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martes, 23 de junio de 2020

El Virus del Centralismo

La sociedad vasca ha tenido que enfrentar la contingencia causada por el SARS CoV-2 de forma diferente al resto de los pueblos europeos -con la excepción de los catalanes- pues las decisiones acerca de como lidiar con la misma fueron tomadas en Madrid y París, metrópolis que no tuvieron consideración alguna con respecto a la realidad que se vive en el terreno y optaron por no escuchar a los representantes de las tres demarcaciones políticas en la que en pleno siglo XXI se mantiene divididos a los vascos.

Para desmenuzar aún más lo antes expuesto les traemos esta editorial de Naiz:


EH Bildu y EH Bai han denunciado que los estados francés y español han aprovechado la situación de emergencia sanitaria derivada del covid-19 para «reforzar su carácter uniformizador». Al mismo tiempo, han remarcado todas estas decisiones «no han supuesto un beneficio en la ciudadanía vasca, ni de salud ni en otros ámbitos».

En una nota conjunta, EH Bildu y EH Bai han recordado que el 21 de junio los gobiernos francés y español adoptaron la decisión de reabrir las fronteras, de acuerdo con los criterios de la Unión Europea y para posibilitar la temporada turística.

«Desde el inicio de la crisis sanitaria, el diseño y la ejecución de las políticas para hacer frente a la pandemia global han quedado en manos de cada Estado. Los dos estados que dividen el territorio de Euskal Herria han llevado adelante su propio guión a la hora de responder a la crisis. Esto ha supuesto notables pérdidas de tiempo y de eficacia en nuestro país», según han explicado.

En consecuencia, desde el primer momento se puso de manifiesto que la vivencia del «virus que no sabe nada de fronteras y distribuciones territoriales» no sería la misma, «no al menos siguiendo los protocolos oficiales, que no era lo mismo vivir en Irun o Hendaia, Bera o Sara, Urepel o Arnegi».

Ambas formaciones políticas abertzales entienden que «el asunto de las fronteras, que puede parecer secundario, ha demostrado también que sólo falta la capacidad de los dos gobiernos de Estado que han acumulado un poder desproporcionado a la sombra de la emergencia sanitaria para condicionar o directamente interrumpir la vida interna de Euskal Herria, aumentando de paso nuestros desgarros y grietas como nación».

Han admitido que situaciones de ese tipo no son nuevas y han recordado que hace unos meses, debido a la reunión del G7 también se cerraron las fronteras, «con el consiguiente deterioro de las condiciones de vida de la ciudadanía de nuestro país».

Por ello, denuncian que «ambos estados han aprovechado la situación de emergencia sanitaria para reforzar su carácter uniformizador» y asumen que «estas decisiones no han supuesto un beneficio en la ciudadanía vasca, ni de salud ni en otros ámbitos. El uso de los recursos y la gestión de la información han hecho que los tres territorios queden a la sombra».

Afirman asimismo que han abierto esos límites, «no pensando en la ciudadanía vasca, sino para fomentar el turismo. Porque en nuestro país nos consideran como turistas».

Ante esta situación han terminado EH Bildu y EH Bai manifestando que «ante la autocracia y el centralismo, sentimos más que nunca la necesidad de vivir, decidir y fortalecer los recursos y herramientas como nación y como pueblo. Ante este vaciamiento de la democracia tenemos que deshacer las fronteras artificiales y construir Euskal Herria que es nuestro  ámbito natural, entre toda la ciudadanía vasca, para tomar las decisiones que afectan a nuestras vidas».






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