Con el afán de proveer a los integrantes de la diáspora con un catálogo de lugares que visitar en caso de viajar a Euskal Herria, de la Plaza Berri en donde se ubica Euskaltzaindia y en el mismo Bilbo continuamos conjuntando historia -aunque en partes se refiera a un periodo muy amargo tanto para los españoles como para los vascos- y arquitectura con este texto publicado en la página de Facebook titulada Me Gusta Bilbao:
Estación de Abando [1948]
Francisco Javier Muñoz FernándezEstación terminal de RENFE, ubicada en la esquina entre la Plaza Circular y la calle Hurtado de Amézaga, proyectada por del arquitecto Ildefonso Fungairiño Nebot y los ingenieros de caminos canales y puertos Ramón L. García Fresca, José Manuel Fernández Oliva y Casimiro Juanes Santos y construida entre 1941 y 1948.
La estación de Abando acogía desde 1863 la línea de la Compañía del Ferrocarril de Tudela a Bilbao, que en 1878 se fusionó con la Compañía de los Caminos del Hierro del Norte de España. La estación terminal, un sencillo edificio con cubierta a dos aguas, se ubicó en las afueras de Bilbao, en el antiguo municipio de Abando anexionado a la Villa en 1870 que le dio nombre. Aunque con el tiempo pasó a ocupar un lugar céntrico de la villa entorno a la Plaza Circular. Ello motivó que a partir de 1927 se quisiera construir un edificio monumental acorde con la ubicación de la estación, y que dignificase una de las principales entradas a la ciudad, de manera similar a cómo se había hecho con las estaciones de La Concordia o Atxuri en años anteriores. Pero no se llegó a concretar ninguno de los proyectos que se realizaron en años anteriores.
Tras la Guerra Civil, el 24 de enero de 1941 se creó la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE) que se hizo cargo de la Compañía de de los Caminos de Hierro del Norte de España y de la construcción de una nueva estación. El 17 de junio de 1941 se presentó el nuevo proyecto y en noviembre se iniciaron las obras.
El proyecto tuvo que hacer frente a la dificultad de erigir el edificio de la nueva terminal y asentar las nuevas vías en el mismo espacio de las antiguas. De tal forma que las viejas y las nuevas estructuras tuvieron que convivir hasta que finalizaron las obras sin que se paralizara el servicio. La reforma de la estación aumentó de dos a seis el número de vías y permitió separar el sistema de mercancías del de pasajeros.
La estación estaba compuesta por el edificio de viajeros y la marquesina. El edificio se terminó en 1946, mientras que la marquesina que se inició en el verano 1944 se finalizó en 1948.
El inmueble de viajeros tenía una estructura exenta en forma de U. Presentaba una altura de cuatro plantas, a excepción de un torreón con tres relojes en la confluencia de la Plaza Circular y la calle de Hurtado de Amézaga. En la planta baja de la estación se articuló el acceso en torno a un gran vestíbulo cubierto por un techo de cristal que aseguraba una adecuada iluminación del interior. Alrededor del vestíbulo se dispusieron dependencias para los viajeros: taquillas de billetes, servicio de información, horarios de trenes, oficinas de viajes, quioscos de prensa, tabaco y sellos, que originariamente estuvieron revestidos con mármoles y pinturas. En la segunda planta a la que se accedía por dos amplias escaleras de mármol, ascensores y montacargas, se ubicaron los andenes. Mientras que en el resto de pisos se dispusieron las oficinas de RENFE.
La marquesina de la estación era una estructura que cubría una superficie de 192 x 45 metros fabricada en Altos Hornos de Vizcaya. Cada dieciséis metros se colocó un arco, hasta un total de doce, que tenían cuarenta y cinco metros de luz de directriz parabólica. El resultado fue una estructura elevada de trece metros en los lados y veinte en su clave que se finalizó en el verano de 1945. La fachada de la marquesina que daba a la calle de Hurtado de Amézaga, se trató con el mismo carácter arquitectónico que el edificio de viajeros. En esta misma calle se ubicó otra salida precedida de un pórtico, situada a media altura de los andenes.
En el otro lado se construyó un edificio longitudinal auxiliar para oficinas. Fuera de la marquesina, en el espacio que quedaba libre hasta la calle Bailén, se instalaron vías, muelles y patios para pequeña y gran velocidad, así como talleres de material móvil.
En el andén frontal de la marquesina se colocó una vidriera artística diseñada por el pintor Gaspar Montes Iturrioz y elaborada por la Unión de Artistas Vidrieros de Irún en 1948. Se trataba de un vitral de quince metros de anchura por diez de altura que representaba a Bizkaia en sus montañas, caseríos, deportes, comercio e industria y a Bilbao en la iglesia y puente de San Antón y la Basílica de Begoña. Presidía la composición un gran reloj así como el escudo preconstitucional que se cambió entre 1990 y 1991.
En 2006 la estación adoptó el nombre de Estación de Abando- Indalecio Prieto.
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