Se acerca ya el 84 Aniversario del bombardeo nazi a la villa de Gernika dentro del marco del levantamiento fascista en contra de la Segunda República Española.
Labayru Fundazioa ha dado a conocer este texto alusivo en su portal:
El bombardeo de Gernika, un experimento de guerra (I)
Ana Teresa Núñez Monasterio | Fundación Museo de la Paz de Gernika
Juan Antonio Ansaldo, comandante de las fuerzas aéreas rebeldes estuvo en Gernika después del bombardeo para contemplar el efecto del mismo. Años más tarde escribiría en su diario que cuando Goering fue interrogado en los juicios de Nuremberg sobre la “ciudad santa de los vascos” este respondió que fue una especie de “banco de prueba” para la Luftwaffe (fuerza aérea alemana) y que estas experiencias no podían efectuarse en otro lugar.
La Legión Cóndor fue organizada por Goering para demostrar que la próxima guerra, la Segunda Guerra Mundial, se ganaría mediante técnicas de bombardeo a gran escala. Wolfram von Richthofen se convirtió en Jefe de Estado Mayor de la misma y su cometido en el frente vasco era llevar a cabo el “bombardeo perfecto”. Durango el 31 de marzo, Eibar el 25 de abril y Gernika el 26 de abril, fueron parte de un experimento militar que consistía en bombardear un centro urbano en sucesivas oleadas mediante la utilización de bombas explosivas e incendiarias. Una composición que se emplearía después en la Segunda Guerra Mundial en ciudades como Rotterdam y Varsovia y también por los aliados en Dresde.
El bombardeo de Gernika fue una conjugación de bombardeo de alfombra (carpet bombing), bombardeo de corral (koppelwurf) y bombardeo en cadena (shuttle bombing). Fue un campo de experimentación magnífico para la recién creada Luftwaffe. Sin embargo, algunos autores defienden todavía que el objetivo del bombardeo fue la destrucción del puente de Renteria para evitar así la retirada de las tropas vascas hacia Bilbao. La intensidad y fuerza del ataque unida al ametrallamiento de civiles durante las tres horas y media que duró el bombardeo indican que se trató de un bombardeo de terror cuyo objetivo era provocar la mayor destrucción posible. La devastación de la “ciudad santa de los vascos” desmoralizaría a las tropas, desalentaría a la población civil y precipitaría la rendición del Gobierno Vasco, ocasionando la caída de Bilbao.
El ataque tuvo lugar el lunes 26 de abril de 1937, día de mercado. Aunque se sabía que existía cierto peligro no se esperaba que una ciudad abierta como Gernika pudiera ser el objetivo de un ataque de tal magnitud. Contaba con una población de 5630 habitantes además de unos 2000 refugiados procedentes de Gipuzkoa. A estos habría que sumar todos aquellos que acudían a Gernika los lunes de mercado de diferentes lugares como Bilbao desde donde partían los trenes que el Gobierno Vasco había dispuesto para abastecer a la población. Se calcula que el día del bombardeo podía haber en Gernika alrededor de 12 000 personas.
El bombardeo comenzó a las 16:20, las campanas de la iglesia de Andra Mari tocaron a rebato y sonaron las sirenas de algunas fábricas alertando a la población de la llegada de aviones enemigos. La mayor parte de los aparatos que participaron en el bombardeo pertenecían a la Legión Cóndor alemana aunque también tomaron parte bombarderos y cazas integrantes de la Aviazione Legionaria italiana. Los aviones de combate partieron del aeródromo de Gasteiz y los bombarderos de los de Burgos y Soria. Pudieron intervenir un total de 59 aviones, 27 bombarderos y 32 cazas prestando más de un servicio algunos de ellos.
Tras la alarma, los ciudadanos buscaron protección en los diferentes refugios que se habían construido, donde permanecieron casi cuatro horas hasta que finalizó el bombardeo. Fue un ataque incesante sin apenas interrupción entre las diferentes oleadas que se desarrolló en cuatro fases:
1. Un solitario Heinkel He51 sobrevoló Gernika durante unos quince minutos al este de la misma provocando que saltara el sistema de alarma. La gente corrió a los refugios que se convertirían en trampas mortales. Minutos después de que este Heinkel He51 lanzara sus bombas en el centro de la ciudad, tres bombarderos alemanes y otros tantos italianos bombardearon el depósito de agua para asegurarse de que no quedara agua para los bomberos.
2. Pensando que el bombardeo había finalizado, los servicios de emergencia comenzaron a actuar asistiendo a las primeras víctimas. Durante estos cuarenta minutos que transcurrieron entre la primera y la segunda oleada, los cazas y los aviones de ataque a tierra volaron en círculo en torno a Gernika, ametrallando a todos aquellos que intentaban escapar del núcleo urbano, manteniéndolos dentro del perímetro de la villa.
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