Guardias Civiles Nostálgicos

Han intentado tapar el sol con un dedo pero esa nostalgia por el franquismo no solo abarca a los integrantes de la Guardia Civil, son muchos otros los que añoran la impunidad con la que se conducían en aquellos tiempos cuando no había que guardar ciertas formas frente a la comunidad internacional.

Que si hay que promover y defender los derechos humanos, que si torturar no es conducirse éticamente, que si censurar la libertad de expresión es políticamente incorrecto...

Aquí lo que se nos reporta hoy desde inSurGente:

Guardias Civiles denuncian que algunos de sus mandos anhelan a Franco

Lo dicen los propios guardia civiles, agrupados en la Unión de Guardias Civiles (UniónGC), que tiene el 40 por ciento de afiliación entre los agentes destinados en Bizkaia. Son ellos los que en una rueda de prensa han pedido que se realicen estudios psicológicos de los mandos para valorar si están en condiciones o no de ejercer su cargo.

Según la asociación, muchos de los mandos deberían abandonar el Cuerpo porque “no están regidos por parámetros democráticos y son un peligro para la ciudadanía”.

En una rueda de prensa celebrada en la sede de UGT Euskadi en Bilbao, el secretario general de la UniónGC, Manolo Mato, ha asegurado que la situación en Bizkaia es “lamentable”.

“Hay un número importante de mandos con taras psicológicas muy importantes, tal vez arrastradas desde las épocas duras del terrorismo”, dijo.

“De puertas para afuera de la Comandancia, había, hasta hace no mucho, terrorismo de ETA, pero, de puertas para dentro, estamos sometidos a otro terrorismo, al de muchos mandos que están trasnochados, no se han adecuado al Estado de Derecho, que añoran tiempos pasados y algunos de ellos todavía sueltan lindezas como ‘Esto con Franco no pasaba’”, añadió.

El portavoz de este grupo de la Guardia Civil ve por tanto “urgente” que el Estado “depure a esta gente” para que abandone la Guardia Civil porque “no están regidos por parámetros democráticos y son un peligro para la ciudadanía”.

“Desde que ETA proclamó su alto al fuego, empezaron a aumentar las presiones (…) ya no hay tanto terrorista ni kale borroka que perseguir, y se persigue a los guardias civiles”, señaló.

Mato ha denunciado el “nivel de enchufismo ilegal” que existe en la Comandancia de Bizkaia, que “se impulsa con plazas de libre designación, a dedo, muchas de ellas regidas por la obediencia ciega, lo que es un riesgo en un estado democrático, sobre todo, cuando tenemos todavía en la Guardia Civil gente trasnochada que echa de menos oscuros pasados”.

Como ejemplo, ha explicado que en Gernika, una unidad compuesta por alrededor de 40 efectivos, hasta abril de 2013 “el 30 por ciento de los agentes estaban expedientados por faltas graves”, cuando en el resto del territorio estatal “lo que más hay siempre son las faltas leves”.

Según ha explicado, “no ir afeitado al trabajo, que puede ser una falta leve en el conjunto del Estado”, en Bizkaia “aparece como una falta grave”, y hay ya “más de 20 expedientados por faltas graves y dos leves en lo que va de año”.

En el caso del puesto en el Aeropuerto de Loiu, Mato ha explicado que se han presentado dos denuncias penales contra los mandos “por abuso de autoridad”.

En el caso de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, ha dicho que “ha habido un enfrentamiento entre el Subdelegado y altos mandos” porque el primero dijo que Bilbao “no era una zona de guerra y, por tanto, no quería en la Subdelegación un coche de la Guardia Civil en el exterior ni guardias civiles portando fusiles de asalto”.

Según Mato, los mandos “accedieron a retirar el vehículo, pero han seguido manteniendo guardias con fusiles de asalto en las inmediaciones, por lo que el subdelegado tuvo un enfado importante y tuvo que imponerse a las bravas”.

Además, ha explicado que les han trasladado una orden para que “no se proceda a la detención de ningún cargo político sin que esté en conocimiento de la Dirección de la Guardia Civil con una semana de antelación”.

“Si mañana hay que detener a un miembro del PP, una semana antes de ser detenido será conocido por el poder político del Estado. Si hay que detener a un político del PNV, una semana antes lo sabrá el Gobierno de Madrid. Que cada uno piense lo que quiera, pero esto nos parece un atentado al Estado de Derecho y a la independencia de las investigaciones”, finalizó.

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