Gara trae a nosotros este escrito en el que se hace un llamado a sumar fuerzas para acabar con la impunidad de que han gozado los criminales al servicio del estado español.
Aquí el texto:
Julia Monge, Eduardo Gonzalez, Mikel Arregi | Plataforma Vasca contra los crímenes del franquismoEl polvo de los años y, sobre todo, los acuerdos realizados en la transición han cubierto con una capa gruesa y pesada el recuerdo del sufrimiento que la victoria militar del franquismo produjo. Con la memoria enterramos también la justicia y la reparación. Sí, enterramos, porque también nosotros, los que luchamos contra el franquismo, no hemos sabido poner de manifiesto esa memoria ni en los años de la transición ni en los que vinieron después.El gallego Darío Rivas Cando, que había emigrado a Argentina en 1930, fue quién comenzó a desbrozar el camino de la querella cuando decidió aclarar la muerte de su padre. Severino Rivas, alcalde del municipio gallego de Castro de Rei y padre de Darío, fue asesinado por la Falange en 1936 y hasta 2010 la verdad, la justicia y la reparación de esta muerte fueron ocultadas por un velo de silencio. El 14 de abril de aquel año, la juez argentina María Servini de Cumbría recibió la querella presentada por Darío. A pesar de los obstáculos, la querella ha ido avanzando gracias a que la legislación argentina permite que los juzgados de ese país investiguen los crímenes contra la humanidad.En este año una primavera de esperanza ha llegado a quienes han sufrido en sus cuerpos y en los de sus familiares el dolor producido por los crímenes sepultados por la transición española, a quienes ven en la querella la anteúltima oportunidad. Tomando declaración a los primeros doce querellantes, la juez titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 1 de Buenos Aires está dando un paso importante pues, como consecuencia de estas declaraciones, los ministros del periodo franquista Rodolfo Martín Villa, Fernando Suárez y José Utrera Molina, así como varios policías y jueces de la misma época pueden resultar imputados.Quienes han tenido que vivir casi toda su vida con el peso de su sufrimiento tienen por primera vez esta oportunidad. Entre ellos hay muchos españoles, catalanes, gallegos y vascos familiares de asesinados en las cunetas, obligados a trabajar en los batallones de castigo, encarcelados, exiliados, despojados de sus hijos e hijas y obligados a soportar durante todas sus vidas que el nombre de sus seres queridos fuera ensuciado. También los asesinados en la lucha contra el franquismo, quienes fueron torturados y encarcelados.La decisión de todos ello es la que ha permitido pedir la imputación de los citados exministros, policías y jueces. Andoni Txasko, quien durante los sucesos de Gasteiz de 1976 resultó herido gravemente como consecuencia de la paliza sufrida a manos de la Policía, iba a tener la ocasión de hacer realidad el derecho que durante largos años le ha sido negado; junto a él, otro vasco, Jon Etxabe, condenado a 50 años de cárcel en el Juicio de Burgos y algunos catalanes y españoles también iban a desgranar ante la juez argentina su propia verdad, pero las presiones de Madrid lo impidieron.En cualquier caso, este último año hemos avanzado mucho. Mucho más que en los anteriores 36 años. Pero las declaraciones que los querellantes iban a llevar a cabo y el apoyo que instituciones vascas que representan a un tercio de la población del sur de Euskal Herria dan a la querella no eran sino el comienzo, y la Plataforma Vasca contra los crímenes de franquismo tiene la intención de mantenerse firme. Pero necesitamos la ayuda de quienes habéis sufrido cualquier tipo de persecución durante el franquismo. Animaros y atreveros a romper su impunidad.
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