Traemos a ustedes esta actualización con respecto a la iniciativa Euskaraldia en favor del uso cotidiano y normalización del euskera.
Nos llega desde Naiz, aquí la tienen:
Un equipo de rugby, un estudio de arquitectura o una compañía de teatro. Son solo tres de los más de 25.000 arigune o espacios para hablar euskara que se han identificado en Euskaraldia. Su objetivo: fomentar el euskara en las relaciones cotidianas.
Aitor Agirrezabal«Ariguneak». Esta será la principal novedad que tendrá la edición de este año de Euskaraldia. Los «arigune» asegurarán en todo momento la opción de expresarse, hablar o ser atendido en euskara, tanto en la propia entidad identificada como tal, como en sus relaciones con la ciudadanía. Los miembros de estos grupos participarán ya sea como «ahobizi» o «belarriprest» durante los 15 días que dura la iniciativa.
Estos espacios se pueden dividir en dos grupos: los de interior y los de exterior. Los primeros lo componen aquellas entidades que cuentan con dinámicas habituales y cuyos miembros, al menos, entienden euskara. En este caso han acordado intentar cambiar sus costumbres lingüísticas. Los de exterior, a su vez, lo componen las personas que en esas entidades tienen contacto con la ciudadanía. Estos espacios, cajeros de supermercado, teléfonos de atención, hosteleros o comerciantes, por citar algunos, deberán asegurar que todos podamos ser atendidos en euskara. «El objetivo es fomentar el uso del euskara en las relaciones».
De este modo, a lo largo de estos días no faltarán espacios para expresarse en euskara. Y es que se han identificado 25.448 «arigune» a lo largo y ancho de la geografía de Euskal Herria. 13.060 de interior y 12.388 de exterior.
«El objetivo es promover el euskara poco a poco», explica Joanes Galarza, jugador senior y miembro de la directiva de Gaztedi Rugbi, uno de esos más de 25.000 «arigune». El club se formó en 1977 en Gasteiz y desde entonces ha estado muy ligado a la capital alavesa. Sin embargo, reconoce que «en el equipo es dominante el castellano, a la par que la realidad de Araba».
Hace un año, el propio Galarza realizó un estudio en el seno del equipo y resultó que el 99% de los jugadores sabe euskara desde su etapa escolar. Sin embargo, el porcentaje es muy bajo en el caso de los entrenadores. «Está entrando gente joven a entrenar y ahora ese porcentaje es un poco mayor».
Ahora, van un paso más allá y participarán activamente en Euskaraldia. «Identificamos varios arigune en el club. Uno de ellos, el equipo femenino. La mayoría saben euskara, todas lo entienden y todas estaban dispuestas a participar. En el equipo senior, por su parte, como hay más gente que no sabe euskara, decidimos, a la hora de hacer los grupos de trabajo que se encargan de las distintas tareas, reunir en algunos de ellos a quienes podían formar un arigune».
El objetivo es que esta actividad se refleje en su relación diaria, tanto entre compañeros como con el propio deporte que practican. «Tenemos en mente crear un diccionario para incluir ciertas palabras técnicas en euskara que hasta ahora hemos adoptado del inglés, francés o castellano». Asimismo, apuestan por crear dinámicas como que, al menos, el calentamiento se realice en euskara.
El caso de Atx Teatroa es distinto. Iñaki Ziarrusta, todoterreno dentro de la compañía, explica que actúan tan solo en euskara. Exponen su trabajo en todo Euskal Herria, a pesar de que, debido a la situación sanitaria actual, se han cerrado las puertas de Iparralde. Compuesto por tres vizcaínos, el 100% de la jornada laboral entre ellos la llevan a cabo en euskara.
Relación con los clientes
Sin embargo, el reto llega en el trabajo de despacho, donde tienen que contactar, sobre todo, con ayuntamientos o casas de cultura. Y es ahí donde incidirán a lo largo de Euskaraldia. «En muchas ocasiones encontramos el problema de que no saben euskara o que la documentación que nos envían se encuentra tan solo en castellano o francés». Frente a ello, Ziarrusta recalca la «importancia» de mantener el contacto laboral con ello pero «introducir, poco a poco y de manera progresiva» el euskara. «Ellos también deben tomar conciencia de que es un derecho».
Al mismo tiempo, reivindica el derecho de hacer cultura en euskara. «Parece que está conseguido, pero no siempre es así. Por ello participaremos y reivindicamos nuestro derecho a trabajar en euskara de forma libre».
Euskaraldia en un coworking
Otro de estos espacios identificados es Teo Arkitektura. Esta pequeña empresa ubicada en un coworking de Bilbo está compuesta por cuatro trabajadores. Tal y como explica Anartz Ormaza la relación entre ellos la mantienen en euskara, algo que han protegido a la hora de hacer nuevas contrataciones. Asimismo, con los clientes, gente cercana a ellos, también la llevan a cabo en euskara. «Para ser un estudio en Bilbo, la verdad es que la mayoría».
Sin embargo, hay costumbres que un ejercicio como este puede ayudar a cambiar. «Por ejemplo, el programa y software que utilizamos para los presupuestos está en castellano. Así, aunque estemos hablando en euskara, cuando llegamos a los presupuestos saltamos al castellano sin darnos cuenta». Durante Euskaraldia esperan corregirlo. Del mismo modo, con el resto de empresas y trabajadores con los que comparten espacio en el coworking, será una forma de identificarse. «Hay algunos que si que saben euskara, pero no tenemos la costumbre de hablarlo entre nosotros. Puede ser el momento de que esto cambie».
Del mismo modo, el hecho de identificarse públicamente como arigune también tiene otro objetivo: «Aquí, en Bilbo, por defecto te diriges en castellano a un nuevo cliente. Cuando la relación se alarga en el tiempo te das cuenta de que muchos de ellos saben euskara. Ahora todos podrán saber que, si así lo desean, podemos establecer el primer contacto en euskara».
Miles de espacios con un objetivo. Normalizar y trasladar el euskara a las situaciones más cotidianas del día a día. En definitiva, vivir en euskara.
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