El “nacimiento” de la Ikurriña
Hace ahora 106 años, a las seis de la tarde del 14 de julio de 1894, se izaba por primera vez la Ikurriña en el balcón de los locales que la primera entidad nacionalista vasca, el Euskeldun Batzokija, tenía en la calle Correo, esquina al Arenal de Bilbao.Tuvo el honor de izarla el miembro más veterano del Euskeldun Batzokija, Ciriaco de Iturri, que veinte años antes había sido oficial del derrotado ejército carlista. Los creadores de la bandera fueron los hermanos Luis y Sabino de Arana y Goiri y, al considerarla entonces como la bandera de Bizkaia, la bizkaitarra, pretendieron trasladar al nuevo emblema los principales componentes del escudo bizkaino.
La Ikurriña trascendería de los propósitos de sus creadores para acabar siendo asumida por el Pueblo Vasco como su bandera nacional. Ha sido miles de veces izada por sus defensores y arriada por sus enemigos. Ha precedido a los batallones de los gudaris. Ha ondeado en los barcos que salvaban a nuestros niños de la guerra. Proscrita y escondida. Atacada, hasta la conjunción de sus colores, rojo, blanco y verde. Y defendida. Tejida, dibujada o pintada como muestra de Resistencia. Imaginada, cuando no había otra opción. Querida. Como la Libertad y la Nación vasca que simboliza.
Por cierto, se hizo el apunte de que si la fecha es 1894 y estamos a 2006 entonces han pasado 112 años y no 106.
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