas en su departamento y asegura que se encuentra completamente «dispuesto a seguir adelante».

Esgrimió que en un gobierno como el de Mariano Rajoy, «con una agenda reformista exigente, no puede estar a cuidar su imagen o a verlas venir. Hay que afrontar decididamente la mejora de la educacion y eso tiene el coste que tiene y que yo ya lo sabía».

Iribas y Uriarte

La evidencia de que este endurecimiento de las becas aumentará la desigualdad social hizo que rápidamente agentes de todo tipo se posicionaran completamente en contra.

Resulta significativo que incluso el Gobierno navarro de UPN, muy cercano ideológicamente al PP, marque distancias respecto a esta medida. El consejero de Educación, José Iribas, la criticó en tono suave pero de modo contundente: «Haría bien en reconsiderar esa idea», aconsejó a Wert.

Durante un acto oficial en Iruñea, Iribas dijo que «hay que distinguir entre lo que son ayudas al estudio o becas en el concepto que siempre tenemos y lo que puede ser el apoyo a la excelencia». En su opinión, «está claro que una persona que ha superado el Bachillerato, que ha superado la prueba de la Selectividad y que ha superado incluso la nota de corte de la Universidad, ha superado con suficiencia todas aquellos trámites que le hacen poder continuar hacia una educación superior».

Por lo tanto, añadió Iribas, «lo que no puede ocurrir es que por razones económicas, de renta, no esté situado en la misma línea de salida que el resto de las personas que han superado los trámites». «Esa es nuestra posición clara, se la señalamos al ministro ya la semana pasada y la mantenemos», agregó.

«Nosotros creemos que hay que valorar la igualdad de oportunidades en la línea de salida y que hay que valorar el esfuerzo», sostuvo Iribas, quien aseguró que Nafarroa «valora el esfuerzo» de los estudiantes y además «complementa con una mayor aportación que el propio Ministerio lo que son las becas al alumno».

El caso de Lakua resulta diferente, ya que es la única comunidad autónoma del Estado que tiene competencia exclusiva en el asunto de las becas universitarias. Por tanto, no interesa lo que dice, sino lo que hace.

El anterior Ejecutivo de Patxi López endureció los criterios de ayudas para cursar algún máster, basándolo también en un discurso de incentivación del esfuerzo de los estudiantes. La pasada semana, el Consejo de Estudiantes de la UPV-EHU estimó en cerca de un millar los jóvenes que han perdido la beca por estas reformas de Lakua, si bien el Ejecutivo actual niega que sean tantos. El departamento que dirigía Isabel Celaá subió la nota necesaria para ello de 6 a 6,5, que es lo que quiere hacer ahora Wert pero con carácter general, no solo para un máster.

Con el relevo en Lakua, la ahora consejera Cristina Uriarte anunció que la cantidad global para becas se mantendría intacta, pero confirmó las reducciones de algunos capítulos, y en consecuencia el aumento de otros. En concreto, se anticipó la rebaja de las ayudas para estudiar un idioma extranjero, así como las destinadas a expedientes sobresalientes.

Posteriormente, el departamento de Uriarte hizo un retoque en este último capítulo, con la intención de paliar los efectos del recorte. Anunció que pagará un plus de 200 euros a los alumnos que tengan un expediente académico muy bueno -en torno al 9 de nota- y que de ello se podrán beneficiar unas 3.500 familias.

Sindicatos le suspenden

Volviendo al ámbito estatal y a la polémica sembrada por Wert, sindicatos de estudiantes criticaron con dureza sus declaraciones de ayer.

A través de un comunicado, el Sindicato de Estudiantes demandó la «dimisión ya» de Wert, al que considera «un provocador» por haber cuestionado que los estudiantes que no puedan alcanzar una nota media de 6,5 para optar a una beca «estén bien encaminados» y deban poder continuar sus estudios.

Para este sindicato estudiantil, estas afirmaciones desvelan que las intenciones del PP son «acabar con la educación pública, cerrar a cal y canto las puertas de la universidad a los hijos de los trabajadores, y acabar con el derecho de la juventud a la educación, con la que formarse y optar a un futuro mejor».

Además, cuestionó que un ministro que saca una puntuación de un 1,27 en las valoraciones del CIS tenga «la poca vergüenza» de poner en duda la capacidad de los jóvenes para sacar adelante su expediente.

Este «suspenso» es también destacado por la Federación de Asociaciones de Estudiantes (Faest) en una nota en la que exige que el ministro «retire sus palabras y pida disculpas a los estudiantes».

Critica igualmente que exija a los estudiantes «ser excelentes en todo» cuando José Ignacio Wert «es el peor ministro de Educación que ha habido en este país».






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