Febrero fue un mes muy importante para Euskal Herria pues se tuvo la oportunidad de contar con la presencia de Angela Davis.
Aunque en su momento no llamó la atención fuera de tierras vascas, en los últimos días hemos recibido muchas visitas de distintas latitudes del estado español de cibernautas interesados en el video del coloquio llevado a cabo en el Guggenheim de la ciudad de Bilbo.
En ese tenor, les compartimos este escrito publicado en la página de El Hurón:
Ha pasado por Euskal Herria Angela Davis. La emoción no podía ser más intensa. Un icono vivo del movimiento negro, se declara, además, feminista, lesbiana, comunista, abolicionista de las prisiones, vegana… Y viene aquí, nada menos que a agitar con su presencia en la campaña de Free Otegi & all them, título en recuerdo y reivindicación de la exitosa campaña internacional en el año 1971 que la sacaría de la cárcel a ella misma. Se reclama de la lucha por la liberación de los presos y presas vascas, desde hace tiempo. Está en sus planes –que serán abortados por la autoridades correspondientes- acudir a la cárcel de Logroño para visitar a Arnaldo Otegi y mostrarle su solidaridad con la campaña. No pudo ser y a ella no le extrañó. Ya sabe cuáles son las políticas penitenciarias y penales de estos gobiernos de occidente que se inscriben en el marco “democrático”.
Además de contar con su presencia solidaria, en los cinco días que ha durado su visita no ha parado de dar charlas, conferencias, mesas redondas,… exponiendo buena parte de sus ideas, de sus luchas, experiencias, triunfos, análisis, críticas, autocríticas,… Todo un placer poder escucharla y verla. Transmite realmente lo que viene a decir: apoyo, solidaridad, luchas comunes, actividad política intensa a pie de calle, capacidad de comunicación y de relación, constancia, seguir en la lucha, seguir, seguir, seguir,…. ante todo insobornable e íntegra.
Arnaldo Otegi, free -aske, libre- and all of them
Hay que señalar que las fechas en las que vino eran simbólicas e importantes. Arnaldo Otegi saldrá de la cárcel el día 1 de marzo, y ya nada más salir tiene la espada de Damocles sobre su cabeza. Parece ser que desde Madrid han dado instrucciones para que se sigan de cerca los actos de acogida, por si se incumpliese alguna legalidad vigente.
No importa, el empujón dado a la impresionante campaña de solidaridad ya está en marcha. Se está convirtiendo en un gran salto con alas. Tenía que ser un broche como éste para llegar al zenit de una campaña internacional tan bien diseñada. Como figura visible –aunque sabemos que detrás y delante y en todos sitios hay cientos de personas trabajando- está Fermín Muguruza, que ha conseguido reunir a cientos y miles de personas de todos los sectores luchadores para pedir la libertad de Otegi y de las presas y presos políticos, encarceladas y represaliados bajo la tristemente famosa teoría del exjuez Baltasar Garzón del “todo es ETA”. Todo lo que se mueve en Euskal Herria o a favor de las libertades individuales y colectivas de nuestro país. Ahora jueces y servidores del poder político-judicial-policial también extienden esta teoría a algunos titiriteros.
Tendrá más amenazas a su recién estrenada libertad, ya que pretenden la inhabilitación para el ejercicio de cargos políticos, a la vista de que en la Comunidad Autónoma Vasca habrá elecciones en breve.
Y sobre todo, tendrá y tendremos las amenazas y represalias permanentes. Quedan cuatrocientas presas y presos vascos en las cárceles españolas. Dispersados, lejos de sus familias y amistades, con graves enfermedades, sin tratamiento adecuado para las enfermedades calificadas de no tan graves, sin aplicación de los denominados “beneficios” penitenciarios. Que no son tales: responden a la aplicación en justicia de lo que se denomina, con cierto eufemismo, “pena de privación de libertad”. Lo dijo Angela Davis: “Yo siempre he sido solidaria en la lucha del pueblo vasco, y en especial, en la lucha a favor de sus presas y presos”.
Abolición de las prisiones
Nos ha traído la señora Davis su más reciente y radical discurso a favor del abolicionismo de las prisiones, obviamente ligado a toda su trayectoria ideológica. Así, en estas fechas en las que se multiplicaban actos y manifestaciones en contra de la tortura, nos ha brindado, también, numerosos argumentos y análisis en contra de las prisiones, para pedir su abolición.
Se conmemora en Euskal Herria el 13 de febrero, el día contra la tortura, en recuerdo de Joxe Arregi, muerto por torturas en el año 1981. Y así, se han unido de forma indisoluble, tanto en Estados Unidos como aquí, la tortura y la prisión. Y es que es una práctica frecuente que las detenciones políticas –y algunas no calificadas como tales- vayan acompañadas de procedimientos de tortura. Y también las estancias en prisión suelen tener episodios de tortura.
El discurso abolicionista de Angela Davis es muy radical. Y sobre todo, muy ligado a la realidad de Estados Unidos. Estos dos elementos, entiendo yo, nos favorecen para la universalización de la consigna y para traer aquí la repetida consigna, de Abajo los muros de las prisiones. Ella lo liga a la historia esclavista de la población negra de Estados Unidos, al complejo económico industrial-carcelario y al abuso y a la conculcación de los derechos humanos de forma permanente de las personas presas. Esto, unido a la existencia de la pena de muerte y la cadena perpetua, le lleva también a introducir la abolición de estas penas en el sistema del Código Penal, como medida inmediata. La radicalidad no admite cuestionamientos: no contempla la posibilidad de la reforma carcelaria. La privación de libertad no existe, es la cárcel y ésta sólo se puede gestionar de forma corrupta, ilegal e ilegítima, además de ser atentatoria, en sí misma, de los derechos humanos.
Justo unas semanas más tarde, alrededor de 4.000 personas nos movilizábamos por cuarenta cárceles del Estado español y una del francés para clamar por la vuelta de casa de las presas y presos y vascos. También se gritó con fuerza “Espetxeak apurtu” (Abajo las cárceles). Muchos presos comunes nos apoyaban y coreaban las consignas. Se oyó una voz desde la enfermería “Esto es muy injusto, aquí no hay justicia”.
Estos días también se han escuchado las voces del colectivo “Atznugal” (Laguntza, escrito al revés, significa “Ayuda”, escrito por uno de ellos que estaba siendo torturado). Estos presos denunciaron las torturas a las que fueron sometidos durante los cinco días que permanecieron incomunicados, en el mes de enero de 2011, y en abril serán juzgados acusados de pertenencia a ETA. Cárcel y tortura, una vez más indisolublemente unidos. Los jueces de turno mirando para otro lado ante las torturas. Y aplican a pies juntillas la doctrina del “todo es ETA” implementada por su ex-compañero de carrera judicial.
Feminismo negro
La reivindicación feminista envuelve la palabra y el discurso de Angela Davis. Es un gustazo ver cómo en sus exposiciones sintetiza, o engloba, a las mujeres, a la raza y a la clase, al decir del título de su libro. El actual discurso sobre la interseccionalidad, está presente, con otras palabras, en sus escritos desde 1980. Así que cuando vino, nos dijo simplemente: “llevo contando y hablando de esta realidad como mujer, negra y comunista desde hace años, ahora le ponemos las palabras”.
También el planteamiento en contra de las cárceles y el debate sobre el abolicionismo está atravesado por la condición de las mujeres. Pocas voces se han alzado con tanta fuerza para denunciar como agresión sexista los cacheos a los que son sometidas las mujeres en las detenciones y encarcelamientos, lo que incluye desnudamientos e inspecciones corporales exhaustivas -vaginales y rectales-. Es aquí donde se une la violencia sexista cotidiana que sufren las mujeres, con la rutina carcelaria, que reproduce los moldes y las violencias sexistas.
En general, en todas sus explicaciones está presente la denuncia del feminismo liberal y burgués. Las ideas feministas estadounidenses de las mujeres blancas, de clase media y/o burguesas son puestas en tela de juicio desde los inicios del sufragismo excluyente que no admitía el voto para la población negra. También es puesto en tela de juicio el feminismo igualitarista que pone en primer lugar a las mujeres como iguales e uniformes, pasando por alto los condicionamientos de clase y de la raza.
En definitiva, que hemos podido ver y escuchar a una de las feministas negras más potentes y radicales del momento de Estados Unidos y nos ha alegrado mucho ver que su discurso se engarza de maravilla con las propuestas feministas que hacen de la interseccionalidad un elemento de análisis inclusivo. Y cuando decimos inclusivo, estamos pensando en las luchas de hoy, no sólo en las teorías.
Así que, mientras muchísima gente no tenía más remedio que soportar el soporífero devenir de lo que se denomina “política” en la corte de Madrid, nosotras hemos tenido una buena excusa para animar nuestra lucha de este largo mes de febrero, que ha unido la anti-represión, la libertad de nuestros pueblo y el feminismo. Y nada menos que “lideradas” por una gran mujer que se ha convertido en nuestra referencia negra.
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