Les compartimos este amplio reportaje con el que Naiz nos desglosa la más reciente propuesta política por parte de Sortu:
Sortu plantea un «impulso nacional» y adaptarse como «raíz del árbol del proceso de liberación»
La dirección de Sortu ha distribuido a su militancia ‘Herri gogoa’, la ponencia base para su IV Congreso. Parte de la concepción de que «la transformación política y social es posible en Euskal Herria» a partir de «un impulso nacional a gran escala», para el que plantea adaptar el propio partido.
Ramon Sola«Frente a la evolución autoritaria y reaccionaria que se da en el mundo, la transformación política y social es posible en Euskal Herria, para lo cual es necesario poner en marcha un impulso nacional a gran escala». En paralelo, «el independentismo de izquierdas ha entrado en una nueva fase, principalmente por la confianza y apoyo que este pueblo le ha mostrado». Así las cosas, es momento de «reorganizar nuestros recursos, con el fin de liberar y multiplicar las fuerzas del movimiento de liberación», al tiempo que se «actualiza el compromiso de la militancia». Son algunas del las claves de ‘Herri gogoa’, ponencia base lanzada por la dirección de Sortu para el congreso que concluirá en enero próximo y a la que ha tenido acceso NAIZ.
Como toda ponencia, el texto parte de un diagnóstico de situación política. Y también del propio independentismo de izquierdas en su conjunto, entendido como un «ecosistema» en el que se integra Sortu.
Para medir el momento actual, ‘Herri gogoa’ se retrotrae al proceso ‘Abian’. Recuerda que entonces, hace una década, «el cambio de estrategia no estaba consolidado» y «el proceso de resolución del conflicto estaba en bloqueo» (presos dispersados, desarme sin encauzar...) En estos años se ha logrado «un cambio radical» que ha «derribado trincheras» y de paso fortalecido al independentismo de izquierdas, «situándonos en el centro del escenario político» y con posibilidad de «ampliar aún más el terreno de juego».
En el capítulo de logros se destacan las condiciones abiertas en la CAV, en Nafarroa Garaia y en Ipar Euskal Herria «para avanzar en el camino hacia la plena soberanía». Pero se admite también que «no hemos conseguido activar la decantación independentista de una mayoría ni formas eficaces de polarización». Ello ha supuesto «que se difuminen las identidades» y «una falta de tensión», ante lo cual se considera preciso «formular el conflicto en términos actuales, dejar en evidencia las relaciones de dependencia e impulsar el ánimo de superarlas».
Por lo que atañe a la evolución interna de su sector político, ‘Herri gogoa’ destaca cómo «EH Bildu ha hecho el tránsito de coalición a movimiento político, y la hipótesis inicial es ahora una realidad sólida», mediante un programa potente, liderazgo municipalista, «máquina electoral eficaz...». Otro tanto apunta respecto a EH Bai. Percibe, por tanto, que ambas fuerzas están en condición de dar nuevos pasos y «es necesario reforzarlas aún más».
La ponencia considera que Sortu «ha cumplido, en gran medida, con los principales retos del cambio de estrategia y de la hoja de ruta marcada en Abian». En la práctica, eso se ha ido traduciendo en que ha pasado de asumir una cantidad ingente de funciones a ser «una organización cada vez más ligada a las prioridades del proceso de liberación». Se introduce aquí un factor nuevo a tener en cuenta: «Los modos de lealtad han cambiado y serán aún más profundos» en lo sucesivo.
Un «átomo que libera fuerzas»
En coherencia con lo anterior, «tenemos el reto de construir la identidad de la izquierda abertzale en claves de futuro, para que la única vinculación no sea con una identidad concreta que viene del pasado», plantea la ponencia. Propone para Sortu la «misión» de «garantizar el núcleo irradiador del proceso de liberación», o dicho de modo gráfico, «dar raíces al árbol del independentismo de izquierdas, que debe aglutinar a sectores cada vez más amplios, ser un árbol que tenga las ramas lo más largas y extensas posibles».
En una afirmación que suena contracultural por no habitual en las ponencias de cualquier organización, ‘Herri gogoa’ apuesta por «reducir la vida interna, para posibilitar que la militancia de Sortu hagamos nuestra aportación principal en dinámicas reales y efectivas». Se trata, añade, de «huir de modelos orientados a dinámicas auto-referenciales, a atrincherarse y al mero auto-consumo». Ahondando en la misma idea, una afirmación rotunda: «No debería haber nadie que solo sea militante de Sortu».
Con ese espíritu de «irradiación», se aboga por que Sortu sea «una factoría de cuadros políticos», pero «no solo ni principalmente para sí mismo, sino para otras dinámicas, sujetos, proyectos, etcétera».
La estructura que se propone es «semejante a un átomo», explica también gráficamente. Con un eje central; el núcleo de dirección formado por la Secretaría Nacional de 15 miembros y la Asamblea Nacional. Alrededor del mismo estarán los «talleres» (ya utilizados en la actualidad en dinámicas como Plaza Hutsa, que seguirá) y la propia militancia, además de una «red general de relaciones que será la que garantice la cohesión, extensión, integridad y unidad».
Se organizarán asambleas de diferentes ámbitos territoriales con el mismo objetivo, pero una filosofía «más flexible, plural y amplia que la anterior». Así las cosas, «Sortu no tendrá grupos estructurados en pueblos y barrios, ni planificación integral. Nuestra filosofía de trabajo se basará en las relaciones políticas y en los espacios de encuentro necesarios».
Estas adaptaciones se venían gestando ya en la práctica diaria, apunta la dirección. Según su lectura, «estamos asumiendo el legado de la izquierda abertzale que venía del siglo XX y construyendo el proyecto político-ideológico de la izquierda abertzale del siglo XXI y la identidad renovada que va asociada al mismo».
Euskal Herria, los estados, el mundo
Este ‘Herri gogoa’ define también las claves de la situación en Euskal Herria, el mundo y los estados español y francés, para así retratar el panorama en que el independentismo de izquierda debe incidir y decidir cómo hacerlo.
Empezando por Euskal Herria, tras analizar algunos parámetros el texto resume que existe «un estancamiento en elementos imprescindibles para el avance del proceso de liberación nacional, en aquellas variables que nos hacen país. Y esto nos lleva a concluir que estamos en un momento o situación delicada como pueblo», en la que confluyen «riesgos, oportunidades y retos. Llegados a este punto, es imprescindible poner en marcha un impulso nacional a gran escala, además de dar pasos significativos hacia la soberanía plena».
A nivel planetario, se define un escenario de «aguas revueltas» en el que emerge «la internacional reaccionaria, con una agenda política clara: medidas contra el feminismo, negación de la emergencia climática, decisiones contra las clases trabajadoras y populares y odio contra las personas migradas». Alerta de «una batalla cultural abierta» que también tiene impacto en Euskal Herria, aunque menor que otros lares, y subraya que «podemos ganarla las fuerzas transformadoras que seguimos soñando con un mundo mejor».
En cuanto al Estado español, apunta una crisis de régimen que «puede prolongarse en el tiempo, tal como presagia la polarización política actual». Caben aquí desenlaces muy diferentes, por lo que se recalca que «sea cual sea el escenario, la clave para avanzar en nuestro proceso de liberación es la relación de fuerzas que generemos entre los ciudadanos y ciudadanas vascas».
Por lo que atañe al francés, se cita el riesgo real de que la extrema derecha logre el poder, pero también el debate abierto sobre la soberanía de las diferentes naciones, un contexto en el que es necesario «sumar al consenso en torno a la apertura de una nueva etapa institucional a una nueva mayoría en Ipar Euskal Herria».
Siendo compleja la situación, en ‘Herri gogoa’ se concluye que «la transformación política y social en Euskal Herria es posible, porque aquí hay capacidad social, comunitaria, política e institucional suficiente para hacer el camino paso a paso». Algo que empieza por «despertar un nuevo ánimo en el país».
Fases congresuales
Con la presentación de esta ponencia de base se lanza el IV Congreso. Se ha adelantado un año respecto a la fecha prevista, según se anunció en junio en Abadiño, con el objetivo de adaptarse a la nueva fase política. A partir de ahora se abre el plazo de asambleas locales y presentación de enmiendas, hasta el 29 de noviembre.
Ya en enero se abordarán la candidatura o candidaturas a la dirección. Desde enero pasado es conocido que Arkaitz Rodriguez no repetirá como secretario general, puesto que se centrará en la función de secretario de Acción Política de EH Bildu para la que fue elegido entonces.
Tras las votaciones correspondientes para cerrar ambas cuestiones, el proceso congresual concluirá a finales de enero.
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